Así será el entierro de Los Coloraos: solemne, con la presencia del Gobierno y con traslado de honores
La ceremonia de inhumación tendrá lugar mañana jueves a las 10 de la mañana en la plaza de la Constitución de Almería capital
Bernardo Abril
Almería
Miércoles, 8 de octubre 2025, 15:02
Han hecho falta más de 200 años de la gesta. Pero Almería será por fin protagonista de un acto de alta carga simbólica: los restos ... conocidos como los Coloraos, mártires del liberalismo almeriense del siglo XIX, serán reinhumados bajo el monumento conmemorativo de la plaza de la Constitución -la Plaza Vieja-. Se trata de una restitución histórica largamente reclamada por colectivos de memoria democrática y también por algunos activistas locales.
La ceremonia cuenta con un programa oficial cargado de solemnidad y simbolismo, con el objetivo de restaurar el vínculo entre el monumento y las víctimas que homenajea. El acto comenzará por la mañana en el cementerio de San José y Santa Adela, lugar donde actualmente descansan los restos exhumados. Está prevista una marcha solemne hasta el monumento, con la participación de representantes institucionales, asociaciones de memoria, familiares y ciudadanía. En el recorrido se ofrecerán breves intervenciones históricas y momentos de reflexión.
A su llegada al monumento de la plaza de la Constitución, se celebrará una ceremonia oficial con ofrenda floral, discurso de autoridades (municipales y autonómicas) y momentos de silencio por las víctimas. La música —instrumental, con piezas alusivas al siglo XIX— acompañará la ambientación del acto, que será guiado por el comunicador Rafael López, jefe de informativos de Interalmería Televisión. Como cierre simbólico, los restos serán depositados en una cripta preparada bajo el monumento, con una placa conmemorativa y una leyenda que evocará los nombres de cada uno de los Mártires de la Libertad.
También se anticipa que, tras el acto público, se inaugurarán nuevos elementos de señalización e información junto al monumento -como podrían ser paneles explicativos, mapas del desembarco liberal de 1824, biografías de los fusilados y textos conmemorativos-. En conjunto, el programa busca no solo un momento simbólico, sino una puesta en valor permanente de la memoria democrática de Almería.
Los restos, encontrados por la investigación de Ravassa
Tras años de investigación local, de la historiadora Carmen Ravassa, los cuerpos —ubicados durante décadas en nichos sin identificar en el cementerio— han sido identificados como correspondientes con los Coloraos gracias a estudios arqueológicos, cotejos históricos y análisis forenses.
La restitución no es solo simbólica, sino que busca enmendar un olvido: durante años, los restos no descansaron bajo el monumento que los recordaba, como lo había hecho cuando el cenotafio se instaló originalmente en el lugar de su fusilamiento, en la Rambla de Belén -en la zona conocida popularmente como La Gloria- sino en el cementerio municipal. El monumento actual es una réplica no exacta del original, reconstruido en 1988 tras su demolición por las autoridades franquistas.
El monumento fue designado como Lugar de Memoria Democrática en 2024, lo que impide su traslado o alteración sin consultarlo con las instancias correspondientes. Ese estatus legal fortalece la idea de que los restos deben reposar en el lugar simbólico, en la plaza de la Constitución, norma magna de limitación del poder real cuya defensa les costó la vida. En años anteriores hubo propuestas de trasladar el monumento a ubicaciones como el parque Nicolás Salmerón, lo que desató enfrentamientos políticos.
El acto de restitución será testimonio público de reparación histórica hacia figuras que lucharon contra el absolutismo —los Liberales de 1824— y que este paso es visto por muchos como una reivindicación colectiva: devolver simbólicamente los cuerpos al sitio que siempre les correspondió. La medida adquiere especial significado en el marco de la Ley estatal de Memoria Democrática, que promueve la recuperación de la memoria de quienes lucharon por la libertad y la reinserción de estos episodios en el relato público.
Significado simbólico y perspectiva institucional
El acto del próximo 9 de octubre no será solo un momento de recuerdo, sino una restauración simbólica de derechos: recuperar los restos y depositarlos bajo el monumento implicará cerrar una deuda con las víctimas del liberalismo decimonónico. La marcha desde el cementerio hasta el monumento convertirá el traslado en rito colectivo, donde la ciudadanía tiende puentes con su pasado y reivindica valores democráticos.
El hecho de que el monumento esté calificado como Lugar de Memoria Democrática le confiere protección jurídica frente a alteraciones arbitrarias. Con ese marco, modificar su ubicación o estructura requeriría informes y autorizaciones específicas. Esta condición legal da impulso a que el destino de los restos sea precisamente «bajo el monumento», y no otro lugar.
El monumento en sí —réplica inaugurada en 1988, de mármol blanco de Macael— se erige en la plaza de la Constitución como símbolo permanente de la memoria liberal. En su diseño se inspiró en modelos neoclásicos y funerarios del siglo XIX. La historia del monumento, con sus destrucciones, reconstrucciones y debates sobre traslados, refleja las disputas culturales y políticas sobre memoria en Almería.
La decisión de depositar los restos de los Coloraos bajo la base del monumento no es arbitraria: implica restablecer la correspondencia física y simbólica entre los homenajeados y el monumento que representa su legado. En ese sentido, el evento aspira también a reforzar la presencia pública de la historia liberal local, recuperar nombres de los fusilados (muchos de los cuales habían caído en el anonimato) y fomentar la conciencia ciudadana.
Expectativas, desafíos y reacciones
Se espera que el acto cuente con una amplia asistencia de público, autoridades locales, autonómicas y organismos de memoria. Entre ellos estará el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, la alcaldesa María del Mar Vázquez, el subdelegado del Gobierno, José María Martín y la subdelegada Aránzazu Martín. Asimismo, la participación ciudadana será clave para que el acto no quede como mera ceremonia protocolaria, sino como punto de partida para iniciativas de memoria permanente: actividades escolares, exposiciones históricas, publicaciones y difusión cultural para mantener viva la memoria de los Coloraos.
El 9 de octubre marcará un hito en la memoria de Almería: los restos de los Coloraos reencontrarán un lugar simbólico de descanso bajo el monumento que los homenajea. Ese gesto —combinado con discursos, ofrendas florales y participación ciudadana— aspira a cerrar una herida histórica, recuperar un pasado de lucha liberal y reforzar el compromiso con la memoria democrática.
Mientras el tarjetón oficial fija el cronograma del día y el itinerario del acto, la información amplificada por Ideal arroja contexto histórico y legitima socialmente la restitución como un acto de justicia simbólica. En conjunto, la noticia que se avecina el 9 de octubre será tanto un momento de acto público como un nuevo capítulo en la memoria viva de Almería.
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