Ana Julia llega en un furgón de la Guardia Civil al centro penitenciario de El Acebuche. EFE

La presunta asesina de Gabriel pasa su primera noche en la cárcel y hoy estará con el resto de presas

El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería le imputa los delitos de asesinato, detención ilegal y contra la integridad moral

Fran Gavilán

ALMERÍA

Viernes, 16 de marzo 2018, 01:23

La operación bautizada como 'Nemo', como el famoso pez de la factoría Pixar de la película de 2003, en homenaje al 'pececillo' Gabriel, ayer vivió ... una de sus últimas imágenes: el ingreso en prisión de Ana Julia Quezada, autora confesa del crimen del niño de tan sólo ocho años. La instantánea puso punto y final a 17 días de angustia que han mantenido a todo el país en vilo y ha creado una conmoción social poco antes vista.

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El titular del juzgado de instrucción número 5 de Almería, Rafael Soriano, solo necesitó escucharla 45 minutos para enviarla a prisión por los más graves delitos que se le podían imputar: detención ilegal (secuestro) de Gabriel, su asesinato premeditado y un delito contra la integridad moral por haber ejercido «violencia física y psicológica» contra una persona de su entorno más cercano.

La autora confesa repitió ante el instructor casi punto por punto la misma versión que dio ante la Guardia Civil el pasado martes tras derrumbarse: que Gabriel la intentó agredir con un hacha en Rodalquilar y que su muerte fue accidental tras un forcejeo. El juez no la creyó.

Pasadas las 14.30 horas de la tarde un furgón de la Guardia Civil, escoltado por varias patrullas, trasladó a Ana Julia Quezada hasta el centro penitenciario de El Acebuche. Este será el destino más inmediato de la ya presa y el primer contacto que tuvo con la prisión almeriense fue el módulo de Ingresos. En esta ubicación pasará las primeras 24 horas y entre otras aspectos será sometida a un reconocimiento médico, se le explicará las normas que rigen en el centro penitenciario y será entrevistada por un equipo multidisciplinar, entre los que se encuentra un trabajador social o un psicólogo, tal y como es habitual con la llegada de todos los nuevos internos.

Según las fuentes consultadas por este periódico, Ana Julia abandonará este aislamiento con el resto de presas esta misma tarde, coincidiendo con las primeras 24 horas de estancia en prisión. Será entonces cuando sea trasladada al módulo de mujeres, con el objetivo de «normalizar» su estancia en el menor periodo de tiempo posible.

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Esteban Hernández, el abogado que ejerce la defensa de la autora del crimen del pequeño Gabriel, resaltó que la presa convivirá con el resto de presas con total normalidad. «Velarán perfectamente» por su seguridad, como hacen con cualquier interno, al tiempo que destacó la «profesionalidad» de los funcionarios que realizan su actividad en la prisión provincial. De hecho, la dirección de la prisión instaurará distintas medidas para garantizar que no se produzca ningún altercado con la llegada de Ana Julia, además de que el centro «cuenta con todos los elementos arquitectónicos y normativos» para evitar que se produzcan dichas alteraciones.

El ingreso en prisión de la mujer acusada de acabar con la vida del pequeño Gabriel, crimen que ha conmocionado a todo un país, pone punto y final a la estancia de Ana Julia en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería. Un total de 96 horas en las que la ya interna de El Acebuche se derrumbó y confesó el crimen, al igual que se ratificó ayer en sede judicial.

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Declaración «inverosímil»

Los atestados de la Guardia Civil sobre esa declaración, que la Unidad Central Operativa (UCO) considera «inverosímil», revelan, entre otros aspectos, que la asesina adujo que hizo desaparecer el cuerpo del pequeño para ahorrarle el dolor a Ángel Cruz, padre del niño y su pareja, de saber que su novia había matado a su único hijo.

«Enterré el cadáver porque no quería hacer daño a Ángel. Así, él no sabría nunca lo que había pasado», llegó a afirmar en un momento de su declaración.

«Cuando estaba muerto me di cuenta de que tenía un problema importante. Saqué el paquete de tabaco y me fue un cigarrillo. Cogí una pala y lo enterré», son otras de las frases pronunciadas por la asesina.

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Según su relato, se llevó a la finca de Rodalquilar al niño porque Gabriel no llegó a entrar en casa de sus primos aquel 27 de febrero, tal y como había anunciado la propia víctima. «Me asomé y vi que estaba jugando con un hacha». Ana Julia sostuvo ante los guardias que le recriminó que estuviera jugando con la herramienta y que intentó quitársela. «El niño me insultó y me dijo que no era su madre y que no le mandaba», apuntó la víctima en un relato que los investigadores no creen. Después se produjo el desenlace final con la muerte y la sepultura del pequeño Gabriel a manos de Ana Julia.

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