El pueblo jienense que aumentó en un año sus habitantes un 20% en mitad de la despoblación

En medio de la despoblación galopante únicamente trece municipios de los 97 jienenses ganaron vecinos y La Guardia de Jaén, el segundo que más creció y que se beneficia de su situación en el área metropolitana de la capital (ha multiplicado su población por 2,5 en veinte años y es el que tiene una mayor renta per cápita de la provincia), elevó su censo en 46 personas, veinte menos que Hinojares. La capital comarcal, Cazorla, ha perdido 133.

Según los propios datos del INE este último rompe una tendencia negativa que le había hecho perder vecinos desde 2012, cuando tenía 436 moradores, habiendo llegado a superar el medio millar en los noventa del siglo pasado.

Para comprender este 'milagro' existen varios factores. El primero, que no es algo exclusivamente de este año aunque sí de los últimos, es una actualización de la cifra tras una discrepancia en el último censo. El Ayuntamiento de la localidad mostró su desacuerdo en la pasada edición con el censo del INE, considerando que se había quedado por debajo. El INE incluso llegó a meter al municipio de la Sierra de Cazorla en su lista negra porque su población había crecido de forma «significativa y no justificada» antes de las elecciones, pero ahora con la nueva cifra oficial le da la razón.

Para explicar el crecimiento el alcalde Marón Martínez destaca las políticas sociales impulsadas desde 2015 y el aumento de extranjeros. «Tenemos casi 70 extranjeros censados. Compran casas muy baratas y las reforman, dándole trabajo al albañil, al electricista, etc. Desde hace un tiempo hay una familia de ingleses que se han dedicado a reformar las casas y alquilarlas como casas rurales a través de internet. Y muchos de los que vienen ven mucha agua, mucho verde y todo muy paradisiaco, todo el término municipal, los 42 kilómetros cuadrados, es parque natural, y les encanta. Muchos vuelven y algunos se compran una casa y se quedan a vivir, sobre todo jubilados», explica el primer edil de la localidad.

«Hay escoceses, ingleses, galeses, americanos.... Le dan mucha vida al pueblo, los restaurantes están llenos, hay movimiento. Son buena gente. Colaboran mucho con nosotros en la feria. Hacemos el libro en bilingüe, para que sepan las actividades. Y ellos nos ayudan a hacer actividades. Hacemos convivencias 'hispanoextranjeras', pagamos por ejemplo la bebida nosotros y ellos traen tapas francesas, escocesas o de dónde sean. Están muy contentos con nosotros y nosotros con ellos», añade el alcalde.

Para Martínez, hay además otros motivos, como el regreso de emigrantes de la localidad o que los que antes se daban de baja del padrón al irse gran parte del año fuera ahora no lo hacen. Es el caso de los que se marchan a las Islas Baleares a trabajar durante los meses de buen tiempo en la hostelería principalmente o como conductores. «El gobierno balear si se empadronaban allí les pagaba la mitad del billete. Se pasan seis meses allí y luego seis meses aquí para la aceituna y estar con la familia. Consultamos las finanzas y vimos que podíamos y que era una idea buena en estos casos pagarle nosotros lo mismo para que siguieran aquí empadronados. Además hay quien ha conocido parejas de allí, de Mallorca, y se vienen y se empadrona la pareja. Tenemos Sierra Nevada a 30 minutos, la autovía de Úbeda ahí al lado también, el hospital de Baza a 20 minutos...», enumera el alcalde.

El territorio tiene además otros atractivos, como el yacimiento ibérico de Castellanes de Ceal o su patrimonio arquitectónico, destacando la Iglesia parroquial de San Marcos, levantada a finales del siglo XVII.

Además, hay otra serie de ayudas para aquellos que tienen descendencia. «Toda mujer empadronada que se queda embarazada dispone de 500 euros para gastar en productos de la farmacia de Hinojares. Hemos dado ya diez. Hace 15 días nació el último niño», subraya Martínez. El pasado curso cerraron la línea de Primera, al contar con sólo cinco niños, pero hasta los 16 hay una veintena, explica. Actualmente van en autobús a Pozo Alcón.

A pesar de todo, a Hinojares, como a los otros dieciochopueblos de Jaén con menos de mil habitantes y amenazados con un futuro como pueblos fantasma si no se pone remedio antes, se le notan las arrugas. «El 75% son gente mayor, de sesenta años o así para arriba. Quedamos un 25%más joven que somos los que estamos luchando por mantener vivo el pueblo por mucho tiempo», apostilla el alcalde.

Además de Hinojares y La Guardia de Jaén aumentaron su población con respecto a un año antes otros once municipios: Martos, que cuenta con 24.215 (+8), Mengíbar con 9.941 (+14), Los Villares con 6.014 (+34), Chiclana de Segura con 965 (+3), Escañuela con 950 (+1), Higuera de Calatrava con 619 (+3), Montizón con 1.725 (+9), Noalejo con 1.970 (+22), Pegalajar con 2.919 (+3), Santiago de Calatrava con 699 (+2) y Segura de la Sierra con 1.790 (+8).