Vista aérea de la orujera San Miguel Arcángel de Villanueva del Arzobispo. IDEAL

La mayor orujera del mundo, en Jaén, sigue parada a un mes del inicio de la aceituna por el gas

Cerca del 40% de todas las del país están sin funcionar pese a tener millones de toneladas por gestionar

Miércoles, 31 de agosto 2022, 11:39

Nunca en los 33 años que Francisco Latorre lleva trabajando había visto algo así. Desde junio la mayor parte de sus compañeros no trabaja y ... tajo hay. Entonces la orujera San Miguel Arcángel de Villanueva del Arzobispo inició para toda la plantilla un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), tristemente célebres durante la pandemia, y todavía continúa inmerso en él. 57 empleados en total están en suspensión de empleo. El 1 de octubre acaba el ERTE y de no renovarse o volver la actividad se irán al paro la mayoría.

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Y la orujera San Miguel Arcángel no es una cualquiera:se trata de la mayor del mundo, con capacidad para gestionar un millón de kilos de orujo cada día, sin parar, día y noche. Y no es además un caso único en su campo:otra docena, cerca del 40% del sector, se encuentra parado. La razón:el precio del gas.

La orujera jienense lleva dos meses y medio sin funcionar, desde el 14 de junio. Más de 250 millones de kilos de alpeorujo se acumulan en sus balsas sin procesar. A pleno rendimiento harían falta 250 días (y noches) para hacer frente a esta cantidad de producto. ¿Por qué? Simplificando mucho porque «no tenemos calor para secar nuestro alpeorujo», señala el gerente de San Miguel Arcángel, Cristóbal Gallego.

Desde la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo (ANEO) advierten de que este mismo problema afecta a otra docena de empresas del sector. Yse encuentran igualmente paradas.

Todo ello a un mes de que empiece la campaña de recogida de aceituna 2022-23, que se antoja mucho más corta que la pasada, pero que aun así dejará una cantidad importante para procesar. Algo que podría llegar a suponer en el medio plazo un 'tapón' que podría llegar a poner en jaque al sector oleícola. Las orujeras no tendrían espacio ni capacidad para almacenar en condiciones seguras más opeorujo y, por tanto, se pararía la producción de aceite de oliva.

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«El año pasado nos entraron 400.000 toneladas y tenemos capacidad para unas 450.000. Aunque ahora por la menor campaña nos entraran 200.000 necesitamos más de 400 días sin parar para procesar todo. Llegaría la siguiente campaña que se supone que será mayor en producción y no habríamos terminado», señala Gallego. Así, podría darse el caso de que a mitad de campaña hubiera que cerrar cooperativas. 32 (y miles de agricultores) dependen directamente de ella. Aunque todavía ese 'tapón' es poco probable cada semana que pasa sin solución el riesgo aumenta.

El quid de la cuestión está en cómo producen estas orujeras la energía que necesitan para operar. En el caso de la de Villanueva tienen una obligación medioambiental para secar orujo con gas de cogeneración, un proceso con el que se obtiene simultáneamente energía eléctrica y térmica. La pieza que enciende este gigantesco engranaje es la turbina de un avión que actúa como dinamo: quema gas, genera electricidad que vende a la Red y con la energía térmica sobrante secan el alpeorujo, extraen aceite de orujo y obtienen orujillo, que puede ser usado como biocombustible.

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El problema es que la turbina que genera la electricidad con la que operan es de otra empresa, de Celvi (Compañía Energética de las Villas SL), propiedad en un 90% del fondo de inversión inglés SDCL, y al precio desorbitado de este hidrocarburo no le es rentable encender la maquinaria. A esto se une además que el Gobierno ha dejado fuera de las ayudas que topan el coste del gas a las turbinas que no se dedican exclusivamente a la producción de energía eléctrica. Así, frente al tope de 40 euros por megavatio (MW) que ha conseguido implantar el Ejecutivo central pagan mucho más, en torno a 130 con picos de 290 o más. Por lo que «no compensa» vender así la electricidad generada.

Existe un sistema regulatorio en revisión y a principios de agosto confiaban en que su caso se incluyera, pero no ha sido así. Yutilizar otra fuente de energía se antoja inviable ahora mismo. «En Villanueva además hay problemas por la contaminación del aire con la biomasa en las calderas, imagina si nosotros quemáramos y añadiéramos también partículas», sentecia Gallego.

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Desde la orujera lamentan que el Gobierno haya «dado la espalda» a un ejemplo de economía circular y de aprovechamiento de residuos del olivar. «Por un lado nos obliga a usar gas para secar el alpeorujo y por otra parte nos impide usarlo», afirma Gallego.

Solución

«El 40%de las orujeras están paradas y tienen cerca de la mitad sin procesar aún. Es un problema importante», recalca Joaquín López, director de AENO, pidiendo «que la retribución en vez de fija, sea variable en función de los costes reales». «Para poder funcionar ni un sobrebeneficio ni unas pérdidas millonarias que es que lo tendríamos hoy», subraya. «Si cuando quemas el gas solo consumes electricidad, es poco eficiente, si generas electricidad y calor el beneficio es mucho mayor. No son solo las orujeras. El 60% de las cogeneraciones a nivel nacional están paradas», lamenta.

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