El Anuario del Adelantamiento de Cazorla publica su número 64 con la dirección de David Gómez

Fue precisamente José Luis Olivares quien abrió el acto haciendo mención de las vicisitudes sociales y económicas que se cerraron –pandemia y crisis económica- y que también se abrieron –guerra de Ucrania e inflación- en 2022, y su influencia en el ámbito local. Sin embargo, matizó que «a nivel turístico tocamos techo ese año, con el colofón en el mes de octubre de la elección de Cazorla como Capital Nacional del Turismo Rural».

Y, como no podría ser de otro modo, el primer edil dio la bienvenida al nuevo Director, David Gómez, «coincidiendo su presentación con la mía propia como alcalde en este evento anual». Apreciando que en el nuevo número «se distinga la impronta personal de David, pero con la misma línea editorial, con la misma excelencia de un documento que se mantiene joven en forma y contenido con el paso de los años»; y destacando «su tradicional independencia, la no injerencia a nivel político, porque el Ayuntamiento financia esta publicación, pero no la fiscaliza». Olivares finalizó su intervención asegurando que «seguimos trabajando tanto desde la dirección del Anuario como desde las concejalías de Cultura y Hacienda para que, a lo largo del año 2024, podamos reunirnos de nuevo para la presentación de la edición de 2023, lo que nos permita nuevamente coger la velocidad de crucero a la que estábamos acostumbrados».

Por su parte, David Gómez Frías, comenzó recordando en tono jocoso lo que dijo al anterior director cuando cogió su relevo: «Me pasas un marrón». Reconociendo ahora que «vaya si lo ha sido, porque por una cosa o por la otra han sido unos meses y, sobre todo, unos últimos días llenos de incertidumbre». Eso sí, se felicitó de que «en este tiempo, hasta llegar a estas páginas, he palpado el valor que esta publicación tiene para Cazorla, haciéndose en mi más profundo el sentido de responsabilidad y la sensación de vértigo que esta genera». Asegurando que buscará, al menos, «igualar en resultado a aquellos que fueron directores antes» para no debilitar la calidad que este Anuario merece.

«A todos agradezco su valor y el ejemplo que me han dejado de buena escuela -dijo-. Ellos saben que el cuidado de la memoria y la protección del conocimiento nuevo o antiguo forman parte de los valores compartidos que identifican esta responsabilidad, pero no es menor que el valor que debemos otorgar al equipo humano, altruista y desinteresado, que ayuda a dar cuerpo a estas páginas; y a su tiempo nace para ser compartida la palabra que custodia la memoria reciente y pasada, el conocimiento esparcido en el tiempo. A cada uno de las almas inquietas que forman parte de este número o que han sido parte de otros equipos anteriores, gracias».