"Lo que yo hice por mi tía no lo hace ni un hijo"

Según mantiene el Ministerio Fiscal, durante los años 2012 y 2013, el acusado V.G.N. "había conseguido" que su tía, de 89 años, le autorizara a realizar operaciones en una cuenta bancaria de su titularidad. Esa cuenta en 2012 contaba con un saldo de 39.000 euros y en noviembre de 2014 ese saldo ya era de 266,95 euros.

Este dinero, según el fiscal, acabó en su inmensa mayoría en la cuenta de la mujer V.G.N. y que también se encuentra acusada en este proceso. Además, V.G.N. se hizo con otros 81.000 euros después de que la anciana liquidara un producto financiero y además adquirió de su tía una finca por la que pagó 46.514 euros y que posteriormente fue valorada por 134.000 euros.

El acusado, V.G.N. ha negado durante el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia de Jaén que él se hubiera aprovechado de su tía anciana que tras quedarse prácticamente sin dinero acabó ingresada en una residencia de ancianos.

"Lo que yo hice por mi tía no lo hace ni un hijo", ha dicho el acusado en su declaración. Ha señalado que él se limitó a hacer lo que le pedía su tía y que el dinero lo trasladaba a una cuenta a nombre de su mujer, con la que tenía régimen de separación de bienes, porque él venía del cierre de un negocio y no quería tener nada a su nombre.

Ha añadido que los 81.000 euros fueron "una donación de su tía" por los cuidados y atenciones que le venía prestando y ha añadido que parte del dinero de su anciana tía fue "desviado" a "una cuenta paralela" a nombre de su mujer para evitar que el resto de sobrinos de la anciana pudieran "meterle mano".

El Ministerio Fiscal reclama junto con los cuatro años de prisión para el matrimonio, el pago de una multa de 3.000 euros y abonar a la herencia 100.000 euros, además de indemnizar en 86.000 euros a los 16 sobrinos, cantidad que debería ser repartida entre todos.