Tamara, David y sus cuatro hijos no tendrán que marcharse de su casa
Logran paralizar el desahucio de la familia tras un acuerdo con la entidad bancaria que acepta un alquiler social de 75 euros al mes
Un acuerdo con la entidad bancaria que aceptó un alquiler social de 75 euros al mes permitió paralizar el desahucio previsto en Jaén capital para ... este viernes y que afectada a una pareja, David y Tamara, y a sus cuatro hijos, todos ellos menores de edad. Miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados (AABI) y colectivos sociales acudieron a la calle donde reside esta familia para celebrar la paralización del lanzamiento y el futuro contrato de alquiler que le ofreció la entidad bancaria.
Hasta que este jueves los llamó la entidad bancaria para negociar un futuro alquiler en la vivienda de la que iba a ser lanzada, todos los esfuerzos de la PAH y AABI se venían centrando en reconvertir la decisión de la magistrada para que ésta aplazara hasta final de curso el lanzamiento atendiendo a razones vinculadas a la vulnerabilidad de la familia.
Así, lo hicieron los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Jaén que enviaron este jueves un informe de vulnerabilidad referido a la escolarización de los cuatro menores en el colegio del barrio, así como en el comedor, garantizando así la educación y alimentación de los hijos e hijas de Tamara y David. También lo hizo su abogada de oficio enviando un recurso de reposición apoyado en este informe de vulnerabilidad y en la situación de estado de alarma.
Dos viviendas públicas
Junto con este alquiler social celebraron también la adjudicación de dos viviendas públicas a dos familias con desahucios de alquiler así como la firma este jueves de un contrato de alquiler de 250 euros con otra entidad bancaria para otra familia que tenía previsto también un lanzamiento.
La concejala de Asuntos Sociales, Ángeles Díaz, destacó en redes sociales que la actuación fue «un ejemplo de coordinación, letradas, servicios sociales municipales, colectivos sociales y entidad bancaria. Cada uno peleandolo sin horas».
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