'Proyecto Arrayanes' continúa su labor de localización de sitios mineros peligrosos

Así las cosas, los voluntarios de 'Proyecto Arrayanes' no cesan en la tarea de buscar puntos que no son del todo seguros y, por el momento, son ya unas 280 localizaciones las que forman parte de su catálogo y fueron denunciadas ante el departamento de Minas de la Junta de Andalucía en Jaén. Esa cuantía de lugares peligrosos no solo se encuentran en el municipio de Linares sino que también se encuentran repartidos en otros territorios del distrito minero de la zona norte de la provincia de Jaén.

«En estos últimos años apenas se ha hecho nada y se echa en falta que se hubiera actuado en al menos veinte o treinta emplazamientos que, al menos, hubieran aliviado esa cifra de 280. Es verdad también que, en las revisiones que hacemos, vemos que las actuaciones que sí se han hecho se están manteniendo. Aunque no entendemos por qué hay personas que se dedican a destruir los elementos de seguridad, por ejemplo, arrojando piedras de gran tamaño a pozos que ya están tapados», señaló Antonio Ángel Pérez, voluntario del Colectivo Proyecto Arrayanes.

En esa línea, desde esta asociación hicieron un llamamiento a la ciudadanía para que «se tome conciencia de cuál es la situación del patrimonio minero porque cuando se cae en una pendiente de deterioro y abandono es muy difícil recuperarse y eso multiplica por mucho los esfuerzos que habría que hacer para volver a tenerlo todo como estaba antes».

Así las cosas, Antonio Ángel Pérez alertó sobre el aumento de robos y expolios en zonas mineras, además de una práctica cada vez más extendida entre la población joven desde que estalló la pandemia: la celebración de botellones en zonas del distrito minero debido al cierre del botellódromo. «Es tremendamente insultante y una barbaridad que ocurran estas cosas», señaló.

Con respecto a la declaración del distrito minero Linares-La Carolina como zona patrimonial, paso previo para su reconocimiento como parque cultural, desde el Colectivo Proyecto Arrayanes reclamaron «la implicación de todas las administraciones públicas» para liderar esta iniciativa y darle un empujón a las reuniones de trabajo intermunicipales, así como la aportación de documentación catastral y administrativa necesaria que sea incluida en la memoria del proyecto.