«Nos preparamos para picos que pueden llegar a los 25.000 afectados»

– ¿Qué le va a pedir o sugerir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la reunión telemática de este domingo?

– Recursos económicos y medios materiales. Andalucía partía de una situación de desventaja por una mala financiación autonómica y en esta crisis se agrava aún más. Pediré al Gobierno más recursos para Andalucía, que nos dé el trato que merecemos por población. Y también más medios para la detección del coronavirus y para la protección de nuestros profesionales sanitarios. Ya lo planteé la semana pasada: necesitamos hacer tests masivos para hacer el mayor número de pruebas posibles, ya que hay personas que pueden estar pasando la enfermedad de forma asintomática y, al no saberlo, pueden estar contagiando a otras en su entorno familiar o laboral o al salir a hacer la compra. Hacen falta tests y que sean fiables. Y, por supuesto, todos los medios necesarios para proteger a los profesionales sanitarios, que son los que combaten el virus en primera línea de batalla, exponiendo también su salud. Espero que el presidente de Gobierno sea sensible a estas peticiones, como lo fue cuando pedimos cerrar las fronteras, puertos y aeropuertos.

– ¿Cómo valora la gestión del Gobierno como mando único dos semanas después del estado de alarma?

– Esa valoración se podrá hacer con más precisión al acabar esta crisis, pero la sensación que tenemos es que el Ministerio de Sanidad se ha visto en cierto modo desbordado, al pasar de la noche a la mañana de no tener competencias en gestión sanitaria a asumirlas en todo el Estado. También podemos valorar la actitud de la oposición y de las comunidades autónomas, que, salvo algún caso puntual, está siendo ejemplar. Andalucía está siendo leal con el Gobierno de España. Y, en el caso de mi partido, el presidente del PP, Pablo Casado, está teniendo una actitud responsable. Supongo que Sánchez se estará dando cuenta ahora de lo equivocado de su comportamiento cuando la crisis del ébola, donde hubo una persona contagiada en España y dos fallecidos que se contagiaron en Liberia y Sierra Leona y que fueron repatriados. Está claro que la vida siempre nos ofrece la oportunidad de seguir aprendiendo.

–Ha elevado el tono crítico al Gobierno central. ¿Por qué?

– Nuestro tono es moderado siempre, incluso cuando hay motivos para elevarlo ponemos muchísimo cuidado en las formas. Como cuando le requisaron las mascarillas a nuestro principal proveedor, en lugar de montar en cólera dirigimos una carta al ministro y la situación se arregló más o menos bien. Creo en esa forma de hacer política desde la moderación y el respeto al adversario y, aunque mi equipo me dice a veces que parece que tengo cierta obsesión con las formas, como representante que soy de todos los andaluces, de todos, me hayan votado o no, creo que no puedo actuar de otra manera.

– ¿Cómo es la coordinación entre Gobierno y Junta?

– El Ministerio de Sanidad es la máxima autoridad sanitaria en España, el mando único. Es bueno que todo el mundo lo sepa, para evitar confusiones y polémicas estériles. La Consejería de Salud y Familias está en permanente contacto con el Ministerio, facilitándole toda la información que requieren y solicitando autorización antes de tomar o aplicar decisiones en materia informativa.

– Nuestra comunidad ralentiza la pandemia. ¿A qué cree que se debe?

– El 26 de enero, un mes antes de que en Andalucía se detectara el primer caso, ya habíamos constituido la comisión de expertos del coronavirus en la Consejería de Salud y Familias. Ese detalle denota que nos tomamos esto en serio desde el principio y que hemos actuado con previsión. No digo que otros no lo hayan hecho, me limito a decir lo que hemos hecho nosotros. Ahora bien, nada de eso serviría sin la lección de responsabilidad que están dando los andaluces, a los que agradezco que se cuiden como lo están haciendo, porque cuidándose ellos cuidan de los demás. Y, por supuesto, a los servicios sanitarios, que se están dejando la piel, trabajando con esfuerzo y con una planificación. Por eso no nos cansamos de pedir más medios de protección para ellos y por eso seguimos trabajando para adquirirlos, aunque escasean en el mercado porque la demanda de todos los países es altísima.

– Granada también es un caso singular. Fue la última provincia andaluza en mostrar contagios y ahora es la que presenta mayor tasa de contagiados por cada cien mil habitantes. ¿Se ha analizado esta tendencia preocupante? ¿Sabe a qué puede deberse?

– Sé que los epidemiólogos están analizando todos esos detalles. Es posible que en Granada hayamos tenido contagios importados de otras comunidades cuando al principio de la epidemia cundió la confusión y cierto pánico ante un posible estado de alarma.

– ¿Cómo se están habilitando las 26.000 camas extra que anunció su gobierno? ¿Cuántas hay ya?

– 12.488 son las camas libres que tenemos en los hospitales andaluces a día de hoy (ayer sábado) y 799 camas en UCI. Las más de 26.000 camas extra que podemos habilitar se consiguen poniendo en servicio espacios de hospitales que no se están utilizando por no ser necesario y también mediante la puesta en uso de las residencias de turismo y de estudiantes en Andalucía, así como de hoteles medicalizados.

– Hay casi 800 camas en UCI. ¿Serán suficientes para los picos altos que se prevén de 9.000 a 15.000 afectados?

– Ahora mismo, en torno a un 8% de los contagiados precisan ser ingresados en la UCI. Nuestros planes de contingencia contemplan también la habilitación de más puestos de UCI para ir teniendo preparadas las soluciones antes de que se presente el problema. Esperamos en que, si finalmente el Gobierno nos dota de medios para hacer los tests masivos, la proporción de ingresos en UCI descienda, al contabilizar los positivos asintomáticos.

–¿Qué mensaje transmite a los profesionales que nos cuidan para su tranquilidad?

– Que cuidarlos es para nosotros una prioridad. Que tenemos los equipos de protección que nos marcan los protocolos y estamos permanentemente trabajando para conseguir medios mejores. Que sabemos que sin ellos esta batalla se perdería y, por lo tanto, protegerlos nos obsesiona. Porque sabemos que son héroes, pero no dioses, y que en todo el mundo han enfermado profesionales sanitarios y muchos han perdido la vida por salvar a los demás. Son un ejemplo, porque sufren esta epidemia más que ningún otro colectivo y ejercen su profesión con una vocación y entrega admirable. La sociedad tenemos una deuda de gratitud eterna con ellos.

– ¿Para cuándo los test a los 'sospechosos' de coronavirus que están en sus casas vigilados por los médicos de cabecera? ¿Tiene contabilizados el SAS a estos casos que no entran en las estadísticas?

– Soy un firme defensor de generalizar los controles. Eso aumentará el número de contagios contabilizados, pero nos ayudará a evitar la dispersión del virus, como ha ocurrido con éxito en Corea del Sur. Espero que cuanto antes tengamos tests suficientes para llegar al máximo número posible de ciudadanos y detectar los positivos en aquellas personas que no presenten síntomas. La estadística de contagios varía en función de la capacidad de hacer controles, pero hay otras como la de fallecidos o ingresos en UCI que nos sirven para medir mejor el efecto de la pandemia en un territorio y, en esos parámetros, Andalucía sigue por debajo de la media: un 3% de los fallecidos de España y el 3,8% de los ingresados en UCI son andaluces.

– ¿Será suficiente el decreto con 900 millones de euros para avales y préstamos a las pymes para remontar la crisis económica derivada del COVID-19?

– Ojalá no sea necesario agotar ese crédito pero, si ello ocurriera, tendríamos que abrir una nueva línea. Para este Gobierno es prioritario salvar a las pymes y a los autónomos.

–¿Qué otras actuaciones prepara el gobierno andaluz ante esta crisis?

– En materia económica, no dejamos de buscar vías de ayuda a las empresas y autónomos, pero también a los trabajadores por cuenta ajena. Nos preocupan muchísimo esos más de 250.000 andaluces que se ven ahora mismo afectados por un ERTE, es decir, que han perdido su empleo temporalmente. Es importante reducir al máximo la actividad, para frenar los contagios, pero sin parar del todo, porque entonces arrancar de nuevo sería más difícil. Cuando esto acabe, habrá que poner en marcha un plan de reactivación económica en el que ya estamos trabajando.

– ¿Cuáles para el turismo donde se prevén pérdidas de seis mil millones de euros?

– En turismo se barajan varios escenarios, en función del grado de afectación de la crisis sanitaria y su duración en el tiempo y cada uno de esos escenarios lleva asociadas medidas de promoción, comunicación, asistencia a ferias y acciones inversas. Como usted sabe, en turismo la promoción es vital y Andalucía es una potencia turística. Estamos esperando el momento oportuno para poner en marcha esas acciones y decirle a todo el mundo que el paraíso que es Andalucía sigue abierto y esperándolos.

– Usted se ha mostrado pesimista sobre la posibilidad de recuperar en algo la campaña turística de este verano. ¿Cómo trabaja el ejecutivo para revertir esta situación?

– Soy realista, no pesimista. Una pandemia mundial es el principal enemigo del turismo en todo el mundo. La campaña de verano dependerá fundamentalmente de la duración de las medidas de confinamiento tanto regionales, como nacionales e internacionales. Este año potenciaremos el turismo nacional. Tenemos una herramienta de big-data que registra y nos alerta de cualquier tipo de movimiento en torno al turismo y nos permitirá tomar decisiones en función de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos. Ahora mismo la prioridad es salvar vidas.