Veinte municipios de Jaén desafían a la despoblación y suman vecinos
La provincia en su conjunto vuelve a perder habitantes en el último año, 3.429 y cerca de 50.000 en una década
En Jaén, cuatro de cada cinco municipios pierden población. La provincia perdió en el último año registrado 3.429 habitantes, bajando hasta los 623.761, ... lo que supone un descenso de 46.481 vecinos en una década, más que tiene Andújar. Pero no todos los municipios 'menguan' por igual. De hecho, los hay incluso que han logrado desafiar al fantasma de la despoblación que amenaza a gran parte de la España interior, consiguiendo incrementar su censo en el último año, según los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referidos al 1 de enero de 2022, últimos disponibles. En total son 20 ciudades y pueblos jienenses los que crecen, uno menos que un curso antes. La mayoría, además, lo hace en poca proporción sobre su total de residentes.
Los municipios que suman son Albanchez de Mágina (+1, hasta 993), Baeza (+11, 15.773), Begíjar (+10, 3.008), Benatae (+5, 448), Chilluévar (+5, 1.397), Fuensanta de Martos (+12, 3.023), La Guardia de Jaén (+69, 5.151), Guarromán (+34, 2.748), Higuera de Calatrava (+8, 609), La Iruela (+18, 1.910), Jamilena (+12, 3.314), Jimena (+4, 1.253), Mancha Real (+35, 11.350), Martos (+58, 24.329), Peal de Becerro (+20, 5.345), Puente de Génave (+9, 2.175), Torreblascopedro (+38, 2.460), Torres (+10, 7.130), Villanueva del Arzobispo (+1, 7.968) y Los Villares (+14, 6.120).
La capital y Linares, diez mil habitantes menos en una década
Las cifras del padrón del INE revelan un descenso demográfico generalizado en la provincia de Jaén, encabezado por los municipios más poblados. Así, la capital pierde 263 habitantes y Linares 796, quedando en 111.669 y 55.729 respectivamente. También pierden Úbeda (146, hasta 34.062), Andújar (182, hasta 36.030), Alcalá la Real (67 hasta 21.556) o Bailén (121, hasta 17.377). Se salvan entre los más poblados Martos, Mancha Real y Baeza.
En la última década la ciudad de Jaén ha perdido más de 5.000 vecinos (5.062), al igual que Linares (5.221).
En un contexto de natalidad por los suelos, con menos nacimientos que nunca en la provincia, y más defunciones, la fórmula secreta para mantener la población e incluso sumar habitantes no lo es tanto en realidad: empleo y calidad de vida. La gente se queda y va donde hay trabajo y unos servicios de calidad. Ahí entrarían casos como Guarromán, con el Polígono del Guadiel y su nudo industrial y logístico como foco de empleo.
Detrás de estos aumentos, según las fuentes consultadas, estarían también la vuelta a la 'patria chica' tras la pandemia de vecinos que trabajaban fuera y han perdido su empleo o pueden ejercerlo a distancia, dejando atrás las grandes ciudades gracias al teletrabajo, optando por vivir en zonas tranquilas, con más espacio y aire libre y más económicas.
A ello hay que sumar incentivos para captar o retener población y fomentar la natalidad.
En los últimos años, por ejemplo, municipios de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas han ofrecido casas forestales adjudicadas a proyectos empresariales vinculados al parque natural; otros como Puente Génave suelo industrial a cambio de trabajo;y muchos cheques-bebé, desde Quesada a Navas de San Juan, Arquillos e incluso mayores como Bailén.
Peal de Becerro, con planes municipales contra la despoblación, ha ganado 105 vecinos en dos años. Entre los que crecen cada ejercicio sobresale La Guardia de Jaén, camino de triplicar sus habitantes en poco más de dos décadas, siendo el que tiene mayor renta per cápita en la provincia. Su alcalde, Juan Morillo, ya vaticinaba «otra ola de censados» tras la pandemia porque vivían en la localidad sin estar inscritos, requisito «para apuntar a los niños al colegio». El municipio saca provecho de su cercanía con la capital y sus buenas comunicaciones con Jaén y Granada.
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