José Antonio Nieto
La Junta de Andalucía da a conocer su Estrategia de Reto Demográfico para solventar los problemas de concentración poblacional
El consejero Nieto presentó esta semana la Estrategia Andaluza Frente al Reto Demográfico. Pone como principal reto social de Andalucía dar solución a las tensiones ... por la vivienda en ciudades y pueblos.
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–¿Qué entiende la Junta por reto demográfico?
–La mayoría de las personas piensan en despoblación. Nosotros pensamos también en los problemas que surgen del crecimiento demasiado rápido de muchos territorios. Por ejemplo, el de la vivienda no es un problema que se produzca por casualidad, sino por un crecimiento demográfico muy rápido que no se ha armonizado con la disponibilidad de vivienda. Son problemas surgidos para los que no teníamos estrategia.
–¿Existen precedentes de políticas demográficas de éxito?
–Sí. Porque el reto demográfico es clave que todas las sociedades avanzadas. El gobierno que con más vehemencia ha marcado la importancia de la estrategia ha sido el chino, desde 1976. A ellos se ha sumado Alemania. Las grandes economías del mundo han entendido que no solo vale con gestionar el territorio, también tenemos que gestionar la posición de las personas dentro del territorio para garantizar que haya un equilibrio en el acceso a los servicios entre los ciudadanos y alinear la ordenación demográfica con el desarrollo económico.
–¿Cómo surge la andaluza?
–Se empezó a hacer en la pasada legislatura, hubo cuatro años de recopilación de información, tres de debate, de análisis, de contraste, de búsqueda de respuestas a muchas preguntas que nos surgían con un grupo de expertos liderado por un catedrático y un profesor de la Universidad de Málaga que han sido los que han dirigido un grupo de 11 expertos que han colaborado con nosotros y a los que hemos sumado multitud de alcaldes o concejales. Después de ese trabajo nos hemos dado cuenta de que Andalucía tiene un enorme potencial.
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–En un contexto de explosión demográfica en la costa mediterránea y despoblación rural, ¿qué objetivos se ha marcado Andalucía?
–Queremos que Andalucía se sitúe en 2050 en una posición intermedia en PIB per cápita, que es el indicador más social que existe. Y para ello necesitamos crear desarrollo económico y necesitamos mano de obra. En el 2050 necesitaríamos 10 millones de habitantes. Ese es nuestro objetivo y es alcanzable. En los tres últimos años hemos crecido por encima de los 60.000 habitantes anuales. Y hemos mirado hacia atrás y en los últimos 25 años hemos crecido 1.400.000 habitantes.
–¿Qué le preocupa más a la Junta, las zonas en despoblación o aquellas que se están tensionando?
–Los dos. Y si corregimos la despoblación hemos resuelto el problema de la sobrepoblación y a la inversa igual. Son vasos comunicantes. El principal y más básico problema que tenemos hoy día es que hemos asociado el éxito a vivir en una gran ciudad. Una cultura que queremos romper. Es algo que no se produce en Francia o en Alemania, pero sí en España, probablemente por los problemas de la posguerra y el 'baby boom'. Ahora tenemos que reordenarlo, y eso no es fácil en un momento en el que existe un problema que no es de Andalucía ni de España, es de los países avanzados: una caída muy importante de la natalidad.
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–¿Cómo es la Andalucía de 2050 a la que aspira esta estrategia?
-Encargamos una encuesta y nos sorprendió gratamente que el 48% de los andaluces estaba dispuesto a vivir en las zonas rurales si le damos unas condiciones razonables. Ahora mismo el 51% de la población vive solo en 30 municipios, algo más del 7% del territorio. Tenemos muchas zonas ya despobladas y tenemos que esponjar. Y para eso, lo que nos pide la población es vivienda: frente a los alquileres caros de las grandes ciudades, en los pueblos no hay mercado, no hay vivienda de alquiler. Y si consigues comprar una vivienda, sus ayuntamientos, con estructuras administrativas muy débiles, tardan mucho en conseguir licencias. Ni qué decir de la dificultad de conseguir cuadrillas de albañiles para las reformas. Hay que revertir esa situación. Necesitamos vivienda disponible ya.
–Y eso cómo se consigue.
–De momento nosotros hemos presentado un portal web que se llama vivemasandalucia.es que tiene como objetivo hacer lo que Airbnb o Booking han hecho con el turismo: informar de servicios públicos, características del pueblo y vivienda disponible. También le queremos incorporar la oferta de empleo. Vamos a ir consiguiendo resolver esos problemas y al mismo tiempo que llenamos los pueblos, bajaremos la sobretensión en la costa, fundamentalmente, y en el Valle del Guadalquivir.
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–¿Qué más piden los ciudadanos para irse al campo?
–Conectividad. Y tenemos más del 92% del territorio y más del 98% de la población conectada a un estándar de fibra altísimo equiparable al de cualquier gran ciudad de Europa. Vivienda digna a un precio asequible, que en los pueblos es muy factible, y muchos chavales jóvenes de 20 o 22 años no saben si quieren tener hijos, pero sí ponen de condición que tengan un colegio con un buen nivel, con una ratio baja de alumnos, asistencia médica… Y gimnasio. Estamos viendo posibilidades de relevo generacional que mantengan empleo. Unos negocios bastante rentables con mucha calidad y que se están teniendo que cerrar por falta de relevo son las panaderías.
–¿Confía en poder articular esas políticas públicas también con ayuntamientos y con el Gobierno?
–No creo que vaya a ser fácil nada de lo que tenga que ver con el reto demográfico. Nosotros ya tenemos una estrategia, el Gobierno de España todavía no la tiene. Confiamos en que las diputaciones y los ayuntamientos tengan también una estrategia. Si la Junta hace la guerra por su cuenta, fracasará.
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–Lo que piden los jóvenes para irse a vivir a un pueblo son servicios: colegios, ambulatorios… en algunos casos son servicios que en los pueblos se han cerrado. ¿Cómo se va a articular esta política entonces?
–Nosotros estamos encantados de reabrir colegios, lo que pasa es que los colegios no se pueden abrir por si llegan niños, se abren cuando llegan. En las grandes ciudades uno de los problemas es que la administración siempre va tarde para ir cubriendo las necesidades que tienen los nuevos barrios o las zonas que tienen un crecimiento muy rápido. En los pueblos queremos que ocurra de otra forma. Ojalá podamos recuperar y abrir colegios cerrados porque no había niños o ampliar las plantillas de médicos porque hay más población.
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–¿Cómo se va a asegurar la continuidad de las políticas más allá de la legislatura?
–La estrategia tiene un horizonte de 2025 a 2050, 25 años, que nos parece un horizonte razonable en el que poder hacer unas previsiones que no queden en especulación. Cada periodo mínimo de la estrategia tiene una duración de 5 años. Al cuarto año hay que empezar a hacer un análisis de resultados. Hay una voluntad de estabilidad. No sé quién será el siguiente consejero. Me gustaría que fuera alguien de mi formación política y que tuviera como presidente a Juanma Moreno. Pero aunque no sea así, después de lo que supone el trabajo que exige, estoy convencido de que cualquiera asumiría como propio lo que se ha hecho. El secretario general de Reto Demográfico del Gobierno de España nos ha felicitado por el contenido de la estrategia.
–¿Y los obstáculos presupuestarios?
–En este caso no es tanto un problema presupuestario como de convicción. Este año todavía no se ha presentado el presupuesto para el año 2026, pero estará muy cerca de los 50.000 millones. Esta estrategia, si conseguimos que alcance el 100% de su viabilidad, tiene que determinar qué carreras son prioritarias para Fomento, cuáles son los colegios prioritarios para Educación o los centros de salud prioritarios para la Salud. Es una estrategia transversal.
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–¿Cómo se va a actuar en la Andalucía que crece a ritmo desbocado?
–Requerirá un trabajo más fino, y tenemos que dedicarle los primeros años de la siguiente legislatura a convencer a los alcaldes de las grandes ciudades que más crecen de que hay que subsanar los problemas que genera ese crecimiento. Si tenemos una subida por encima de los dos dígitos en el precio de la vivienda de alquiler en una capital de provincia, es que hay un problema que hay que revertir, porque los sueldos no crecen a ese ritmo y estamos generando una desigualdad que va a afectar a las personas.
–En algunas zonas de explosión demográfica vemos colegios con barracones. ¿Cómo puede acompasarse la política al crecimiento?
–Hay una experiencia de éxito, el Plan Estratégico de Desarrollo de Madrid del año 96 que puso en marcha el presidente Alberto Ruiz Gallardón. Planteaba cosas como soterrar la M30. Entonces había carcajadas. Hoy nadie se ríe y sin esa solución Madrid habría estado condenado a vivir en una ciudad limitada por la M30 que la estrangularía como unas murallas medievales. Para resolver el problema de esa sobretensión necesitamos redes de Cercanías, medidas audaces como generar puntos residenciales disuasorios y bajar el precio de la vivienda. En Málaga, por ejemplo, si somos capaces de ofrecer una vivienda de calidad, asequible y a 20 minutos del centro, habremos quitando tensión al problema de vivienda.
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–¿Cómo afecta la estrategia a la igualdad de oportunidades?
–La política demográfica es una política social. El problema no es que un ciudadano normal no pueda vivir en la calle más cara de su ciudad, el problema es que no pueda vivir ni en la más barata, que eso es lo que está ocurriendo en muchos territorios.
–¿Qué rol va a tener el reto el migratorio en esta estrategia?
–Huelva, Cádiz, Sevilla y en mucha mayor medida Almería y Málaga son las cinco provincias andaluzas donde crece la población. Pues incluso en Málaga, donde más crece la población, mueren más personas que nacen. Eso nos indica que la población crece por la migración. Va a jugar un papel muy destacado, pero desde el sentido común, desde la ordenación y viéndo el lado humano. Almería es un ejemplo. Nadie diría lo que ha ocurrido aquí en los últimos 25 años.
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Justicia
–¿Qué le parece la politización de la justicia?
–A mi me gustaría que todo lo que tiene que ver con la justicia fuese aburrido porque fuese normal, que no oyéramos a políticos en la tribuna del Congreso insultando a jueces concretos o a la judicatura en general, que no viéramos cómo se atenta sistemáticamente contra la independencia de los jueces. Lo que pasa es que el partido que se está viendo acosado por casos la única forma que tiene de salir es generando dudas de las actuaciones judiciales. Es intolerable.
–Antes que en la Junta usted estuvo en el Gobierno. ¿Es la justicia permeable al Ejecutivo?
–La justicia a mi no me genera ninguna duda. Puede que tarde más de lo que nos gustaría. Pero cuando llega, llega, y lo vimos en Cataluña con el 1 de Octubre. Y si un juez se equivoca, existe la posibilidad del recurso. Pero en esto ocurre como en el fútbol, cuando su equipo pierde se le echa la culpa al árbitro.
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