Tarde para la ira arrasa en el 'primer' Fical

El filme de Arévalo ha copado prácticamente todas las categorías de la sección Ópera Prima, la gran revolución de este nuevo formato de Festival tras el cambio de imagen corporativa y de nombre, dejando únicamente el premio al mejor guión a David Cánovas, José Amaro Carrillo y Alberto García Martín, por La punta del iceberg, y el segundo premio del certamen de largos, que fue a parar al largometraje 100 metros, dirigido por Marcel Barrena y que ha devuelto a la gran pantalla a la pareja de actores de Dani Rovira y Karra Elejalde.

Ante la ausencia de Raúl Arévalo, la productora Beatriz Bodegas -muy elogiada por los dos intérpretes durante su agradecimiento por el premio- fue quien subió a recoger los galardones a mejor película y director. Bodegas felicitó «a un equipo con un talento maravilloso y a un casting que se dejó la piel en este proyecto». La productora también agradeció «a todos los que hicieron posible esta película» y tuvo unas palabras especiales para Raúl Arévalo por haber sacado adelante «un proyecto que llevaba ocho años gestándose».

Por su parte, Luis Callejo también agradeció a Raúl Arévalo la confianza depositada en su trabajo, y Ruth Díaz, visiblemente emocionada, se enorgulleció por haber sido «el color favorito del jurado» y, sobre todo, porque «Raúl Arévalo fue mi Rey Mago porque confió en mí en un momento en el que estaba a punto de tirar la toalla y el día después de Reyes».

Por su parte, en el Certamen Internacional de Cortometrajes -alma máter del festival y matriz de lo que ahora, casi dos décadas después, ha llegado a ser- el director catalán Juanjo Giménez, cuyo trabajo, Timecode, resultó premiado con el premio al mejor cortometraje internacional del principal certamen del Fical, aseguró que es un «militante del cortometraje», a la vez que defendió con vehemencia el papel de festivales como el almeriense, «muy importantes para los cortos». «No me canso de defender los cortos pero hay que sacarlos de los festivales, llevarlos a las televisiones públicas, devolverlos a las salas, llevarlos a Internet», manifestó Giménez, quien también «amenazó» con «seguir haciendo más cortos» y regresar en próximas ediciones al Festival Internacional de Cine de Almería.

Dentro del Certamen Internacional de Cortometrajes, el premio Cecilio Paniagua a la mejor fotografía fue para la islandesa Marianne Bakke Fnf, en Rainbow party, de la directora Eva Sigurdardottir, y Darío Pérez Moreno se alzó con el premio Gil Parrondo a la mejor dirección artística por Portrait of a wind-up maker, de Darío Pérez Moreno.

La gala tuvo lugar en un Auditorio Maestro Padilla completamente lleno y, pese a tener una duración de casi dos horas y media no cayó en el tedio. De ello se encargaron los propios premiados, que hicieron guiños a situaciones personales. Como el actor Sergio Arrospide, galardonado con el premio a la mejor interpretación en un cortometraje andaluz. Dedicándole el premio a su pareja, le lanzó un mensaje cargado de ironía y gracejo: «Sé que hay meses que no puedo ayudar demasiado a pagar el alquiler. Pero por lo menos, con premios como este, ayudo a decorar las estanterías». Pero también el actor gaditano Álex O'Dogherty, que además de pinchar con temas de actualidad y de sacar la carcajada con guiños a la traducción simultánea al lenguaje de signos, supo ganarse al público recordando el 50 aniversario de El bueno, el feo y el malo y de la canción Strawberry fields forever, compuesta por John Lennon en la capital almeriense.

La gala fue conducida por la actriz y presentadora Cayetana Guillén Cuervo, quien aprovechó su situación en el atril para agradecer a Radio Televisión Española (RTVE) su apuesta por el cine español «pese a cambios de gobierno, a la crisis y a los recortes» y rememoró, tras recibir un galardón por su apoyo a Fical, sus 18 años al frente del programa Versión Española, de La 2, todo un referente de la difusión cinematográfica española. «Sin RTVE, no habría cine español», dijo la actriz madrileña.

Fical cerró su decimoquinta edición -tras su redenominación desde Almería en Corto- con un homenaje a la carrera del actor José Coronado. Por la mañana, Coronado destapó el segundo lucero del Paseo de la Fama de Almería durante este año tras el de Catherine Deneuve. Y por la noche recibió la ovación de honores a una carrera en la que destaca dos grandes rodajes en tierras almerienses, el del film Poniente (de Chus Gutiérrez) y el de La vuelta de El Coyote (de Mario Camus).

Fue precisamente la directora de Poniente la que se encargó de presentar en el cierre de Fical a un Coronado humano, grande ante la cámara y también detrás de ella, «una persona que es capaz de ser un montón de personajes y sentimientos». Además, tuvo el detalle de entregarle en el escenario un cartel elaborado por un dibujante granadino mientras rodaban algunas escenas en los invernaderos de Motril. «Lo he guardado esperando el momento idóneo para dárselo a Jose», dijo emocionada.

Coronado, tras una jornada vertiginosa de actos públicos y contactos con la prensa, agradeció enormemente este homenaje a una carrera de 30 años vinculada al cine y a la televisión, y trasladó que «desde ayer», por el viernes, venía experimentando «sentimientos espectaculares» con el recibimiento que tuvo en la provincia. «Que sepáis que tenéis un embajador en mi persona y llevaré a Almería en mi corazón hasta mi muerte».