Jijona resalta un turrón artesanal de Almería: «Es un descubrimiento total para nosotros»
La familia Mesas lleva 40 años elaborándolo con miel de sus colmenas, almendras de sus almendros, leña de sus árboles, huevos de sus gallinas y limón rallado de sus limoneros.
David Roth
Almería
Jueves, 27 de noviembre 2025, 13:20
La tradición del turrón es mucho más que una costumbre; es un legado que sigue vivo, una conexión entre el pasado y el presente. En ... el corazón de esta tradición, un pequeño pueblo de la Sierra de Los Filabres, Olula de Castro, se ha mantenido como uno de los principales referentes de la elaboración artesanal de este dulce manjar. Aquí, la receta ha pasado de generación en generación, pero siempre con la misma base: almendras, miel y una dedicación que se ha transmitido a lo largo de los años.
Lo que hace único al turrón de Olula de Castro no es solo la calidad de sus ingredientes, sino el proceso de elaboración, que sigue siendo mayoritariamente artesanal. Las manos expertas de los turroneros del pueblo se encargan de seleccionar las almendras más delicadas, provenientes de los campos que rodean la Sierra de Los Filabres. Estas almendras, que crecen bajo el amparo del benévolo sol almeriense, son conocidas por su sabor suave y su textura crujiente, características que las convierten en el ingrediente esencial del turrón.
La miel, otro de los pilares de la receta, es recolectada en las colmenas aldeañas, pues la apicultura también goza de historia en el municipio, y la miel natural almeriense, es el complemento perfecto para equilibrar el sabor de las almendras y aportar ese toque dulce que tanto gusta.
El proceso artesanal lo acompaña. Cada pieza es cocida con sumo cuidado, a fuego lento, como lo hacían los abuelos de los actuales turroneros. Aunque la maquinaria moderna ha llegado para facilitar parte del proceso, la esencia sigue siendo la misma, y el turrón, el de siempre.
La trilogía del turrón
La variedad se elabora en Olula de Castro es amplia. El turrón duro de almendras es, quizás, el más representativo de la localidad, con su textura crujiente y su sabor profundo es elaborado siguiendo la receta más tradicional.
Pero Olula de Castro también ha sabido adaptarse a los tiempos, y el Turrón a la Piedra es un claro ejemplo de esa adaptación. Con el toque especial de la canela, este ha conquistado a aquellos que buscan algo diferente, pero sin perder la esencia del turrón tradicional. De textura algo más suave, tiene un sabor especiado que lo hace único y perfecto para quienes disfrutan de un toque más aromático.
Otra de las joyas de la turronera de Olula de Castro es el turrón blanco, que se caracteriza por un sabor más suave y una textura más fina. Este turrón, también de receta familiar, tiene un sabor rústico, pero igualmente delicioso, y se ha convertido en el preferido para quienes buscan un dulzor más delicado.
Reconocimiento de Jijona
La marca Jijona, conocida mundialmente por su turrón, ha destacado en su blog el turrón artesanal de Olula de Castro. En una de sus publicaciones, el blog Made in Jijona resalta cómo este pequeño pueblo de la Sierra de Los Filabres sigue cocinando su turrón a fuego lento, usando la tradicional leña de almendro y olivo.
En su publicación, Jijona señala la importancia de este proceso artesanal, que sigue siendo llevado a cabo por la familia Mesas, quienes llevan más de 40 años elaborándolo con las almendras y miel propias de su finca. «Resulta que la familia Mesas lleva 40 años ininterrumpidos elaborando dicho turrón artesano con miel de sus colmenas, almendras de sus almendros, leña de sus árboles, huevos de sus gallinas y limón rallado de sus limoneros», desgranan desde la turronera alicantina.
Los miembros de la familia Mesas comienzan a elaborar el turrón a principios del mes de noviembre y continúan hasta que concluye la Navidad, a primeros del año siguiente. «Dicen que no lo hacen por dinero, sino por una tradición, ya que cada año les hacen pedidos. Elaboran cada Navidad unas ocho toneladas, en tabletas de medio kilo», destacan.
Prosiguen en el blog turronero que «los Mesas dicen que su secreto para el buen turrón artesano de Olula de Castro son tres variables: paciencia, cariño e ingredientes de primera calidad. Y que las almendras se añadan en el momento adecuado y en la cantidad perfecta que admita la melaza preparada previamente en el perol. Moviendo a mano, durante cuatro años, con las punchas, palas o aparejos de madera, también propia».
Además, detallan que «quienes han probado este turrón, que tiene la textura del típico turrón duro, dicen que se deshace en la boca sin masticar y que su sabor a miel y almendra tostada es muy intenso».
Jijona finaliza su análisis detallando que se trata de «un descubrimiento total para nosotros, teniendo en cuenta que aún se cuece la miel, el agua y el azúcar a llama viva de leña de almendro y olivo de la finca de les Mesas».
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