El retraso en las lluvias asusta ya al campo
Los 283 litros que recogidos en el año hidrológico están un 22% por debajo de la media histórica | El olivar se mueve ya tras el paró invernal y se encuentra el suelo seco tras recibir apenas 50 litros desde mediados de noviembre
En la semana de pronósticos anticipados que da la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, apenas si aparece un nublo furtivo entre soles radiantes. Otras webs ... de información del tiempo sí dan alguna esperanza cuando pase el puente, pero con cuatro gotas pintadas que no suman ni 10 litros por metro cuadrado. El campo jienense está seco. Y necesita agua ya con cierta urgencia. Desde mediados de noviembre apenas si han caído 50 litros por metro cuadrado de media en la provincia. El déficit del año hidrológico es ya preocupante, con un 22% de precipitaciones menos de la media histórica. Pero es que además, en el caso del olivar, lo que cayó en octubre y noviembre fue para sostener la cosecha que se ha acabado de recoger, y las plantaciones arrancan ahora tras el parón invernal totalmente exhaustas y secas.
Según datos facilitados por la organización agraria COAG y tomados del sistema de información SAIH que centraliza los datos en la cuenca del Guadalquivir, la precipitación media en la región durante el mes de febrero fue de 30 litros por metro cuadrado, un 47% inferior a la media histórica del mismo mes (57).
En la provincia de Jaén las precipitaciones recogidas desde que el octubre comenzase el año hidrológico hasta febrero (incluido) fueron de 283 litros, un 22% por debajo de la media histórica.
«La situación en los secanos comienza a ser ya preocupante», indica Juan Luis Ávila, secretario provincial de COAG en Jaén y responsable regional de la organización para asuntos del olivar.
La palabra clave es la vecería. Se trata de un cultivo que alterna años de buenas producciones con otros de escasez. La cosecha que se acaba de recoger es la segunda mayor de la historia. Llevarla a buen puerto, aunque con rendimientos bajos, ha exigido mucho a los olivos. En condiciones normales ya tendrían complicado sacar adelante una cosecha media-baja. Tocan vacas flacas tras un año de tanta abundancia. Sin lluvias, las perspectivas son de bajísima producción.
Los regadíos
La superficie de regadío en la provincia de Jaén ha crecido de forma imparable en los últimos años. Pero la mitad del olivar aún se tiene que apañar sin aportes suplementarios de agua.
La mitad del olivar que sí se riega también se resentirá por el retraso en las lluvias. Pero menos. «Se está aportando agua prácticamente desde el día que acabó de recogerse la aceituna», confirma Ávila. Otros años los riegos se activaban bien entrado marzo o incluso en abril. Este año las comunidades han puesto a funcionar motores y bombas desde mediados de febrero, sin tiempo que perder, para poder recuperar las plantaciones. El agua es lo mejor contra la vecería, y un factor clave para estabilizar cosechas.
Hay 15.000 hectáreas de olivos que no tienen concesiones definitivas pero que llevan años regando con permisos extraordinarios que se van renovando campaña a campaña. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está recibiendo ya solicitudes (hasta el 4 de marzo) para este año. El campo está revuelto, pues organizaciones como Areda denuncian que se pueden quedar fuera unas 3.500 hectáreas. Hay una manifestación convocada (la fecha se hará pública próximamente) en la capital jienense para presionar a la Confederación para que dé el riego extraordinario a todos y que transforme en definitivas esas concesiones. El presidente de la Confederación tuvo que visitar Jaén para apaciguar los ánimos.
En la ecuación entra otro factor de máximo estrés para los agricultores: el precio. Asaja-Jaén informa en su página web de que el virgen extra se vendió en los últimos días a 2.611 euros de media en España. En Jaén, al contrario, la tendencia fue a la bajada de precios, comercializándose a 2.477 euros por kilo de media. Son precios en el umbral de la rentabilidad. Y como dicen los mayores en los pueblos de Jaén, puede que ahora se esté vendiendo el aceite de este año y del que viene. Porque no habrá si no llueve ya.
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