El Vícar Goya vuelve a sonreír con el balonmano

El cuadro de Agustín Collado salió muy concentrado, consciente de que no puede permitirse más tropiezos si quiere seguir dependiendo de sí mismo para terminar entre los dos primeros clasificados y, con un 7-0 de inicio, dejó más que patente su superioridad frente a un equipo, el granadino, que se vio sorprendido por el ímpetu de las locales. La buena defensa vicaria fue una constante en este duelo andaluz, y fue clave para que el Vícar Goya no pasase apuros en esos minutos de más espesor en ataque.

Al descanso se llegó con un 17-8 que dejaba todo virtualmente sentenciedo de cara a la segunda parte. No sólo por la gran ventaja que acumularon las de Agustín Collado, sino por las buenas sensaciones que estaban experimentando sobre la pista en el que era su regreso al pabellón Moisés Ruiz.

En la segunda parte, tal y como se esperaba, el dominio almeriense continuó, aunque menos pronunciado. El Universidad de Granada sacó su orgullo e intentó reducir diferencias, pero no lo consiguió. Lo único que evitó fue que la distancia en el marcador aumentase tan rápidamente como sí lo hizo en la primera parte. El 27-17 final fue una demostración de la superioridad de las locales, que se despidieron de su público ante una cerrada ovación y con sonrisas de satisfacción y alivio.