Serafín Ruz. IDEAL

Serafín, el joven de Bélmez que promueve la donación de médula, ingresa para su transplante

El proceso de preparación incluye ocho días de «quimioterapia intensa» hasta el día 4 de diciembre, día en que se llevará a cabo

Laura Velasco

Granada

Viernes, 29 de noviembre 2019, 12:09

Son días intensos para Serafín Ruz, el joven de 29 años de Bélmez de la Moraleda, residente en La Carolina, que se enfrenta por segunda vez a la leucemia ... . Pero él, como siempre, lo afronta con optimismo y una sonrisa imborrable. El 'Pablo Ráez' jienense que trata de fomentar la donación de médula en la provincia ha ingresado ya en el hospital de cara al transplante, que será el día 4 de diciembre. Será on su propia médula, un proceso que reduce las complicaciones, ya que es «imposible el rechazo». «La buena noticia es hacerlo con la mía, porque si vas gastando cartuchos, no vuelven. Si se saltan ese paso ya después no se podría», explica.

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El proceso de preparación incluye ocho días de «quimioterapia intensa» hasta el día 4 de diciembre. Unos 16 días después su cuerpo ya lo habrá asimilado y podrá irse a casa cuando en las analíticas se refleje una subida de defensas.

Mientras, no deja de organizar salidas de unidades móviles del Centro de Transfusión Sanguínea de Jaén para que los interesados en hacerse donantes puedan serlo. Para ello, hace falta un mínimo de 35 donantes, así que sigue recogiendo nombres y móviles de los interesados. «En Bélmez fue el día 25 de noviembre y conseguimos unos 65 donantes de los 100 que había interesados. Quiero intentarlo ahora en Úbeda, Andújar, Mengíbar, Cambil y Guarromán, en estos dos últimos municipios lo tengo ya casi conseguido», declara. Dos colegios se han puesto en contacto con él para que de una charla cuando su estado de salud se lo permita. Le gustaría poder acudir también a institutos y, sobre todo, la universidad, que es donde están los jóvenes que pueden donar. «El proceso es indoloro, gratuito y generoso para los que nos encontramos en la búsqueda de un donante para vivir. Puede donar gente de los 18 a los 40 años», añade.

Serafín Ruz fue diagnosticado en 2013 por primera vez, a raíz de un trombo en la cadera. Si una persona sana tiene en torno a 130.000 plaquetas, en aquella analítica él no tenía más de 20.000. En un par de días recibió el diagnóstico: leucemia promielocítica aguda. Y para antes de que pudiera asimilarlo, ya estaba en tratamiento con quimioterapia, pastillas y transfusiones de sangre. «Este tipo de leucemia en muchísimos casos no necesita transplante, basta con el tratamiento y casi nunca se da una recaída. Aquella vez estuve 52 días ingresado», recuerda. Unos meses después, le dijeron que la enfermedad había remitido.

La enfermedad, tan cruel como imprevisible, le dio una tregua de varios años. De 2014 a 2019 ha estado haciendo vida normal, estudiando un ciclo de Grado Superior de Telecomunicaciones y trabajando en la hostelería y cuidando a personas discapacitadas. Hasta que el cáncer llamó otra vez a su puerta. «Noté un achaque en la pierna, no le di importancia, hasta que llegó un día en el que no podía andar. Era la misma sensación que la otra vez, no lo dejé pasar y me fui al hospital. La analítica fue muy directa, a las horas ya sabía que volvía a tener lo mismo», explica con madurez el joven.

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Así, el pasado mes de junio volvió a entrar en el temido aislamiento, con un tratamiento relativamente nuevo. Pasó nada más y nada menos que 65 días encerrado. Todo un verano. Ahora, la historia cambia. Necesita un transplante. El día 4 de diciembre está marcado a fuego en su calendario. Esperamos que sea un antes y un después para que Serafín pueda recuperar su vida normal.

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