Itziar, Leo, Enrique y Bernat, en el escenario del anfiteatro de Cueva Secreta, en Güejar Sierra. RAMÓN L. PÉREZ

Abre la Cueva Secreta de Granada, donde conviven títeres y criaturas fantásticas

La compañía Etcétera inaugura un espacio escénico innovador que nació en pleno confinamiento, en el que las familias podrán disfrutar de la naturaleza, del teatro, de la música y de sorpresas mágicas y hermosas escondidas en el bosque

Domingo, 25 de julio 2021, 00:29

Enrique Lanz descubrió la primavera en plena pandemia. Primero enfermó y pasó dieciocho días en cama, sin aire y sin sueños. Luego despertó y ... se encontró que el mundo estaba paralizado, observando desde la ventana una amenaza invisible que carcomía hombres e historias por igual. Entonces, en pleno reinado del virus, en esa oscuridad de quietud y de nada, Enrique descubrió la primavera de Güejar Sierra. «Llevo treinta años viviendo aquí y aquí me confiné. Normalmente, nunca estamos en primavera en casa, porque es cuando más trabajo tenemos fuera y viajamos mucho. Cuando vi lo que pasaba aquí pensé en la suerte que tenía: esa explosión de colores, de flores, de pájaros... Y pensé que había que compartirlo».

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Entrar en Cueva Secreta es adentrarse en un cuento de hadas, en un laberinto de infinitas salidas, en una película de Jim Henson donde todo es real

Cueva Secreta es el nuevo hogar de la compañía de títeres Etcétera. Un espacio escénico único en el mundo, un rincón de 20.000 metros cuadrados repletos de magia, sorpresas, talento, música y criaturas inolvidables. Entrar por su puerta es adentrarse en un cuento de hadas, en un laberinto de infinitas salidas, en una película de Jim Henson donde todo es real. «Queríamos un espacio propio y, viendo los tiempos que nos tocan vivir, en vez de un teatro cerrado, hemos abierto un teatro al aire libre –explica Lanz, director de la compañía–. Bueno, es algo más que un teatro. Venid, que os lo enseño».

Ensayo de 'Almavera', en el anfiteatro. Sí, se coló una cabra. R. L. PÉREZ

A la sombra de una hermandad de largos chopos centenarios, las puertas de Cueva Secreta se abren de par en par. Nada más entrar hay una barra donde los visitantes pueden comprar bebidas y productos gastronómicos de la tierra. Y, tras una pequeña cuesta, el corazón del proyecto: el anfiteatro. Las butacas son tocones y el telón, los olivos. Más allá se ven las montañas, las ruinas del castillo y un mar de verdes que chocan con el viento, con las cigarras y con el canto de los pájaros.

En el escenario hay un almiar, una escalera y un espantapájaros que ocultan a los artistas. Enrique se introduce en su interior, junto con Leo, para arrancar el último ensayo antes de la gran inauguración que tendrá lugar hoy.

«La historia de 'Almavera' reivindica el poder transformador del arte en nuestras vidas»

Yanisbel Martínez, adjunta de dirección de Etcétera, toma asiento en un tocón y disfruta del espectáculo. «Estrenamos 'Almavera, sonata para violín y títeres' –susurra, conforme arranca el ensayo–. La música está compuesta por Jan Fité y el texto es de Enrique y mío. Es un espectáculo de 45 minutos inspirado en Güejar Sierra. Almavera es una joven desmotivada que saldrá de viaje siguiendo a un violinista –del pajar salen los dos títeres y, de pie, Itziar narra con voces de colores y Bernat toca el violín que suena de fábula entre los árboles, bajo una hermosa luz natural que se cuela entre las ramas–. La historia reivindica el poder transformador del arte en nuestras vidas».

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Almavera y Vittorino, protagonistas de la obra. R. L. P.

Además de 'Almavera', hay otro espectáculo en el recinto. Un espectáculo vivo y cambiante: 'La historia de Cueva Secreta'. ¿Qué es? La respuesta rápida es «una ruta por el espacio natural para quince personas, durante 40 minutos y de la mano de una guía». Pero, como pueden suponer, es una respuesta muy incompleta.

«En la pandemia –recuerda Lanz–, en ese tiempo de quietud, descubrimos que no estábamos solos aquí, que había otras criaturas que convivían con nosotros. Esto está plagado de zorros, garduñas, jinetas, tejones, jabalíes, ardillas... Y, en medio de la naturaleza más conocida, aparece otra naturaleza, digamos, más desconocida, más fantástica».

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«En la pandemia, en ese tiempo de quietud, descubrimos que no estábamos solos aquí, que había otras criaturas que convivían con nosotros»

La ruta es un impresionante y bello prodigio de la imaginación del que no diremos más. ¿Por qué? Porque 'La historia de Cueva Secreta' esconde secretos reservados para los observadores más audaces. Secretos pequeños y secretos enormes. Muy enormes. Secretos gigantescos, pero gigantescos de verdad, capaces de convertir una excursión en un cuento mágico.

¿Como qué? A ver, por ejemplo hay seres hibernando, pájaros que no son pájaros, un poblado donde vive un fabricante de autómatas, la casa del farmacéutico –que prepara pócimas con lavanda, santolina y uvas de gato– y la cueva de la lectora, una señora que se dedica a robar los libros que nos dejamos olvidados. Entre otras cosas.

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Yanisbel y Enrique, con la lectora. Caminando por el poblado escondido y preparando una de las viviendas. R. L. PÉREZ

«Llevamos más de un año trabajando la tierra –apunta Lanz–. Desbrozando. Había bolas de ocho metros de zarza. Y todo respetando al máximo la naturaleza». Cueva Secreta es la sede de Etcétera y, en un futuro, añadirán aulas, talleres, oficinas y salas de edición de vídeo. «Son 20.000 metros, pero este año abrimos 7.000 al público. Iremos abriendo zonas: habrá una charca para hacer títeres de agua, a modo vietnamita; un domo para obras en sitio cerrado; un área de picnic para las familias, junto a las choperas...».

¿Quieres visitar Cueva Secreta? Estará abierta los fines de semana, desde el próximo 31 de julio al 12 de septiembre. Hay dos pases diarios, uno a las 11.00 horas y otro a las 20.00, con una capacidad de 80 personas por pase. «En invierno haremos giras y, con el buen tiempo, estaremos en Cueva Secreta. Está pensado para que las familias disfruten de un día de naturaleza, títeres y música». Se pueden adquirir entradas simples para 'Almavera' o la doble que incluye 'La historia de Cueva Secreta', con precios que oscilan de los 12 a los 22 euros (a la venta en cuevasecreta.com).

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Enrique Lanz y Yanisbel Martínez, directores de Etcétera, en Cueva Secreta. RAMÓN L. PÉREZ

«¿Por qué contamos historias?», pregunta Itziar al público, en el anfiteatro. «Porque las personas somos cuentos de cuentos contando cuentos», sigue la actriz. Más tarde, Almavera, con voz de Itziar, pregunta a Vittorino, el simpático violinista italiano, si existe la inspiración. «¡Veramente! –responde él, con otra voz de Itziar– La música es mi inspiración, así que le pongo el alma». «¿Qué es poner el alma?», pregunta finalmente Almavera. La respuesta está aquí, en el silencio de la naturaleza. De hecho, esa es la respuesta: Cueva Secreta.

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