La labor preventiva de la Guardia Civil 'pone freno' a los ladrones de aceituna

La Guardia Civil ha recuperado prácticamente la mitad del total sustraído hasta entonces, 11.540 kilos correspondientes a un mismo hecho delictivo. En los siete delitos restantes las cantidades eran más pequeñas, entre ellas una de 3.700 kilos. De momento hay una persona investigada por estos robos.

Comparando las cifras actuales con las del 28 de diciembre de 2019, se observa un descenso del 62 % en el número de robos, ya que entonces había 21 denuncias por un total de 39.778 kilos. La campaña 2019-2020 se cerró finalmente con una bajada del 45,82 % con respecto a la anterior, pues se denunció el robo de 90.348 kilos, frente a los 166.752 de la campaña 2018-2019.

La labor preventiva llevada a cabo por la Guardia Civil de Jaén, con presencia activa en el campo y las almazaras, resulta fundamental para consolidar esta disminución de los robos. Más de 1.000 agentes conforman el dispositivo de seguridad en el que, además, desarrollan trabajo de investigación a través de las unidades de policía judicial, del Seprona y de los equipos específicos ROCA. A esto hay que sumar los apoyos puntuales del escuadrón de caballería y del servicio aéreo.

Para Juan Luis Ávila, secretario general de COAG Jaén, en el descenso de los robos en el campo influyen dos factores. Por un lado, la «apuesta seria» de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén, con agentes comprometidos que gracias a la investigación han localizado los puntos calientes, puesto que los robos no son generalizados en la provincia. Y, por otro, los precios bajos de la aceituna con el handicap añadido este año de un menor rendimiento. «Se han reducido mucho los robos en los últimos años, tanto de aceituna como de maquinaria: si en años buenos ya había bajado, ahora con los bajos precios más aún», añade Juan Luis Ávila.

Los agentes controlan las fábricas y los puestos móviles de compra, los tajos, las vías de comunicación, así como los cortijos y los lugares donde se establecen los jornaleros mediante la verificación de personas, vehículos y documentación. Desde el 15 de octubre de 2019 es obligatorio llevar el DAT, un documento de acompañamiento al transporte de productos agrarios y forestales de carácter alimentario, que contiene información sobre el origen y destino de estos productos para garantizar la trazabilidad, dificultando de esta manera la sustracción ilegítima y posterior venta ilegal de estos productos.

«No se escucha nada de robos», apunta Jesús Sutil, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra Mágina. La campaña, que arrancó a finales de octubre con incertidumbre y preocupación en el sector por la incidencia del coronavirus, se está desarrollando «con total normalidad y no se ha llegado a cerrar ninguna almazara, seña de que los protocolos puestos en marcha por las cooperativas y almazaras han funcionado». En esta línea Sutil alude también a la concienciación de los olivareros, lo que ha ayudado a que no se den casos. En la comarca de Sierra Mágina, la campaña se encuentra en torno al 70 % de ejecución, con la mirada puesta en el cielo por si la borrasca Filomena vuelve a descargar agua.