«El de 1522 fue el episodio sísmico de mayor impacto en suelo de Almería hasta la fecha»
Francisco Andújar Castillo | Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Almería ·
En el quinto centenario del terremoto de 1522,el investigador aporta las claves para comprender el sucesoAraceli Pérez Fernández
Almería
Sábado, 17 de septiembre 2022
Doctor en Historia por la Universidad de Granada, el especialista en el periodo moderno cuenta con diversas líneas de investigación centradas en la Historia Social ... del Ejército en el siglo XVIII, la venalidad de cargos y honores, el Reino de Granada en los siglos XVI y XVII o la corrupción en España y América en el Antiguo Régimen.
–¿Qué impacto tuvo para Almería el terremoto de 1522?
–Sin duda, de todos los que experimenta la ciudad, es el que tiene mayor impacto. En la provincia se dieron otros terremotos de gran intensidad, como el de Vera en 1518, que obligó a trasladar el municipio de sitio o como el de 1804 en Dalías-Berja. Sin embargo, en lo que respecta a la ciudad de Almería, es el más importante a lo largo de su historia, a pesar de que los seísmos sean frecuentes por la geografía de la zona. Es necesario tener en cuenta que, una vez transcurrido el desastre, el cabildo catedralicio, en sus peticiones a Carlos V, no hace mención alguna al número de víctimas. El desastre se ha amplificado, pero es necesario tener en cuenta lo endeble de las construcciones de la ciudad, muchas de ellas realizadas en adobe. El impacto de un seísmo, por tanto, es mucho mayor.
–¿Cree que el desastre afectó con posterioridad al peso de Almería con respecto a otras ciudades?
– Hay mucho contenido sobre el tema con el que discrepo, publicado por gente no especializada. No creo que la destrucción provocada por el terremoto fuera tan importante como se afirma. Cierto es que se pierde gran parte del sistema defensivo y de las murallas de la ciudad, pero el segundo cerco, el de la Almedina se conserva. Faltan estudios que realizar sobre el seísmo de 1522, que analicen correctamente las fuentes documentales. Hay diferencias sobre el impacto real que tuvo el episodio en la ciudad. No se conoce, por ejemplo, la existencia de un recuento de las víctimas, sino estimaciones de difícil cabida. El impacto real está por definir, pero por desgracia, carecemos de cierto tipo de fuentes documentales que han desaparecido, como los libros de actas del ayuntamiento de Almería en el siglo XVI, vendidos durante el franquismo. Contamos con datos sobre el terremoto de fiabilidad dudosa, puesto que proceden de testimonios muy posteriores. La cifra de 2500 muertos que suele ofrecerse es incompatible con el número de habitantes de la ciudad en la época, cosa que no se ha contrastado en ningún estudio.
–¿Por qué el complejo portuario almeriense no contaba con la entidad que sí tenían Cádiz o Sevilla?
– Hasta el siglo XVIII no es posible definir la estructura portuaria de Almería como tal, porque no existía. En las fuentes se menciona la inundación del puerto pero lo que hay en Almería en la época es más bien una rada. Para hablar de un puerto de entidad de Almería tenemos que esperar a la época contemporánea. Los cronistas de Carlos V utilizan fuentes indirectas cuestionables, en ocasiones veinte o treinta años posteriores al suceso, por lo que las referencias al puerto son de dudosa fiabilidad. Desde el cabildo catedralicio de Almería se insistía mucho más en la necesidad de levantar las defensas que se habían derrumbado de cara al peligro berberisco que en la propia reconstrucción de la ciudad, algo ciertamente sorprendente para mí. La economía de Almería en el siglo XVI es mucho más débil, incomparable con la preponderancia del puerto de Sevilla o el de Málaga, que exportaba gran parte de la producción del Reino de Granada. El interior tampoco contaba con producciones orientadas hacia mercados exteriores, con la salvedad de la seda. Almería no cuenta en esta época con una producción orientada al comercio como sí son los casos de Málaga o Cartagena, baluarte del comercio levantino. Almería históricamente (y seguimos sufriendo este problema) cuenta con una infraestructura muy deficiente en materia de comunicaciones y transporte.
–¿Almería pierde su esplendor adquirido en época islámica en el periodo moderno?
– El esplendor de Almería como ciudad, (hablando del territorio que ocupa actualmente, ya que como provincia formaba parte del Reino de Granada), se corresponde al siglo XI, cuando se conforma como potencia económica y comercial. Hasta el siglo XVIII no se experimenta en la ciudad un crecimiento económico destacable. De las tres capitales principales del reino, que son Málaga, Granada y la propia Almería, se sitúa como la tercera de ellas, en indicadores de población, economía y en cuanto a puerto mediterráneo. El retroceso no viene de ahí, comienza en la propia época bajomedieval. Ese declive que experimenta lo que hoy concebimos como el entorno urbano almeriense no comienza en la época moderna y no es atribuible a la llegada de los Reyes Católicos. El peso económico de Almería en los siglos XIV y XV ya había descendido considerablemente.
– ¿Considera que la ciudad se recuperó del desastre positivamente?
– Sí, hay muchos datos que corroboran la reconstrucción del sistema defensivo, por ejemplo, pero también se asegura que el proceso de recuperación fue bastante largo. El miedo a una inminente invasión por medio de las repúblicas corsarias del Norte de África o de la piratería berberisca y sus frecuentes incursiones a las costas del Reino de Granada era una realidad. Era necesario mantener un sistema defensivo ya no solo en el entorno de lo que hoy entendemos como Almería, sino en todo el litoral que conformaba el pretérito Reino de Granada, el cual había sido conquistado por las armas cristianas apenas unos treinta años antes. Ese sistema se recompone, aunque tarda bastante debido a los problemas de financiación de la corona. Hay una gran pérdida de información y documentación que nos impide conocer el grado de rehabilitación del entorno urbano, una penumbra en términos historiográficos. La gran preocupación del Reino de Granada se manifiesta en los archivos militares y en ese conflicto pujante con el mundo musulmán que acaba de ser derrotado en la península. Se decretan una serie de exenciones de impuestos, que serán reivindicadas tiempo después por los moriscos. Se las denomina peticiones de franquezas. La exención del pago del almojarifazgo permitía un descanso de la presión fiscal con el que atajar el pago de la reconstrucción de los edificios. Estas exenciones duran unos diez años, no son de carácter 'sine die'.
– ¿Almería experimenta una refundación tras el terremoto?
– No lo creo. La situación de Almería es distinta a la de Vera, que sufrió un gran terremoto poco antes. No fue necesario trasladar el casco urbano, a pesar de que la reconstrucción fuera más lenta. La población seguía siendo eminentemente mixta, compuesta por cristianos viejos que tenían la función de repobladores y cristianos nuevos o moriscos. La reconstrucción es una cuestión de la que se conservan pocas fuentes rigurosas. Es imposible «cortar de un plumazo» el pasado musulmán de la ciudad. Existen opiniones muy controvertidas sobre el episodio, en muchas ocasiones sin fundamentos rigurosos.
– ¿Era la costa que conforma en la actualidad la provincia de Almería más accesible para la piratería berberisca?
– Si hablamos del territorio y del litoral, olvidándonos de la actual división provincial, el peligro del intrusismo berberisco en las proximidades de la costa era el mismo en todo el Reino de Granada, desde el sur hasta la zona levantina. Lógicamente la intensidad es mayor cuanto más lo es la cercanía a las repúblicas norteafricanas. Ese corso y piratería afectaban también al levante, pero Almería como tal no era más proclive a recibir esos ataques. Se tiene la concepción de que Almería era la zona más castigada por la piratería por investigaciones locales, donde se definía el entorno comprendido entre Cabo de Gata y Cartagena como «La costa de los piratas». Cierto es que es una zona con numerosas calas y una orografía compleja, lo que permitía a los corsarios burlar temporalmente las defensas de las costas hispanas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión