El arquitecto Javier Climent y Poli Servián, responsable de Fundación Caja Rural Granada, ante la maqueta de la Alhambra original. J. A. M.

La Alhambra original, reconstruida en tres dimensiones, en la Sala Zaida

La exposición '137 lienzos. La Alhambra palatina musulmana', de Javier Climent, muestra la influencia del recinto en la arquitectura actual

Sábado, 20 de mayo 2023, 09:51

La muestra más palpable y contable del aprecio que el recinto de la Alhambra tiene en el contexto internacional son sus cifras de visitantes, aunque ... algunos de ellos no sepan ni dónde van, por mor de agendas endiabladas que recuerdan a la película 'Si hoy es martes, esto es Bélgica'. Pero existe otro reconocimiento, quizá menos palpable, pero tan importante como el del público de a pie. Este es el de la comunidad internacional de arquitectos, que siguen encontrando en la colina de La Sabika una inspiración constante para su trabajo.

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Tal es el caso de Javier Climent, madrileño de nacimiento y granadino por matrimonio, profesor hasta su jubilación de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Politécnica de Madrid y autor, entre otros espacios, de las salas de atención al viajero de los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Bilbao. Climent ha trabajado durante dos décadas en el proyecto '137 lienzos. La Alhambra palatina musulmana', que ha contado con la colaboración de Fundación Caja Rural Granada y cuyo resultado se exhibe hasta el 10 de junio en la sala Zaida de la Fundación.

El título de la exposición, según su artífice, hace referencia a los 137 lienzos de muralla que rodeaban el recinto original, de casi 10 hectáreas, entre torres, puertas y baluartes. «Relatar, a través de sucesivas hipótesis, cómo fue el desarrollo urbano del recinto, es el objetivo de esta exposición», afirma Climent.

La lámpara de la Mezquita Real, reconstruida por Climent. J. A. M.

Una de las estrellas de la muestra, que a través de imágenes en tres dimensiones exhibe el exterior de la Alhambra tal como fue concebida, es una maqueta a escala 1:500 de todo el conjunto, realizada con piezas nanométricas e impresa con un plóter 3D usando polvo de nylon. «La Alhambra que todos conocemos tiene una serie de dependencias y espacios, pero lo que hoy vemos no es lo que el recinto era en 1350, cuando unos andalusíes lo pusieron en pie», comenta. La constatación de la importancia que el monumento tenía en lo arquitectónico a escala global la tuvo cuando, estando en 1999 en Berlín, vio el libro 'La arquitectura y las formas de vida en el mundo islámico', de Stefano Bianca, ilustrado en la portada con una foto del Mirador de Lindaraja. «Me di cuenta entonces de la importancia del monumento, que no pertenece a los españoles, sino a todos», afirma. A partir de aquí, analizó la conformación del conjunto, precursora de la arquitectura orgánica contemporánea, y en particular, la medina, una zona que constituía «el vientre de la ciudad, donde vivían quienes la hacían funcionar». En los últimos tres años, Climent ha ido dibujando y reconstruyendo todo el recinto original en tres dimensiones, incluyendo detalles como la lámpara de la mezquita real, que se conserva, muy deteriorada, en el Museo Arqueológico Nacional.

«Uno de los aspectos más impresionantes de este proceso constructivo que duró 200 años es cómo se fue adaptando a la configuración geológica de la colina cada uno de los palacios y edificios que lo integran», dice. El arquitecto pone el acento en la conformación interna de espacios como el Partal, recinto «lúdico» de los príncipes, o la rabiosa modernidad de La Rawda, el cementerio real de la Alhambra.

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