La calidad del agua, el veto ruso y la gestión de restos vegetales preocupan a Asaja
La organización agraria detalló cuáles son los retos prioritarios del sector hortofrutícola de cara a la próxima campaña 2015-2016
JOSÉ ESTEBAN RUIZ
Lunes, 27 de julio 2015, 00:44
La Asociación de Jóvenes Agricultores de Almería (Asaja) aprovechó la semana pasada, durante la presentación de su balance de la última campaña de frutas y ... hortalizas para los productores almerienses, para detallas cuáles son las principales preocupaciones que le ocupan de cara a la próxima campaña hortofrutícola. Francisco Vargas, presidente de la organización, que fue el encargado de ofrecer los últimos datos junto a Adoración Blanque, secretaria general de Asaja Almería, advirtió de la pérdida de calidad del agua en el Poniente almeriense, los efectos negativos que está suponiendo para el sector el vigente veto ruso a los productos agroalimentarios de la Unión Europea, y la «imperiosa necesidad» de llevar a cabo un plan estratégico en la provincia de Almería para dotar al sector de capacidad suficiente para llevar a cabo una gestión adecuada de los restos vegetales que se generan en los invernaderos una vez finaliza cada ciclo de cultivo.
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El cierre del mercado ruso para los productos hortofrutícolas almerienses sigue manteniendo en vilo al sector. En la campaña que acabó los productores vieron como afectó al comercio de la mayoría de los productos, aunque en el caso del tomate, «los mejores resultados obtenidos estuvieron directamente relacionados con la menor competencia que ejerció Marruecos en la Unión Europea ya que parte de su producto se envió a Rusia», afirmó Vargas. No obstante, «esta apertura de un nuevo mercado y la posibilidad de cubrir el europeo hacen que, en estos momentos, exista cierta incertidumbre sobre el incremento de hectáreas dedicadas a tomate en territorio marroquí. Este hecho podría perjudicar a Almería y su sector».
En este punto, el presidente de Asaja abogó por incrementar las medidas de gestión de crisis habilitadas por la Unión Europea, extendiéndolas a otros productos que siguen si contemplarse como son calabacín y berenjena. «Estaremos pendientes de la evolución del mercado y los efectos y consecuencias de este cierre de fronteras a los productos almerienses», dijo Vargas.
Otra de las grandes preocupaciones se ciñe al descenso de la calidad del agua en la zona del Poniente almeriense.
El presidente de Asaja manifestó que «es necesario que se le dé una solución rápida puesto que los productores se están encontrando con verdaderos problemas para regar sus cultivos». El campo no cesa de cultivar durante todo el año. Este mismo problema lo advirtieron recientemente Feral, UPA y Areda, en las alegaciones presentadas en al Plan Hidrológico del Guadalquivir, y cuya solución, para estos colectivos pasa por el traspaso de agua a la zona, procedente del embalse de Rules, de la provincia de Granada, con una reestructuración y reparto de recursos equitativa, efectiva y eficiente.
En este asunto en concreto, en el problema de la calidad de agua en el Poniente, para Asaja Almería, tiene mucho que ver «la extracción agresiva que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Almería en los Pozos de Bernal», lo que sumado «a la sequía y la explotación está provocando una salinización del agua con la que es complicado cultivar», matizó Francisco Vargas. «Veremos a ver si los productores somos capaces de cultivar productos hortofrutícolas en los invernaderos con este agua y la aportación de menos nutrientes».
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Finalmente, la Asociación de Jóvenes Agricultores, insistió en un tema enquistado dentro de las problemáticas que año tras año evidencia el campo almeriense. Este no es otro que la gestión de restos vegetales, la incapacidad de poder llevar a cabo un tratamiento adecuado -incluso a la normativa vigente- de los residuos vegetales que generan los ciclos productivos.
Para Asaja se precisa «una intervención urgente de la Administración para facilitar la posibilidad de que los restos que se generan vuelvan a la finca en forma de abono y se aprovechen esos recursos». Las plantas existentes en estos momentos no pueden hacer frente, en momentos de necesidad máxima, la demanda de los productores que, a su vez, son los responsables de que se implemente una gestión correcta de esos residuos que se generan en su explotación a fin de que se mantenga el entorno rural se mantenga limpio.
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