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El presidente en funciones, Mariano Rajoy, junto al alcalde de El Ejido, Francisco Góngora.
Festival de selfies y abrazos

Festival de selfies y abrazos

Análisis sosegado de una semana llena de noticias

DAVID BAÑOS

Lunes, 16 de mayo 2016, 01:28

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A estas alturas de 2016 ya tenemos campeón de liga. No ha faltado emoción hasta el final, pero en el fútbol, como en la célebre película 'Los Inmortales-Highlander', de Russell Mulcahy (1986)- «sólo puede quedar (ganar) uno». Este año los españoles hemos comprobado en primera persona, que en la política no sucede lo mismo. Ya estábamos acostumbrados a los singulares análisis que los partidos realizan de los resultados en las noches electorales. Por lo general nunca pierde ninguno. Al contrario, todos ganan a la vista de sus valoraciones subjetivas. Tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, tampoco ha faltado tensión entre los contendientes. El marcador final dejó todas las puertas abiertas. Se habló de un gobierno de concentración entre PP y PSOE, para contentar a Europa y no dar opción a las fuerzas emergentes. Ni se intentó esta posibilidad.

También se propuso un ejecutivo entre PSOE y Ciudadanos con la abstención del PP o de Podemos. Hasta se buscó un acuerdo de toda la izquierda, que tampoco llegó. Así, se ha cumplido el tiempo reglamentario, con descuento incluido, y hemos entrado en la prórroga. Yo no descarto que acabemos lanzando penaltis después del 26 de junio. Uno no sabe ya si nuestra política está más viva que nunca o si, por el contrario, le han cortado la cabeza.

El PP da primero

Aquí estamos usted y yo, otra vez en precampaña electoral. Resulta que lo que pensó el año pasado cuando metió la papeleta en la urna, no ha valido para nada. ¿A quién le importa?

El viernes pudimos ver en Almería a un Mariano Rajoy aclamado por las masas en la capital y en El Ejido. El presidente en funciones no se ha arriesgado a llevarse otra torta en casa y ha optado por un valor seguro para los populares, como es nuestra provincia. Rajoy vino en modo campaña, sin concretar nada, ni mojarse más de la cuenta. Se trajo un saco de sonrisas y una maleta de besos y abrazos, para demostrarnos que está con nosotros, con los almerienses.

Un puñado de elogios para nuestra agricultura y muchos ánimos para seguir exportando cada año un poco más. No esperen medidas concretas para ayudar a productores y empresas a superar los rigores de una campaña dura por la bajada del valor de la producción. Pronto podremos ver en Antena 3 los detalles del paso de Rajoy por Almería, a través del programa de Susana Griso 'Dos días y una noche'. La presentadora de 'Espejo Público' ha estado aquí, siguiendo muy de cerca las actividades del líder del PP, junto a las cámaras del programa. A Rajoy ha debido gustarle tanta pasión y gratitud de los almerienses, pues ha prometido volver en plena campaña electoral. Vamos, que en unos días estará aquí de nuevo para darse otro baño de multitudes. Y es que los populares saben que pueden arañar otro diputado e inclinar de su lado la balanza, tras el último empate con los socialistas.

Y mientras el Partido Popular toma la delantera en nuestra provincia una vez más, sus rivales estrenan proyecto en común con una escandalosa polémica. Resulta que Podemos e Izquierda Unida han acordado unir sus fuerzas. Hasta le han puesto ya un nombre a la confluencia: 'Unidos Podemos'. Se parece a ese lema tan almeriense que utilizamos en los Juegos Mediterráneos de 2005. El nuestro era 'Juntos Podemos'. De momento, en Almería no se percibe que estén muy unidos. Los representantes de IU han montado en cólera nada más enterarse de que Pablo Iglesias había impuesto como cabeza de lista en nuestra provincia a «un hombre de la guerra y de la OTAN».

Así se ha expresado Rosalía Martín, después de conocer que el elegido para sustituir a David Bravo es Julio Rodríguez, exjefe del Estado Mayor de la Defensa. Para la coalición, «si quieren traer al mono Amedio que lo traigan, pero esto es una provocación». Equo tampoco comparte esta decisión, como organización pacifista que es. Ahora, lo que todo el mundo se pregunta es si no hay nadie válido para ser candidato entre los miembros locales de Podemos o Izquierda Unida. Ese es el dilema en estos momentos. Resulta peculiar la interpretación que hace el partido morado de una cámara que da cabida a los representantes de todas las provincias como es el Congreso de los Diputados.

Da la sensación de que lo único realmente importante es colocar al exgeneral, que en los anteriores comicios se quedó fuera de la Cámara baja. ¿Será capaz de mantener el escaño para Podemos? ¿Lo dejarán solo ante el peligro cuando visite la provincia aquellos que ya han dicho públicamente que no lo tragan? Así está el patio, mientras Pablo Iglesias no da su brazo a torcer y sentencia que no hay lugar para la polémica por la designación de Julio Rodríguez. ¿Mantendrán el escaño obtenido en diciembre de 2015? Era de esperar que Podemos no tuviera problemas, ya que ahora deberían contar también los votos de IU y de EQUO. Sin embargo, todo dependerá, en gran medida, de cómo se resuelva esta polémica.

Sin noticias

Las demás fuerzas políticas de momento no han sacado la cabeza en Almería. Los socialistas no han movido ficha, más allá de confirmar que sus listas estarán encabezadas por los mismos protagonistas: Pérez Navas al Senado y Sonia Ferrer al Congreso.

Las guerras internas se traducen en falta de confianza para el candidato Pedro Sánchez, al que de momento todos dan como perdedor de la nueva cita con las urnas. Él puede ser el primero al que le corten la cabeza los suyos, de no obtener un resultado positivo. Tampoco es un jardín de rosas la situación de Ciudadanos en nuestra tierra. No todos están con Diego Clemente para que repita y muchos de ellos ya se lo han dicho a la cara al propio candidato.

No es este tampoco ningún secreto a voces. De cualquier forma, parece probable que los chicos de Albert Rivera mantendrán su diputado por Almería. En cambio, los socialistas deberán echar el resto si quieren igualar e incluso mejorar sus resultados.

Pueden perder todos

A poco más de un mes de unas nuevas elecciones generales, tengo la sensación de que por ahora sólo pueden pasar dos cosas. ¿Qué prefieren, que gobierne Rajoy o que lo haga Pablo Iglesias? Los socialistas andan fuera de todas las quinielas en estos momentos y no tienen pinta de guardar un as en la manga. La victoria de unos u otros puede estar en cuidar los pequeños detalles, abordar con éxito el cuerpo a cuerpo y las apariciones en televisión. Aunque, ¿quién sabe?

Tal vez los ciudadanos insistan y le repitan a todas las formaciones que su mandato antes y ahora es el mismo: siéntense, dialoguen y pónganse de acuerdo para sacar este país adelante. Y es que mucho tienen que cambiar las cosas para que alguien consiga la mayoría absoluta. Este es un imposible. La clave está en saber si alguna formación obtendrá un resultado suficiente, que combinado con el de otras formaciones le permita acceder a Moncloa. Ya lo saben, este mes de junio tendremos dos competiciones a la vez. En la Eurocopa de Francia tenemos la certeza de que al final sólo podrá ganar una selección. ¡Ojalá sea la nuestra! Por el contrario, en las elecciones del 26J pueden volver a perder todos juntos. Cabe la posibilidad de que, cuando arranque otra vez la liga en agosto, continuemos con un gobierno en funciones y sin visos de cambio. ¡Vaya tela!

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