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La Universidad de Almería incrementa a trece sus cátedras y a siete los seminarios permanentes

El Vicerrectorado de Postgrado y Relaciones Institucionales redobla esfuerzos para potenciar las sinergias entre entidades y universidad en el ámbito de la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento

Juan Sánchez

Lunes, 14 de octubre 2024, 23:30

La Universidad de Almería, a través del Vicerrectorado de Postgrado y Relaciones Institucionales, está potenciando la investigación mediante la colaboración con entidades y empresas ... lo que ha dado lugar a que en el último años las cátedras hayan pasado de diez a trece y que los seminarios permanentes se hayan incrementado en dos hasta alcanzar los siete. «Esto demuestra que el ritmo de demanda de estas dos estructuras es creciente», advierte el vicerrector Fernando Carvajal.

La cátedra y el seminario es una estructura mixta entre la universidad y una entidad externa a la universidad que «nos permite una colaboración en el ámbito de la docencia, investigación y transferencia muy interesante para ambas partes», señala. De lo que se trata es de dotarla económicamente y de esto se encarga siempre la entidad externa y la universidad lo que aporta es su potencial de investigación, docencia y transferencia de conocimiento. «Al final se encuentran puntos de interés común y se desarrolla la cátedra», advierte Carvajal.

En cuanto a su funcionamiento explica que «se dota económicamente y año a año el órgano rector de las cátedras, que es el consejo asesor, se reúne para dar cuenta de las actividades realizadas en el año anterior y planificar actividades para el año siguiente. Así vienen funcionando diez cátedras que estaban constituidas cuando yo me incorporé, más tres nuevas que hay, y un total de siete seminarios».

El vicerrector de Postgrado y Relaciones Institucionales deja claro que «no hay que ver las cátedras como si fueran competencia entre entidades porque en realidad todo suma». Es cierto que en una misma cátedra «no es normal que haya dos empresas que se hagan competencia, pero no es nada raro que tengamos cátedras que tengan fines similares y que estén financiadas por empresas que en el mercado son competencia». Carvajal asegura que «cuando llegan a la universidad y colaboran con nosotros en este ámbito de conocimiento y académico surgen sinergias entre ellas que no se podían haber dado fuera. De alguna forma nos convertimos en mediadores que propician esas colaboraciones tan interesantes para todas las partes».

Sobre su temática, «hay tan diversas como salud, en la que tenemos cátedras que trabajan en los ámbitos de riesgo cardiovascular, renal y metabólico; tenemos líneas de sostenibilidad y ahí tenemos cátedras de bioeconomía y de recursos hídricos, fundamentales en nuestra provincia. No podía faltar el sector agroalimentario, donde contamos con cátedras que tienen objetivos de agricultura sostenible y regenerativa y también de turismo sostenible e internacionalización». Esas son las líneas temáticas en las que trabajan las trece cátedras que actualmente están en funcionamiento en la UAL. «De las tres últimas que se han incorporado destacar las enfermedades poco frecuentes, que está financiada por la Fundación Poco Frecuentes; una cátedra también del hospital privado HLA Mediterráneo, con lo cual ahí establecemos una sinergia público-privada muy interesante y, por último, una cátedra que se llama Timac Agro, donde se persiguen objetivos de innovación en cultivos hortícolas».

A la hora de poner en marcha una cátedra, el vicerrector argumenta que la iniciativa suele ir en ambos sentidos. «El caso más frecuente es que la empresa tome la iniciativa y se acerque a la universidad con ánimo de cubrir un ámbito que no tienen del todo desarrollado, que es el de investigación, y ven una oportunidad en la cátedra de establecer lazos con la universidad para que le cubra esa parte. También es frecuente que desde la universidad, y desde nuestro vicerrectorado que tiene competencias en relaciones institucionales, se 'salga a la calle' y se haga un recorrido por diferentes empresas e instituciones y se vaya explicando la conveniencia de tener una cátedra, sobre todo cuando vemos posibilidades de tener esa interacción».

En las cátedras que tiene activas la UAL participan instituciones como la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Turismo o Cajamar y empresas propias del ramo de la agroalimentación como Coexphal, Primaflor, Kimitec, Biorizon, Timac Agro o de la salud y la industria farmacéutica como AstraZeneca, Fundación Poco Frecuente y HLA Mediterráneo.

Carvajal desvela que en cuanto a su cifra «existe un techo de cristal que sería cuando se sature nuestra capacidad de investigación, pero no hay un número establecido. Mientras que haya una demanda de la sociedad la universidad va a responder». También hay que tener en cuenta que «hay un proceso de regeneración a lo largo del tiempo, porque una cátedra es una estructura estable en el tiempo que se regula bajo convenios de vigencia largos de cuatro años renovables por otros cuatro años, con lo que no son flor de un día, sino estructuras estables en el tiempo».

A la hora de distinguir entre cátedra y seminario, lo cierto es que no existe un gran distanciamiento. «La diferencia entre la cátedra y el seminario es que la cátedra está financiada con un compromiso permanente por parte de la empresa, mientras que el seminario tiene una financiación que puede fluctuar a lo largo del tiempo. Pero en esencia son lo mismo si, obviamente, quitamos el compromiso estable y constante de la empresa a lo largo de los años».

El vicerrector apunta que las cátedras relacionan entidades con universidad a nivel de grupos de investigación. «En el órgano rector de la cátedra, que se llama consejo asesor y es paritario, hay el mismo número de personas de la universidad que de la empresa, y desde la universidad lo que hacemos es buscar investigadores y profesores relacionados con el ámbito afín a la cátedra. Las actividades que se desarrollan a lo largo del tiempo de vigencia a veces son de formación, pero no siempre porque también hay generación de conocimiento y transferencia del mismo. Actividades típicas de una cátedra son proyectos de investigación como tal, pero también interacciones entre directivos de empresas y profesores universitarios, premios a trabajos fin de máster, grados y tesis doctorales, se hacen eventos de comunicación y de transferencia como jornadas, congresos...».

Estas propuestas hacen que la universidad alcance una mayor visibilidad, porque «te ponen en medio y te elevan la evolución de lo que es la producción científica de la universidad. Concibo la cátedra como un instrumento por el cual la universidad revierte a la sociedad ese retorno social al que está obligado darle. Nosotros nos debemos a nuestra sociedad, a nuestro entorno social cercano, a nuestra provincia de Almería y la cátedra es la herramienta que utilizamos de las más efectivas para ese fin de retorno a la sociedad», asevera Carvajal.

Hasta la Universidad de Almería han llegado la farmacéutica AstraZeneca y otras multinacionales movidas por su interés de «dar un valor añadido a sus productos y a su línea de negocio a través de prestigiarse con una universidad pública que es conocida y que tiene líneas de investigación muy interesantes dentro de su ámbito de actuación. Compartimos una imagen de prestigio entre las dos entidades y eso es un interés común».

En cuanto al futuro, Carvajal se muestra prudente, aunque reconoce que «tenemos siempre alguna cátedra en la cocina». La UAL acaba de firmar un convenio general de colaboración con la Escuela Andaluza de Salud Pública, en cuya declaración de intenciones figura la posibilidad de poner en marcha una cátedra conjunta. «El Ayuntamiento de Almería también tiene interés de ponerse en marcha en este sentido y nos encantaría también colaborar con la Autoridad Portuaria. Estamos intentando intensificar esfuerzos dentro de este ámbito y seguro que vamos a tener resultados muy pronto».

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