Cajamar cierra el primer trimestre con un beneficio de 10,57 millones de euros

Explican desde la entidad financiera que en los primeros tres meses del año 2014 aprovecharon la realización de operaciones financieras dada la positiva evolución del mercado de deuda, entre otras cuestiones. Esta situación fue la que propició que los resultados de operaciones financieras en el primer trimestre de 2014 ascendieran a una cuantía sobredimensionada de 145,2 millones de euros, frente a los 16 millones registrados hasta este pasado marzo.

Dejando a un lado las operaciones no recurrentes que tuvieron lugar durante el ejercicio anterior -ejemplos son el rendimiento neto de la cartera de 'carry-trade' o las plusvalías de los resultados de operaciones financieras- la entidad asegura que la evolución de la actividad típicamente bancaria «ha sido positiva» a pesar del entorno económico actual de dificultades marcado por los tipos de interés muy bajos y los incrementos poco significativos de la inversión crediticia. En este contexto, desde este grupo cooperativo ponen el énfasis en el incremento de ciertos márgenes. Por ejemplo en el de los intereses recurrente, que en estos tres primeros meses del año ha ascendido un 15% hasta los 133 millones de euros. Asimismo, el margen bruto recurrente ha aumentado un 16,6% hasta los 200 millones de euros y el de explotación recurrente se ha elevado un 32,2%, alcanzando los 47 millones de euros.

Pero además de estos crecimientos, el grupo ha mantenido sin variaciones significativas el coeficiente de solvencia, situándose en el 11,52% y el Common Equity Tier 1 (CET 1) en el 11,07%. A todo esto cabe sumarle el elevado superávit de recursos propios registrado, que asciende a 762 millones de euros. Por otro lado, desde la entidad informan de que la inversión crediticia sana se ha incrementado en un 0,5%, o lo que es lo mismo, un 139 millones de euros, mientras que los activos dudosos han caído un -7%, alrededor de -426,4 millones de euros, lo que ha restado y mejorado la tasa de morosidad en -1,14 puntos porcentuales, hasta situarse hoy en el 17,52%.

Gracias a estos resultados, desde la entidad financiera se congratulan por poder proseguir con sus criterios de gestión «prudente» y haya incrementando la tasa de cobertura, hasta situarse próxima al 49%, «apoyándose en un crecimiento interanual de las dotaciones a pérdidas por deterioro de activos de 27,5 millones de euros», exponen.

Nueva sucursal en Murcia

Por otro lado, durante esta semana la entidad crediticia también ha sido noticia por haber presentado por todo lo alto su nueva sede institucional en Murcia, en un acto que contó con la presencia de los 175 directores con los que cuenta Cajamar en la región vecina.

Una vez terminadas las obras de rehabilitación y reforma, la entidad bancaria acaba de trasladar al Palacio de los González Campuzano los Servicios Centrales y su Dirección Territorial en la región, que cuenta además con una oficina de atención al público y una sala para actividades culturales. Ha sido en el histórico Palacio de los González Campuzano, otrora sede en el siglo XX del Club Taurino de Murcia, del Banco Hipotecario y más recientemente de la Consejería de Educación, Cultura y Universidades.

Desde este pasado lunes acoge a medio centenar de profesionales de Cajamar que han pasado a desarrollar sus funciones en este histórico edificio que alberga la nueva sede institucional de la entidad, sita en el número 4 la plaza Julián Romea. Este es el nuevo hito de Cajamar en la Región de Murcia, cuya fermento parte del 30 de junio de 1989, donde la entidad abre cuatro sucursales: en los municipios de Mazarrón, La Aljorra, La Palma y Almendricos. Ese fue el inicio, 25 años después Cajamar cuenta con 175 oficinas y 850 empleados en Murcia, donde la entidad almeriense da servicio a 750.000 clientes y gestiona un volumen de negocio de 11.000 millones de euros.

La nueva sede institucional murciana no es más que otra muesca más en el cinturón de Cajamar, cuyos representantes ya han asegurado que seguirán creciendo y abriendo en zonas en las que no están, como en Extremadura, Galicia o Cantabria.