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El PP perdió su mayoría en la capital por la fuga de votantes en los barrios más humildes

El PP perdió su mayoría en la capital por la fuga de votantes en los barrios más humildes

El PSOE vuelve a ganar terreno en la periferia, especialmente en zonas populares, mientras el PP se mantiene fuerte en el centro, donde cede parte de sus votos a Ciudadanos

Miguel Cárceles

Lunes, 8 de junio 2015, 00:19

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Los análisis pormenorizados de los resultados electorales son un ejercicio obligado dentro de las formaciones para observar el por qué de esos comportamientos y dar respuesta a las inquietudes ciudadanas. Si se observa el mapa resultante de los últimos comicios, al PP le ha salido trabajo extra para los próximos cuatro años. Porque lejos de aquella oleada azul que tiñó toda Almería de monocolor -con la nimia excepción de ocho mesas electorales de las 126 que había repartidas por el término municipal- el comportamiento de los electores en estas municipales ha sido mucho más parejo. Lo demuestra el reparto de escaños en el que ha desembocado el resultado electoral, que ha sustraído la comodísima mayoría absoluta al equipo de gobierno de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. Pero también es algo que se observa en el reparto territorial de las hegemonías de los partidos.

Lejos de aquel escenario en el que el PSOE apenas logró mantener sus bastiones en La Chanca-Pescadería, El Puche y Los Almendros, los socialistas han conseguido erigirse como partido más votado en 13 de los cerca de 40 centros de votación repartidos por todo el término municipal. Y la mayoría de ellos están en barrios populares (en el sentido estricto de la palabra) y humildes de la capital. Por ejemplo, han caído en manos socialistas -después de excelentes resultados del PP en el año 2011- zonas como Las 500 Viviendas, el Zapillo, el Tagarete, Los Molinos, el Barrio Alto o Los Ángeles. Éste último (junto a Cruz de Caravaca o El Quemadero) zonas esenciales dada la alta densidad demográfica que allí se concentra.

Mientras tanto, el PP mantiene su fortaleza en la mayoría de los barrios de nueva creación (como La Vega de Acá-Cortijo Grande, San Luis, Villablanca-Torrecárdenas) y muy especialmente en el centro de la ciudad (Oliveros-Altamira, Ciudad Jardín, Nueva Andalucía, Alfarerías-Versalles o Casco Histórico).

En el extrarradio es quizá donde menos ha padecido la sangría de votantes el PP, ya que ha conseguido salvar la mayoría en un barrio tan populoso como el de La Cañada, así como en núcleos como Loma Cabrera-Venta Gaspar, Retamar-El Toyo o en los de la zona más levantina (Cabo de Gata, La Fabriquilla y sus barriadas anejas) con la salvedad de los barrios de Cuevas de los Medina y de El Alquián. Estos dos últimos han vuelto a caer de forma mayoritaria en manos de los socialistas tras cuatro años de hegemonía popular.

Este nuevo reparto, que permitirá que en el Pleno del Ayuntamiento de Almería haya hasta cuatro grupos políticos y una diversidad de colores frente a la impropia -y extraña en la historia electoral de la capital- mayoría absolutísima de los populares, subyace de unos resultados electorales que han llevado a que de cada diez votos, el PP recibiera cuatro frente a los tres del PSOE, y a uno de Ciudadanos o Izquierda Unida (éste último, un poco menos).

Ciudadanos no ha conseguido hacerse con la victoria en ningún colegio electoral. Pero lo que sí que ha conseguido es limar la amplísima mayoría con la que las papeletas de la gaviota 'reinaban' en centros de votación como los situados en la Escuela de Música, el Palacio de los Marqueses de Cabra o en el del Palacio Provincial. Los mejores resultados de esta formación han estado principalmente situados en los barrios en los que el PP no tiene mayores dificultades para hacerse con la victoria. Y mientras esto ocurría con los naranjas, IU conseguía hacerse con un goteo de votos muy bien repartido que tiene sus puntales, como en el caso del PSOE, en los barrios más populares.

La actual Corporación -que extinguirá su periodo en funciones el próximo 13 de junio- ha sido un mandato caracterizado, principalmente por la austeridad. Y precisamente en los barrios en los que el PSOE ha conseguido desbancar al PP como formación hegemónica en apoyos son los que experimentan más carencias, no solo infraestructurales sino también de servicios. Sin ir más lejos, El Alquián o Cuevas de los Medina han sido dos de los núcleos urbanos más afectados por la reordenación del servicio público de autobuses. En el primero de los casos, con un recorte de frecuencias y, además, con una remodelación de la línea que conlleva grandes pérdidas de tiempo a sus ciudadanos -que, finalmente, optan por utilizar el transporte privado-. En el segundo de los casos, con la creación de una línea radial con solo dos frecuencias diarias por sentido y que, para más inri, obliga a hacer transbordo para viajar al centro de la ciudad.

Casos similares pueden achacarse a zonas en las que de forma tradicional han vencido los socialistas, como Los Almendros. Durante esta Corporación han vivido dificultades con los servicios de suministro eléctrico y de aguas pese a la situación económica especialmente dificultosa en zonas en las que el paro es mucho más elevado que la media del término municipal.

La pérdida de un tercio de los apoyos electorales del PP desde las elecciones de 2011 ha ido a parar de forma mayoritaria a la abstención o a Ciudadanos. Sin embargo, sí que se observa un crecimiento fuerte del PSOE en todos los barrios (cinco puntos) y de otras fuerzas que se han quedado por poco al margen del Consistorio. Ahora Almería (2.774 votos, 3,74%) y Ganemos Almería (2.561 votos, 3,45%) se quedaron a pocos apoyos de haber conseguido su primer concejal gracias a un electorado disperso y que tenía especial concentración en zonas como La Chanca-Pescadería.

Una hipotética suma de apoyos electorales de IU, Ganemos Almería y Ahora Almería les habría otorgado más de 10.000 votos, situándoles como tercera fuerza política (por encima de Ciudadanos) y logrando hasta cuatro escaños que restarían aún más los resultados de los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE. Habrían cedido un asiento cada uno. Se trata de una hipótesis poco fiable, ya que el apoyo explícito de Podemos podría haber incrementado aún más su atractivo en ciertos nichos del electorado, esencialmente urbano.

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