Moreno pide a Sánchez una reunión antes que lo haga con el «inhabilitado» Torra

Bendodo ha cuestionado si Sánchez va a recibir antes a alguien «inhabilitado, que se salta la ley, que ha pisoteado el orden constitucional» mientras deja al presidente de la comunidad más poblada «en la sala de espera». El portavoz, no obstante, ha descartado que de reunirse antes con Torra que con Moreno este vaya a darle plante al presidente.

La misiva arranca en un tono cordial. Moreno felicita a Sánchez por su elección y «le desea lo mejor por el bien de España», ha informado Bendodo, anotando que «a algunos radicales la gobernabilidad de España les importa un comino», en alusión a la frase de la portavoz de ERC en el debate de investidura.

El andaluz plantea a Sánchez las cuestiones de las que pretende hablar, entre ellas la reforma urgente del sistema de financiación. Sánchez anunció en su discurso de investidura que esta reforma se hará «sin dilación» y habló de incrementar las partidas de sanidad y educación públicas en un 7% y 5%, porcentajes que se recogen en el documento aprobado por el Parlamento la pasada legislatura con el apoyo de PSOE, PP, Podemos e Izquierda Unida. Aunque Bendodo ha hablado de unanimidad del Parlamento, lo cierto es que Cs se negó a respaldar el documento porque no incluía que se exigiera la supresión del cupo vasco. En aquel texto, que lideró la ahora ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se fijó en 4.000 millones de euros la cantidad adicional que debería recibir Andalucía cada año para equilibrar su financiación según el peso poblacional y los servicios. Moreno recoge esta cantidad en su carta a Sánchez como una de las reivindicaciones a las que Andalucía no renunciará. «No pedimos un céntimo más de lo que pidió la ahora ministra de Hacienda», esgrime Bendodo.

Tampoco renunciará a la entrega cuanto antes de los 537 millones de euros en los que la Junta cifra la deuda pendiente de la liquidación del mes de diciembre de 2017. Este mes quedó descolgado al modificarse el sistema de liquidación de las empresas el citado año por el Gobierno de Rajoy y el de Sánchez prometió actualizarlo en el Presupuesto de 2019, que fue tumbado en el Congreso. Bendodo insinúa que el Gobierno puede haber retenido este dinero de las comunidades para cumplir con el objetivo del déficit estatal. El de Andalucía está en el aire por la falta de este ingreso, dibujado en el Presupuesto de 2019 aprobado en julio aún sin garantías de recibirlo. «Sería un fraude a las comunidades» si no reciben este dinero, apunta Bendodo.

Moreno también pretende exponer a Sánchez que se deje a la Junta salir a los mercados y participar del instrumento fiscal del Gobierno para afrontar el pago de deuda que cumple este 2020. Para ello, el presidente andaluz demandará al jefe de la Moncloa que se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera y que interceda para que Montero, una vez confirmada de nuevo ministra de Hacienda, reciba al consejero andaluz, Juan Bravo. «El que estemos dispuestos a unas relaciones de lealtad no significa que no reclamemos todo lo que corresponda a Andalucía», aduce Bendodo. Andalucía estará en alerta contra la ruptura de la unidad de España y la desigualdad de los territorios. «No vamos a permitir que frente a unas comunidades de primera, haya otras de segunda», enfatiza.

Esta es la tercera carta que Moreno escribe a Sánchez en demanda de una entrevista. A la primera del pasado año en febrero, casi al comienzo de su mandato, hubo una respuesta rápida con fecha de encuentro, pero Moreno no pudo acudir porque debía atender una visita institucional de un alto cargo de la Unión Europea. Luego se convocaron elecciones generales y se suspendió esta entrevista. Moreno volvió a reclamar por carta en otoño un encuentro con Sánchez, que este no atendió debido a su cargo en funciones. Los dos presidentes han coincidido en dos ocasiones, con motivo de la inauguración del AVE de Granada y con la visita a las poblaciones almerienses afectadas por la gota fría el pasado otoño. También hablaron por teléfono pasadas las elecciones generales de noviembre, cuando Sánchez recababa apoyos para su investidura.