Bailén protesta ante «la situación límite» del Cementerio Parroquial de la Encarnación

Según denuncia la asociación, este lugar se encuentra en «una situación lamentable» como muestran los vídeos que han realizado de los distintos lugares de enterramiento; matorrales e hierbajos por todo el lugar, sepulturas en muy mal estado, cruces caídas, paredes derruidas en algunas partes y «una sensación de abandono total» qué ha obligado al colectivo a convocar a medios de comunicación provinciales, regionales y nacionales para denunciar estos hechos.

María Márquez, presidenta de la asociación, señala que «este es uno de los cementerios más caros de Andalucía que, aunque pertenece al Obispado de Jaén, está gestionado por una empresa privada que en los últimos años está cobrando precios desorbitados por inhumaciones y exhumaciones o traslado de restos a golpe de transferencia, muchas veces con el cuerpo del difunto presente, sin esperar a que las compañías aseguradoras atiendan los gasto». «Por poner un ejemplo, la apertura de un nicho para depositar las cenizas de algún familiar se eleva a 1.200 euros rigurosamente al contado», añade Márquez.

El Obispado ha respondido, a través de una nota, afirmando que cuando finalice el actual contrato con la empresa en 2025 ya no volverá a renovarse. «Desde 2000, el cementerio, aunque de titularidad diocesana, está cedido a la empresa Funeraria Antonio y Daganzo S.L. encargada del mantenimiento y de la explotación del mismo, por un periodo de 25 años (que concluiría en junio de 2025», señalan, para añadir que «ya el pasado año 2017, ante una situación similar a la actual (de abandono del camposanto y del incremento de las tasas de los servicios) el Obispado renunció al cobro de la renta que la empresa adjudicataria tenía conveniado, para que de esta manera se pudieran reducir las tasas, así como se mejorara el cuidado del cementerio, escenario que se mantiene en la actualidad por parte del Obispado sin que a su vez la empresa haya cumplido su compromiso».

La nota añade también que «sienten profundamente el sufrimiento que se está ocasionando a los familiares de los difuntos» y se compromete a iniciar de «manera urgente» las labores de acondicionamiento del recinto parroquial.

Concluye la nota afirmando: «Desde el Obispado de Jaén reiteramos nuestro profundo pesar por la situación ocasionada, que desde el principio se ha intentado solucionar y ante la cual siempre hemos mantenido una actitud proactiva en coordinación con el Ayuntamiento de Bailén, en diálogo con los afectados y en interlocución con la empresa adjudicataria».

Para colmo además, la empresa suministradora ha cortado el agua del cementerio con lo cual algún conato de incendio como el ocurrido hace unas fechas, difícilmente podría ser atajado. Sin embargo, tras las protestas, los organizadores respiran un cierto optimismo ante la voluntad por parte del obispado de poner fin a todo lo que está ocurriendo.