Los médicos prevén una primavera difícil para los alérgicos
Desde el hospital señalan que lo más importante es tener una buena educación y conocimiento de la enfermedad
J. S.
Miércoles, 7 de mayo 2014, 11:28
Las mascarillas se volverán a poner de moda esta primavera. No es que sean tendencia, sino que los alérgicos de Linares tendrán que volver a ... ellas en lo que se prevé como uno de los años en los que está enfermedad va a atacar con más fuerza a aquellos que la padecen. Así lo esperan también en el Hospital San Agustín.
Aunque los profesionales no se preparan de una forma especial, son conscientes de que las atenciones por alergias estacionales como las de ahora se multiplicarán en las próximas semanas. «La previsión es que haya niveles de polen elevados en la ciudad esta primavera porque ha llovido mucho. A los pacientes se les atiende en atención primaria, y en Urgencias si así lo requieren por padecer una crisis asmática, por ejemplo», comentó el director del Hospital San Agustín, Antonio Resola. Al ser enfermedades crónicas, no hay programado ningún dispositivo especial para estos casos.
Desde el hospital señalan que lo más importante es tener una buena educación y conocimiento de la enfermedad, es decir, saber cuáles son sus síntomas y someterse a las pruebas médicas que determinen si se padece algún tipo de alergia. También es importante un tratamiento preventivo que reduzca, en la medida de lo posible, el malestar de los enfermos durante estos meses. En el hospital linarense, el 5% de las consultas que reciben los médicos son por problemas alérgicos y la cuarta parte de la población mundial sufre algún tipo de dolencia por esta enfermedad. Sobre si en los últimos años ha crecido el número de alérgicos, para Resola, no es tanto que la cifra sea mayor, sino que ahora se diagnostican mejor los casos.
«En la provincia los procesos más frecuentes son los que ocasiona el polen del olivo porque aquí es donde más árboles en todo el mundo. Hay que decir que existen organismos que ofrecen información desde primeros de abril hasta el inicio del verano sobre los niveles del polen y eso es de gran ayuda para las personas que padecen alergias estacionales», subrayó el director.
Seguro que esta información la sigue diariamente Mariana Rascón, una profesora del Colegio Público Jaén que padece alergia al olivo, ciprés y gramínea. Para ella, estos meses son especialmente complicados porque es asmática y ha habido años que hasta se ha tenido que pedir la baja en su trabajo porque le era imposible dar clase. «Durante la primavera, siempre que puedo me voy a la playa porque allí no padezco alergia. Cuando estoy en clase, llevo mascarilla aunque intento ponérmela sólo cuando me encuentro mal para no perjudicar a los alumnos y poder dar bien las lecciones», dijo Rascón. Gracias a la ayuda del resto de profesorado, en primavera no acude a las actividades que se hacen fuera del centro y los recreos los pasa en algún aula.
«La administración pública no considera que esto sea una enfermedad y he tenido que convivir con ella todos los años y acudir a mi lugar de trabajo como el resto de mis compañeros», sostuvo la profesora. Confiesa que este año va a ser duro para ella y que acude a clase «con un cargamento de medicamentos».
Algunos de los consejos para sobrellevar mejor los síntomas son permanecer el máximo tiempo posible dentro de la vivienda durante los días de mayor concentración de polen y, sobre todo, en los días de viento. También se recomienda no abrir las ventanas de la casa en determinadas horas del día, así como disminuir las actividades al aire libre. Utilizar gafas de sol cuando en la calle es clave para evitar que el polen esté en contacto con los ojos.
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