Detenido por homicidio tras hallar restos humanos en una casa incendiada en Martos
La Guardia Civil arrestó al inquilino de la vivienda, que huyó de la calle Peña al declararse el fuego, y no encuentra al propietario del inmueble
La Guardia Civil investiga por un supuesto delito de homicidio a un varón detenido tras el hallazgo de restos humanos en una vivienda incendiada en ... la calle Peña de Martos. Al mismo tiempo, se intenta confirmar si los restos humanos encontrados en la casa son los de un hombre de unos 60 años de edad, de nacionalidad marroquí y vecino de Martos desde hace décadas, que estaba en paradero desconocido desde la tarde del viernes. El Instituto Armado confirma el hallazgo en el interior del inmueble de restos óseos que en principio corresponden al tronco de una persona. No se ha podido identificar esos restos aún. Es necesario hacer pruebas de ADN. La casa, que sufrió un incendio la noche del viernes, es propiedad del hombre que estaba desaparecido. Se la tenía cedida desde hace años a un compatriota: el hombre detenido por su supuesta relación con el suceso.
Pasada la medianoche entre el viernes y el sábado los vecinos de la calle Peña, en una zona muy humilde de Martos, dieron la voz de alarma por el fuego que devoraba la casa del número 5. Una casa en mal estado, pero que estaba habitada. Pese a la intervención de los Bomberos en la estrecha calleja, el interior del inmueble quedó completamente calcinado. Los bomberos y los agentes de la Policía Local que participaron en la extinción atribuyeron el posible origen del siniestro a una hoguera realizada por el morador para calentarse.
Salió huyendo
Los vecinos también relataron a las autoridades que el inquilino de la vivienda había salido huyendo de la zona al declararse el incendio sin dar la voz de alarma ni pedir auxilio. Como había constancia de que el habitante de la casa estaba fuera, y con el inmueble prácticamente destruido, nadie se percató de circunstancias extrañas o pensó que pudiera haber otra persona en el interior. A la 1,20 horas el fuego quedó controlado, y los bomberos se quedaron en la zona refrescando los restos. El tejado se vino abajo. Dentro todo eran escombros y ruinas humeantes.
En la mañana de ayer los vecinos volvieron a avisar porque había llamas de nuevo en la casa. Se habían reavivado los rescoldos. Al mismo tiempo, confirma la Guardia Civil, familiares del titular de la vivienda pusieron en conocimiento de las autoridades que llevaban sin noticias suyas desde la tarde anterior. Sospechaban que pudiera estar dentro en la casa incendiada.
La Guardia Civil coordinó entonces un dispositivo de búsqueda en el que participó la Policía Local y Bomberos de Martos. Se realizó una inspección de la vivienda calcinada. En una de las habitaciones, hallaron semicubiertos por escombros unos restos óseos que podrían corresponder con un torso humano. El levantamiento de estos restos se produjo pasado el mediodía.
Búsqueda
Se activó entonces el protocolo judicial. La Policía Judicial de la Guardia Civil realizó una inspección ocular de la vivienda, en busca de más restos. Al mismo tiempo, se dio la orden de búsqueda de la persona que ocupaba habitualmente la casa, y que se hallaba en paradero desconocido.
Finalmente este hombre fue localizado y detenido a las 14,36 horas. Al cierre de esta edición permanecía en el arresto de Martos a la espera de ser puesto disposición judicial.
La hipótesis más firme en la investigación, a falta de los resultados de pruebas forenses, es que los restos pueden pertenecer al dueño de la vivienda. Un hombre asentado en Martos desde hace alrededor de treinta años, muy conocido en la localidad y donde había agrupado a su familia.
«No paraba de salir humo»
Los vecinos de la calle Peña relatan que este hombre tenía recogido a un compatriota en la casa. Y que le llevaba comida y le prestaba auxilio. Algunos de ellos, como Jesús, participaron en las labores de extinción echando agua a la fachada. «Las llamas salían por las ventanas, nos dio miedo que llegasen a los cables y dejasen a todo el barrio sin luz», relataba. Con un compañero retiró de las inmediaciones del fuego combustible de los generadores de los bomberos. Después estuvo vigilante durante la noche por si se reactivaba el fuego. Y por la mañana estaba aún pendiente de la casa quemada, inquieto. «No paraba de salir humo, por la mañana tuvimos que llamar otra vez porque había llamas».
Pasadas las cinco de la tarde aún había agentes de la Guardia Civil en el interior de la vivienda trabajando con focos en una minuciosa inspección y en busca de todos los restos del cuerpo humano que pudiera haber en el interior.
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