Cientos de ceremonias religiosas se aplazan en Linares por la pandemia

De forma pormenorizada, en lo que respecta a las primeras comuniones, son alrededor de cuatrocientas las que se pospondrán en la ciudad linarense, en principio, para los meses de otoño, en base a las recomendaciones lanzadas recientemente por el obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez, y en función de los efectos del Covid-19. En esa línea, las parroquias del arciprestazgo de Linares han tenido que readaptarse a esta insólita situación y, llegado el momento, deberán flexibilizar sus agendas para reubicar fechas.

Así lo considera el arcipreste de Linares y párroco de la Basílica de Santa María la Mayor, Sebastián Pedregosa, quien destaca que «desde la Iglesia a nivel local se actuará siempre atendiendo las directrices de las autoridades civiles y eclesiásticas». «Para poder encajar tantas fechas como habrá pendientes después de la cuarentena habrá que tener una actitud dialogante, tolerante y de entendimiento entre todas las partes», agrega el sacerdote.

Bautizos y confirmaciones son otras ceremonias religiosas que corren la misma suerte que las comuniones. Desde que se decretó el estado de alarma en España, las catequesis se paralizaron de forma presencial, de tal manera que la formación cristiana para los niños y niñas linarenses se realiza desde casa a través de internet.

«Se están ofreciendo los recursos y materiales necesarios para que las familias contribuyan en el proceso formativo y de preparación para las comuniones, aunque habrá que tener algunos encuentros por comunidades parroquiales a fin de determinar y ultimar esa formación. Dentro de las posibilidades, tratamos de prestar los servicios religiosos que precisan nuestras comunidades cristianas», manifestó el arcipreste de Linares.

En cuanto a los enlaces matrimoniales celebrados por la Iglesia, según Pedregosa, alrededor de un setenta por ciento de las bodas programadas para este año ya se han aplazando, algunas con fecha concreta y muchas otras 'sine die'.

«Muchas parejas ya se están yendo hacia los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, fundamentalmente todas las bodas que tenían que haberse celebrado en marzo, abril, mayo y parte ya de junio. Incluso hay gente que prefiere no fijar una fecha concreta y plantea irse al año que viene porque son muchísimos los preparativos que deben ponerse de acuerdo y todavía hay demasiada incertidumbre con respecto a la evolución de la pandemia. Es una pena», lamenta el sacerdote.

Al margen de este tipo de ceremonias, lo que sí se está celebrando, aunque con ciertas reservas y mediante retransmisión en directo por internet ('streaming'), son las misas diarias y dominicales en algunos templos de la ciudad, como las parroquias de la Santa Cruz y San Sebastián o la Basílica de Santa María.