Las primeras vacaciones de Salem
Este año, 75 familias de la provincia de Almería están disfrutando del verano con un niño saharaui | «Nos da mucha pena que se vaya, pero sabemos que tiene que volver con su familia. Le esperamos el año que viene con los brazos abiertos»
MACARENA JIMÉNEZ
Domingo, 24 de agosto 2014, 12:53
Merche Sánchez y José Torres son un matrimonio almeriense que tiene dos hijas, una de 15 y otra mayor, de 21. Este verano, han querido ... ampliar la familia con otro miembro más, Salem, de 10 años. Y es que tanto para ellos como para sus hijas, en tan solo mes y medio, lo consideran uno más, «nos hemos acostumbrado a él», expresa Merche.
Publicidad
Y no solo es la única familia que este verano se ha animado a traer a un niño saharaui para que pase sus vacaciones en la provincia. Según la Asociación Amigos del Sáhara, este año, 75 niños están disfrutando del periodo estival en Almería a través del programa Vacaciones en Paz, impulsado desde la asociación.
Salem llegó el 4 de julio a Almería, era la primera vez que dejaba a su familia del Sáhara y que comenzaba una nueva aventura. Lo que no se imaginaba era lo que iba a disfrutar y conocer en su nuevo hogar de vacaciones. El pequeño vive en la ciudad El Aaiún, zona de poblados de la región de Bojador. Poblados que geográficamente se encuentran dentro de Argelia y que cuentan con infraestructuras sanitarias y escolares. Aunque una de las acciones que todas las asociaciones españolas llevan a cabo, es que cada niño saharaui pase por un circuito de revisiones médicas, con sus correspondientes vacunas. «A Salem le dijeron los médicos que es un niño muy fuerte y sano, aunque es delgado por constitución» apunta José. «Me pusieron cinco vacunas», recuerda Salem sin miedo.
Los primeros días de cualquier cambio son difíciles y más cuando eres un niño, «al principio fue un poco complicado, no sabía nada de español y le costaba ser él mismo», explica José. «En menos de una semana todo fue cambiando y ya bromeaba mucho con nosotros», asegura la familia. Todos los viernes Salem habla con su padre del Sáhara, «su padre entiende español y dispone de un móvil», especificó la familia. Desde que llegó a Almería han sido numerosas las actividades que la familia ha practicado con él. José y Merche cuentan con una residencia de verano en Aguadulce, donde pasaron varios días y donde Salem pudo tener la playa cerca por primera vez. Y lo más importante y que ya ha aprendido para toda la vida, nadar. «La primera vez se bañaba, pero no pasaba de la orilla, poco a poco fue queriendo que lo enseñásemos, aprendió a nadar en dos días», reconoce orgulloso José. También se ha bañado en la piscina, aunque prefiere la playa según la familia. Ha visitado las playas del levante almeriense y el parque acuático de Roquetas de Mar, Mariopark, que fue una de las excursiones que más le gustó. La familia vive en Almería, cerca de la Rambla, donde muchas tardes salen a pasear, «le encanta ver mucha gente por la calle, y sobre todo la zona de las tiendas», aclara Merche entre risas.
Otro de los aspectos que podía parecer un problema para la familia, es el tema de la alimentación. Los niños saharauis son musulmanes y no pueden comer cerdo, así como muchas de las comidas españolas que no están acostumbrados o que no se sabe si tolerarán. Pero a Salem según su familia española le gusta todo y no ha tenido problema con nada, «sobre todo le chiflan las salchichas y el ketchup». Merche y José lo han llevado a comer a muchos sitios tanto de la ciudad como de la provincia, aunque uno de sus lugares preferidos y no era de extrañar, es el McDonalds, «le gusta mucho la Coca-Cola y las alitas de pollo», cuenta la familia.
Publicidad
Anécdotas
Son infinitos los momentos que la familia Torres Sánchez están viviendo con Salem, vivencias que nunca olvidarán pero que tienen fecha de caducidad. El 27 de agosto Salem tendrá que volver a su tierra con su familia de origen, pero según su familia almeriense , esperan que el año que viene vuelva a venir con la misma ilusión. Una de las anécdotas que van a recordar siempre es una de las pocas cosas que Salem pidió a José y Merche, el querer cortarse el pelo igual que el jugador de fútbol Cristiano Ronaldo. «Es su ídolo, no podemos bromear con Ronaldo», dice José entre risas. Según la familia el único defecto que tiene es que «él es del Real Madrid y nosotros somos del Barsa», bromearon. Otro detalle que destacan de él es que es muy cariñoso, «se tira todo el día pidiendo y dando besos», señala Merche sonriendo. Asimismo resaltaron que es un niño que le gusta hacer de todo aunque no lo haya intentado nunca. Ha realizado actividades deportivas como patinar, montar en bici o nadar, «es muy valiente», destaca Merche. Pasaron unas días en Aguadulce y lo pasó genial, aunque reconoce la familia que decía que prefería Almería porque «estaba más chula». Durante sus días en Aguadulce quedaron con su hermano mayor, que está pasando sus vacaciones con otra familia de la capital. «Cuando vio a su hermano se puso a nadar solo para presumir que ya sabía», dijo José.
La familia cuenta que es una experiencia inexplicable y muy bonita, que recomiendan vivir a todo el mundo. «Es más de lo que yo esperaba, me da pena que se vaya» explica Merche muy emocionada. Pero reconocen que «debe volver por mucha pena que nos de, es su familia». Aunque no cabe duda que no lo olvidarán y que el año que viene lo esperan con los brazos abiertos.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión