El extremeño Antonio Medina, que cortó un rabo, en un pase cambiado por la espalda al quinto novillo.

Los alumnos de escuelas reivindican su espacio de la mejor manera

Nueve orejas y un rabo en la novillada en clase práctica que inauguró ayer tarde el serial del Corpus granadino

MARÍA DOLORES MARTÍNEZ

Miércoles, 25 de mayo 2016, 01:59

La feria taurina del Corpus inauguró ayer su programación con una novillada en clase práctica, organizada por la Escuela Taurina de Granada, en la que ... se pudo ver en acción a los representantes de las escuelas taurinas de Almería, Murcia, Granada, Madrid, Badajoz y Arles. Todo un acierto y un motivo de alegría volver a ver anunciado en los carteles este tipo de espectáculo, ausente en el serial de los dos últimos años, por lo que representa de ayuda y escaparate para todos aquellos que sueñan con abrirse un hueco en este difícil arte y, más aún, en una época donde la cantera se enfrenta también a ese otro toro, no menos complicado, de los vaivenes políticos, los antis y los recortes en la economía. Pero, sin duda, la mejor reivindicación, ayer, vino de la mano de los propios espadas, por la raza que demostraron durante toda la tarde y por el propio público asistente. Se trataba de un festejo de entrada libre, es verdad, pero daba gloria ver a mucha gente joven en los tendidos y sentir esa alegría y ambiente festivo que, en definitiva, es la esencia de este apasionante espectáculo.

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EL FESTEJO

  • Monumental de Frascuelo Primer festejo de la feria del Corpus. Novillada en clase práctica picada. Más de dos tercios de entrada en tarde calurosa. Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria y homenaje del ganadero granadino Pascual Porcel, recientemente fallecido.

  • Ganado Erales de La Palmosilla, bien aunque desigualmente presentados y de variado juego. Destacaron especialmente tercero y quinto.

  • Novilleros Sergio Roldán, de la Escuela de Almería, dos orejas. Fran Ferrer, de la Escuela de Murcia, una oreja. Romera, de la Escuela de Granada, dos orejas. Carlos Ochoa, de la Escuela de Madrid, una oreja. Antonio Medina, de la Escuela de Badajoz, dos orejas y rabo. Dylan Jeremy, de la Escuela de Arlés, una oreja.

  • Parte facultativo El novillero francés Dylan Jeremy, volteado por el sexto novillo, fue atendido por el traumatólogo Pedro Hernández Cortés, del equipo médico del doctor Pablo Torné, de una luxación glenohumeral que se redujo espontáneamente y un esguince acromioclavicular agudo en el hombro izquierdo. Pronóstico menos grave.

En el ruedo el festejo rozó casi las tres horas de duración porque los espadas alargaron sus faenas todo cuanto pudieron y parecieron parar también el reloj cuando tocó pasear trofeos. Un claro ejemplo de ello fue el espada galo Dylan Jeremy, pletórico en la vuelta al ruedo que dio con su oreja antes de pasar a la jurisdicción de la enfermería del doctor Pablo Torné por la paliza que le propinó el sexto novillo de La Palmosilla, muleta en mano. El espigado torero francés, que había mostrado ya sus buenas maneras, tuvo que reivindicarse a partir de ese momento por la senda de la épica con signos evidentes de dolor en su brazo izquierdo. La espada se le resistió y pese a pinchar varias veces se le concedió una oreja en reconocimiento a su gesto.

Al compromiso en la Monumental de Frascuelo acudieron con la lección muy bien aprendida Sergio Roldán, de la Escuela de Almería, y Carlos Ochoa, de la de Madrid, porque demostraron en todo momento lo bien trabajados que están por sus mentores. Poseen bases muy sólidas, imprimen calidad a todo cuanto intentan hacer y saben resolver en la cara de sus enemigos, como bien demostró Sergio Roldán ante el rajado primero y Ochoa ante un astado que desarrolló complicaciones y le levantó los pies en dos ocasiones .

El extremeño Antonio Medina pareció hacer honor al valor de los actuales toreros extremeños con una labor, premiada con los máximos trofeos en la que no se cansó de dar fiesta y de sacar todo cuanto pudo y más a su encastado novillo.

La faena del granadino Juan José Romera tomó vuelo cuando cogió la muleta, sobre todo con la diestra, en series que tuvieron vibración y buen trazo, con el consiguiente calado en los tendidos.

En cuanto al murciano Fran Ferrer, puso todo lo que le faltó a su oponente, un novillo poco claro y con el que tuvo que pelearse.

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