Ramón Fernández-Pacheco
El consejero confía en que la lucha integrada sea la solución ante los retos que se abren por nuevos virus y plagas en la agricultura almeriense
Andalucía es patrocinador principal de Fruit Attraction y cuenta con una presencia bastante notable y relevante. El consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, contesta a ... las preguntas de IDEAL durante este gran evento.
–¿Qué expectativas tiene Andalucía en esta nueva edición de la Feria de Madrid?
–Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que es la feria en torno al sector de las frutas y hortalizas más importante del mundo. Tradicionalmente se hablaba en esos términos de Fruit Logistica en Berlín, pero todas las empresas coinciden en que la cita de Madrid ha ganado peso comercial y ha conseguido conquistar ese podio. Y nosotros estamos muy orgullosos de que Andalucía sea el patrocinador principal porque el sector así nos lo demanda.
–¿Qué rol juega Andalucía en el mapa mundial de la agroalimentación?
–En primer lugar, Andalucía es la comunidad autónoma que más alimentos y bebidas exportó a lo largo del año 2024. De ese récord el 37% de las exportaciones fueron de frutas y hortalizas, pero es que en los 6 primeros meses de este año 2025 hemos exportado 9.250 millones de euros, lo cual supone un 3,1% más que el mismo semestre del año pasado. Y el 55%, 5.021 millones de euros, son de frutas y hortalizas. Por cierto, más de la mitad de la provincia de Almería. Ese liderazgo que nos da el sector nos obliga en parte a estar cerca del mismo, a acompañarlo. Hay más de 200 empresas andaluzas con stand. Solo en este pabellón 9 tenemos 120 empresas andaluzas, más las que hay en otros pabellones, más las de la industria auxiliar que también están repartidas por Ifema.
–En el marco de la feria ha anunciado ayudas al sector agroalimentario.
–Se ha publicado en el boletín oficial de la Junta de Andalucía la orden de bases de la convocatoria de ayudas para la industria agroalimentaria en la que por primera vez la Junta de Andalucía va a reservar el 25%, o sea, 22 millones de los 88 totales para el sector de frutas y hortalizas.
–La agricultura andaluza llega a la feria con tres focos:el agua, la PACy las virosis. ¿Qué respuestas tiene el sector?
–Bueno, la agricultura de Andalucía llega en un buen momento. Somos líderes en exportación agroalimentaria, líderes en cultivo ecológico, así lo atestiguan los datos oficiales. Y tenemos que estar contentos. Eso no quita que las buenas cifras que año a año vamos superando no nos impulsen a seguir afrontando los retos de futuro que tenemos, dentro de los cuales el más importante, sin duda, es el agua. Si no tenemos agua, da igual la política de aranceles, los acuerdos comerciales, casi que dan igual los virus... si no hay agua no hay nada. Hace ya muchos años que sabemos que la solución a la sequía no va a venir mirando al cielo, tiene que venir mirando a la tecnología. Por eso el empeño en seguir desbloqueando depuradoras por toda Andalucía, construyendo terciarios que permitan reutilizar ese agua para el regadío, modernizando los sistemas de regadío también, mejorando el abastecimiento en altas y en bajas los municipios para ahorrar más agua, e instando al Gobierno de España a que desbloquee de una vez por todas las desaladoras que tiene bloqueadas desde hace tanto tiempo.
–Incluso también los aranceles...
–Está claro que hablamos de un sector eminentemente exportador y la política internacional, y la convulsa política internacional le afecta sin lugar a dudas también. Estoy seguro de que vamos a hablar mucho del acuerdo comercial con Marruecos y las consecuencias que está teniendo para el tomate de manera muy especial. Y por abordar el tercero de los aspectos, le afectan los problemas de sanidad vegetal. El año 2025 no ha sido un buen año. Hemos tenido episodios de algodoncillos que han afectado al olivar de Jaén. Hemos tenido el mildium que ha hecho estragos en el viñedo, sobre todo de Córdoba, Huelva, Cádiz y Málaga. Y ahora el inicio de la campaña hortofrutícola en Almería está siendo protagonizada por la araña roja y el trips parvispinus, que está afectando sobre todo al pimiento. La verdad es que, como siempre, intentamos trabajar con anticipación y con diálogo. Fruto de esa política, el presidente en la última sesión de control anunció una convocatoria de ayudas de más de 22 millones de euros para echar una mano, para intentar indemnizar a los agricultores y ganaderos que se han visto afectados por problemas de sanidad animal y vegetal, dentro de la cual estarán también los productores de Almería, que están sufriendo la araña roja y el parvispinus.
–¿Hay miedo a que una situación difícil pueda llevar a la gente a utilizar productos dudosos?
–Bueno, yo creo que no. La lucha integrada, la lucha biológica en la solución frente a las plagas es algo que en Almería está más que asumido desde hace muchos años y en el resto de Andalucía cada vez más. Andalucía hoy en día es líder en producción ecológica. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de lo que hablamos, la Unión Europea marcó como objetivo para los Estados miembros alcanzar el 25% de la superficie agraria útil en ecológico para el año 2030. Ese objetivo Andalucía lo cumplió en el año 2021, ya estamos superando el 30%. Tenemos 1,4 millones de hectáreas cultivadas bajo esa certificación, el 48% de las que hay en España. O sea, práctica la mitad de lo que se produce en ecológico en España es andaluz. Por lo tanto, yo no tengo miedo a dar un paso atrás. Los agricultores saben lo que tienen que hacer, pero también es cierto que no pueden salir a competir con una mano atada a la espalda. Nosotros estamos a favor de la lucha integrada, de la lucha biológica, sabemos cómo utilizarla, pero también exigimos que los países que importan a la Unión Europea hagan lo mismo. Porque lo contrario se llama competencia desleal y desgraciadamente en Europa la padecemos demasiado a menudo.
–¿No estamos haciendo nosotros mismos la zancadilla en Europa?
–El marco financiero plurianual que ha presentado la Comisión es una gran decepción. La Comisión Europea quiere cargarse la política agraria común tal y como la conocemos. Quiere que deje de ser una política de la Unión Europea para pasar a ser un programa. Y corremos el riesgo de ir a una política agraria de 27 velocidades en función de lo que cada país apoya a su sector. Es el reflejo de una Comisión Europea que no le presta la atención debida a la agricultura y en las negociaciones de las aranceles ha pasado exactamente lo mismo. Cuando se negocia con Marruecos sale perdiendo la pesca y la agricultura y cuando se negocia con Estados Unidos sale perdiendo la pesca y la agricultura. Quizás si fuéramos conscientes de lo importante que es la soberanía alimentaria, también desde el punto de vista estratégico, pues dejaríamos la alimentación a un lado y negociaríamos con otro tipo de productos.
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