Los robots soldado, los aliados en primera línea de la batalla
Ejército ·
La base de la Legión acoge un ejercicio para enseñar los avances en la robotización ante posibles conflictos del futuroLa tecnología y la innovación aplicadas a los conflictos armados del futuro están avanzando a pasos agigantados. El Ejército de Tierra continúa implementando todos los ... conocimientos aplicados a un entorno realista de cara a posibles conflictos. El campo de maniobras y tiro Álvarez de Sotomayor ha celebrado este jueves un ejercicio para evaluar las capacidades en sistemas aéreos y terrestres no tripulados, guerra electrónica, sistemas antidron, municiones merodeadoras y soluciones de comunicaciones satelitales y 5G, en un entorno táctico que propone reproducir con realismo las condiciones de enfrentamiento en el campo de batalla moderno.
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IDEAL ha acompañado al Ejército en este ejercicio enmarcado dentro de su Campaña de Experimentación Táctica 2025, organizada por el Centro de Fuerza Futura 2035 de la División de Planes del Estado Mayor del Ejército y que cuenta con la colaboración de la Brigada 'Rey Alfonso XIII' II de la Legión como unidad experimental.
Y es que en la primera línea de los combates del futuro estarán los soldados robot, creados por 20 empresas españolas, en su mayoría pymes, que colaboran con el Ejército. Los 'militares tecnológicos' pretenden ser armas aliadas de cara al futuro y actuarán bajo la coordinación y experiencia de los militares.
Durante el ejercicio, que se ha prolongado durante toda la mañana, participaron 25 observadores internacionales y pudieron comprobar la recreación de las posibles situaciones de combate. Entre ellas, un dron terrestre (UGV) que ha realizado unas prácticas de tiro en modo ráfaga y, un cuadrúpedo también ha demostrado su habilidad en una orografía escarpada y atacando con un arma.
También se ha visualizado a un modelo UGV que puede colaborar de cara a una evacuación de una baja y, en otro ejemplo, las empresas probaron el lanzamiento de drones kamikazes contra un vehículo. De las tecnologías exhibidas fueron aportadas por las empresas españolas Alisys, Sener, Einsa, Menpro, Arquimea, Plus Ultra, Atika, Asedios, Escribano, Sateliot, Drone Tools, Briex, entre otras.
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Los objetivos que se pretenden con este ejercicio han sido entender el escenario robotizado y los medios que se emplearán, ya que, según explicaron, en el nuevo campo de batalla surge el concepto de «la franja robótica», una franja de terreno de más de veinte kilómetros de anchura, que va a sustituir a la tradicional línea de contacto, donde la tecnología ocupa progresivamente el lugar del combatiente en las zonas de mayor riesgo.
El coronel Alberto Quero, jefe del Centro de Fuerza Futura 2035 del Estado Mayor del Ejército, ha expuesto que «la robotización está llegando a un límite en el que la proliferación de sensores y de robots está haciendo prácticamente imposible la presencia del ser humano, del combatiente humano».
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Por ello, los drones, robots terrestres, sensores inteligentes y municiones autónomas han demostrado la capacidad de interactuar entre sí para detectar, fijar y neutralizar amenazas, desplazando el contacto directo humano hacia posiciones más seguras en retaguardia.
El propósito de esta experimentación es que las unidades del Ejército de Tierra comprendan como potenciar su propia eficacia y eficiencia, integrando la robótica y la inteligencia artificial, con el fin de ampliar el alcance de los efectos y proteger la vida de su personal.
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Además, han resaltado la innovación y la colaboración de la industria nacional junto al Ejército de Tierra, «una industria nacional que aprende» de su mano en esta campaña de experimentación táctica, permitiendo así consolidar «un modelo de colaboración directa con la industria nacional», en este caso con las más de veinte pequeñas y medianas empresas y start-ups nacionales, que aportaron sus medios sobre terreno para validar conceptos de empleo y procedimientos de las unidades operativas.
Esta cooperación permite entender por parte de las empresas nacionales lo que el Ejército necesita, y a su vez desarrollar conceptos de empleo, generar lecciones aprendidas y ajustar los desarrollos industriales a las verdaderas necesidades del combate moderno. Este ecosistema de innovación compartida refuerza la autonomía estratégica de España y consolida la relación Ejército-industria como un pilar esencial para la transformación hacia la Fuerza 35.
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El ejercicio, entre otros aspectos, ha supuesto una «oportunidad única» para unir a medios de la industria con unidades militares en un campo de maniobras y poder analizar las condiciones de enfrentamiento en un campo de batalla moderno y tecnificado, ya que, en palabras del coronel, este es «uno de los aspectos que más están destacando en el conflicto de Ucrania».
Finalmente, el jefe del Centro de Fuerza Futura ha resaltado la participación de las empresas españolas, en un 99 por ciento, y que les permite trasladar las necesidades de Defensa como para comprobar qué puede «dar de sí la industria». También, ha valorado de una «mejora importante» el ejercicio con los efectuados el pasado mes de junio y confía en que la próxima campaña de experimentación, prevista para abril del año que viene, permita ir incluso «un paso más allá».
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«Bajas cero»
El teniente coronel Francisco Olivares, del Centro de Fuerza Futura 2035 de la División de Planes, ha destacado la capacidad de las empresas para desarrollar productos «diferenciales» para la lucha en el «campo de batalla transparente» mediante el uso de drones, contradrones y robots así como su conectividad para su dirección por parte del conjunto de la unidad.
Olivares ha valorado que el nuevo escenario obliga a una formación tecnológica de los soldados, ya que ellos estarán «detrás de cada robot». «Van a seguir existiendo nuestros hombres, estarán mejor preparados», ha afirmado para aseverar que los 'robots soldado' contribuirán a preservar la vida humana. «Lo que lanzaremos serán los robots a vanguardia y desde atrás serán controlados esos robots para poder combatir», ha matizado como elemento a tener en cuenta para lograr objetivos de «bajas cero» ante un conflicto armado.
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Visiblemente importante ha sido el papel de La Legión así como la colaboración de la Brigada 'Rey Alfonso XIII' II para impulsar a través de la Brigada Experimental 2035 los avances técnicos. «Sin el compromiso y la participación de la Legión esto no sería posible», ha subrayado Quero, recordando que será este cuerpo el que adopte a final de año «la plantilla experimental» que servirá de base para el trabajo de todas las brigadas del Ejército de Tierra.
Desde el Ejército han valorado «la colaboración con organizaciones internacionales y fuerzas aliadas, que favorece esta interoperabilidad, el intercambio de lecciones aprendidas y la adopción responsable de soluciones comunes», asegurando que la actividad «contribuye a la defensa colectiva».
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