El año acaba con nuevos recortes en el precio del aceite, ni a 2 euros el kilo, la mitad que hace dos campañas
Sigue la tendencia a la baja y 2019 termina con el 'oro líquido' en origen un 24% más barato que un curso antes; Asoliva pide acuerdos para los aranceles con Estados Unidos
El aceite de oliva sigue perdiendo valor en origen. Lejos de remontar gracias al almacenamiento privado propuesto por Bruselas este, con una financiación ínfima, ha ... servido para poco. La tendencia, aunque ligera, sigue a la baja para desesperación de productores y agricultores. El sector ya prepara movilizaciones para 2020 a nivel nacional. Según los últimos datos del sistema Poolred de la Fundación del Olivar, del 24 al 30 de diciembre, el virgen extra bajó a los 2,236 euros el kilo; mientras que el virgen se situó en los 1,753 y el lampante en 1,706. Supone cerca de un 24% menos de lo que se pagaba hace un año. Hace dos campañas el aceite llegó a cotizar a cerca de cuatro euros el kilo. Producirlo en gran parte del olivar tradicional cuesta cerca de 2,7 euros el kilo, según el Ministerio de Agricultura.
A principios de 2017 el aceite de oliva virgen extra llegó a cotizar a una media de 3,7 euros por kilo, según datos del Poolred, aunque algunas operaciones se cerraron a 4,3. El virgen se pagó de media a 3,620, con algunos lotes vendidos a 3,650. Y el lampante estuvo de media a 3,544, con partidas que salieron a 3,6. El doble que ahora. A finales de 2018 ya estaba por debajo de los tres euros.
Con estos precios caen además las operaciones de venta que se están realizando, al menos las recogidas por Poolred. Se redujeron de las 49 de la semana anterior a las 32 de esta, y las salidas disminuyeron de las 4.302 toneladas a las 1.631.
Una situación similar se da en el caso del picual de Jaén, según recoge Asaja. En este caso, el virgen extra disminuyó a los 1.953 euros por tonelada, mientras que el virgen bajó a los 1.755 y el lampante a los 1.749. En cuanto a las operaciones, disminuyeron de las 16 de la semana anterior a las 6 de ésta, y las salidas de las 1.442 toneladas a las 253.
En medio de esta crisis de precios, la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) ha reclamado a la Unión Europea que mantenga una reunión bilateral con Estados Unidos «sin más demora», para lograr una armonización legislativa que favorezca el comercio del aceite de oliva.
En este sentido, Asoliva considera que la visita a Washington del comisario europeo de Comercio, Phil Hogan, el próximo 8 de enero de 2020, ofrece una oportunidad estratégica para reabrir con la Administración norteamericana las negociaciones en torno a una más que necesaria armonización de las legislaciones entre la Unión Europea y los Estados Unidos en materia agrícola y, especialmente, en un sector «capital» para la industria agroalimentaria española como el del aceite de oliva.
El director gerente de la asociación, Rafael Pico, ha destacado que estas negociaciones son «claves» para desbloquear los aranceles adicionales al aceite de oliva, un sector que también está afectado por la desaceleración de la demanda y los bajos precios, así como por «la falta de una norma internacional coherente en cuanto a la regulación de pesticidas».
La asociación apunta que la armonización del marco jurídico entre Washington y Bruselas favorecería una mayor cooperación regulativa en cuestiones de interés y preocupación comunes, lo que «sin duda» tendría un impacto económico positivo en la comercialización del aceite de oliva.
«Aunque la misión comercial del comisario Hogan a Washington tendrá como ejes los subsidios europeos al Airbus y los aranceles americanos en represalia, la Unión Europea debería aprovechar esta visita para reabrir las negociaciones con Estados Unidos en torno a la armonización internacional de legislaciones en el capítulo agrícola, un asunto clave para el sector del aceite de oliva», añade Pico.
Pico también ha manifestado que hace cuatro años, cuando Bruselas y Washington se reunieron por última vez para discutir estos temas, la postura «rígida e inflexible, especialmente de la Unión Europea, terminó dando al traste con los planes de la tan deseada armonización». Por todo ello, Asoliva cree que ha llegado el momento de reabrir nuevas conversaciones en torno a esta área crítica del comercio.
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