Un consejero de Elsur declara que el papel de Enciso era «formal» con «acotaciones puntuales»
La acusación mantiene que el exalcalde y su exinterventor habrían consentido las actividades ilegales de la empresa mixta
EUROPA PRESS
ALMERÍA
Viernes, 26 de febrero 2021, 00:04
El presidente de Befesa, Javier Molina, quien ostentó el cargo de consejero de la Empresa Mixta de Servicios Municipales (Elsur) de El Ejido entre 1995 ... y 2004, definió ayer el papel del exalcalde Juan Enciso en el seno del consejo de administración como «formal» y dijo que «solía intervenir puntualmente, haciendo acotaciones a las explicaciones que daba el gerente de Elsur al seguimiento de determinados trabajos».
«Enciso era el presidente del consejo de administración pero no era una presidencia ejecutiva, era formal, y, al margen de las acotaciones basadas en sus conocimientos del municipio al gerente, poco más hacía», trasladó ayer Molina a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción en su declaración como acusado en el macrojuicio del caso 'Poniente' por una presunta trama de corrupción política y empresarial que habría detraído de las arcas municipales de El Ejido más de 71,1 millones de euros entre los años 2002 y 2009.
Cabe recordar que las acusaciones mantienen que el exregidor, junto al exinterventor municipal José Alemán, habrían consentido las actividades ilegales que se llevaban en el seno de la empresa mixta «a cambio de prebendas». Ellos, según el fiscal, habrían «permitido el lucro ilícito» del resto de miembros de la supuesta trama «haciendo caso omiso de sus obligaciones de fiscalización y control para con los fondos públicos del municipio».
El presidente de Befesa también se refirió a Alemán, a preguntas del fiscal, y aseguró que «no tenía ningún papel, ni ningún cargo en Elsur». «Era consejero a propuesta del Ayuntamiento con un gran conocimiento sobre la situación financiera, que sobre todo intervenía para aclarar plazos de pago, o describir cómo se iba regularizando la deuda. No tenía ninguna intervención relevante y solo intervenía cuando el gerente hablaba de temas técnicos», remarcó ante el tribunal de la Sección Tercera presidido por la magistrada Társila Martínez.
Molina declaró junto a Justo Bolaños, consejero de Elsur y director de administración de Agua y Gestión entre 2004 y 2014, y el también miembro del consejo de administración, Antonio Marín en la cuarta sesión de la vista oral en la que se les atribuye presuntos delitos de cohecho, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos, y delito contra la hacienda pública, entre otros.
Los tres coincidieron, en la misma línea apuntada por los exconsejeros de Elsur por parte del socio privado o Grupo Abengoa que les han precedido, en que el consejo «no tenía funciones ejecutivas» y en que el director general o gerente «tenía las competencias delegadas» y «decidía sobre las subcontrataciones» bajo sospecha en el juicio, si bien han matizado «que nunca se hizo reproche a su gestión».
«Por lógica, un consejo de administración que se reúne 11 veces al año no puede autorizar los contratos, adquisiciones y suministros por el elevado número diario», señaló en este sentido el presidente de Befesa, quien añadió que, en su condición de consejero, «tenía conocimiento, por supuesto, de que se hacían subcontrataciones porque esa obra fuera de canon no podía ser asumida por los recursos de Elsur, eran obras imprevistas, pero esas subcontrataciones nunca pasaron por el consejo, ni se aprobaron, ni se autorizaron».
Antonio Marín señaló al respecto en su declaración que esa delegación «para la gestión ordinaria de la sociedad y el 'día a día' era habitual en Abengoa y se ha sumado a que, en el seno del consejo de administración, había un «ligero conocimiento pero sin detalle» de las subcontratas pero «no de cómo se seleccionaban ni de cuál era la mecánica de contratación».
Justo Bolaños declaró que en el consejo de administración, entre otras cuestiones, sí se abordaba la situación de tesorería de la empresa mixta, «normalmente alarmante siempre debido a la falta de pago en tiempo y forma del cliente principal, que era el Ayuntamiento de El Ejido» y afirmó que, a su juicio, «no tenían motivos para sospechar que la facturación» que se hacía a Elsur «no correspondieran a conceptos reales y valorados a precios de mercado como atestiguan las cuentas anuales y las auditorias».
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