«La vida de Benita ha sido un infierno»
El Fiscal pide 32 años de cárcel para el padrastro de la joven que huyó de casa en Arquillos por abusos
Miguel Ángel Contreras
Sábado, 27 de febrero 2016, 00:24
52 años de cárcel para la madre y 32 para su pareja por abusos sexuales a Benita, la joven de Arquillos que huyó de su ... casa el 7 de julio de 2014 para evitar seguir padeciendo los abusos sexuales a los que ella y su hermana mayor eran presuntamente sometidas. Es la petición del Fiscal, según la calificación a la que ha tenido acceso IDEAL. Solicita también 20 años para uno de los vecinos de la localidad. Se les imputan delitos de maltrato, amenazas, agresiones y abusos sexuales, prostitución de menores, exhibicionismo, y exhibición de material pornográfico. «La vida en dicho domicilio para las dos hijas mayores de la procesada ha sido un infierno debido a múltiples agresiones verbales y físicas, así como sevicias sexuales sufridas por ambas desde que contaban con quince y trece años de edad, respectivamente», señala el escrito, firmado por Ana Carolina Parejo.
Una vez calificados los hechos por el Fiscal la acusación particular prepara ya sus conclusiones provisionales. La asociación de Amuvi, con su letrada Celia Megías, lleva asistiendo a la víctima desde el inicio del procedimiento.
En su escrito la Fiscalía destaca que el padrastro P. A. F, de 36 años, ha estado forzando sexualmente a sus hijastras desde el año 2005 hasta 2014 en el caso de I., quien también trató de huir a la casa de sus abuelos paternos antes de cumplir la mayoría de edad dejando una nota manuscrita en la que confesaba parte de las agresiones, y desde 2008 en el de Benita, con relaciones sexuales completas, contando esta con trece años.
Prostituida desde los 13 años
El mismo día de su huida (el lunes 7 de julio de 2014, apareciendo el jueves por la noche) la procesada M. C. O., de 44 años, trató de manera vejatoria a su hija Benita con graves insultos, golpeándola con un palo de una fregona y lanzándole botellas de Coca-Cola, según recoge la calificación. Meses antes, la pareja de la progenitora había presuntamente golpeado con el puño en la cara a la joven, cayendo al suelo, donde continuó golpeándola. Según el Fiscal estos hechos han ocurrido durante toda su infancia, llegando su madre a golpearla cada dos o tres días, lo que hacía que consintieran las relaciones por el miedo «a las múltiples palizas recibidas con la correa y con la correspondiente hebilla, y las manos».
La madre de Benita, que ha cumplido 21 años esta semana, no solo era consciente sino que alentaba las conductas lascivas de su pareja, subraya el documento. Le enseñó a masturbarle, manifestándole «que no pasaba nada», recoge el Fiscal. Desde entonces el acusado presuntamente le habría obligado a ver películas pornográficas y realizarle felaciones y masturbaciones en numerosas ocasiones. El acusado se paseaba desnudo por casa y mantenía relaciones además con su madre delante de las dos menores. «Por desgracia para Benita -añade el escrito- tales agresiones no se detienen en estos hechos deleznables, sino que desde los trece años se ha visto obligada por su madre, que la amenazaba con pegarle si no lo hacía, a mantener relaciones sexuales con otros vecinos del pueblo a cambio del dinero que percibían de los mismos. En todas las ocasiones su madre se quedaba con el dinero que le ofrecían a cambio de los favores sexuales», apostilla.
Así, acusa a varios procesados «perfectamente conocedores de la edad del menor»: S. L., que se enfrenta a la petición de 20 años de prisión y la prohibición de acercarse a 500 metros de Benita o del término municipal de Arquillos en los diez años siguientes a la pena que le imponga, y otras dos personas mayores, S. H. y A. F., ya fallecidas.
Tres hijos más menores
Benita, señala la calificación, presenta secuelas tales como sintomatología ansioso-depresiva, sentimientos en decaimiento, pesadillas, llanto, dificultades en la esfera sexual, intensos sentimientos de rabia, culpabilidad e inmundicia.
Los procesados P. A. F. y M. C. O han estados privados de libertad desde el 13 de julio de 2014 hasta el 23 de mayo de 2015 y S. L. desde el 5 de septiembre de 2014 hasta el 26 de noviembre de 2014. La pareja tiene además tres hijos en común, de 9, 7 y 6 años. La Junta decretó el desamparo de los tres menores con fecha 16 de julio de 2014.
La Fiscalía basa su petición en el examen de los procesados, testifical (Benita y su hermana mediante videoconferencia para evitar una mayor 'revictimización', un testigo protegido, Guardia Civil, entre otros), la exploración de la menor, pruebas periciales y documentales. Ahora es el turno de la acusación particular.
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