Muere José Guirao, el ministro que acabó de arreglar las cubiertas de la Catedral

'Pepe' Guirao, como le llamaban los más cercanos, fue director del Museo Reina Sofía, de La Casa Encendida, la Fundación Montemadrid y ministro entre junio de 2018 y enero de 2020. Aunque antes fue director general de Bienes Culturales en la Junta de Andalucía (1988-1993), desde donde impulsó la Ley 1/91 del Patrimonio Histórico de Andalucía, el proyecto del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, la creación del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico o el Plan General de Bienes Culturales de Andalucía. Y fue entonces cuando conoció a personalidades de la cultura vinculada a Jaén, como el arquitecto conservador de la Catedral jienense, Pedro Salmerón, o el catedrático emérito de Prehistoria de la UJA, Arturo Ruiz.

En parte por estos vínculos, inauguró en noviembre de 2019 la I Bienal de Arqueología de Jaén, en el Museo Ibero , donde anunció un principio de acuerdo alcanzado con la Junta para que dicha entidad formase parte de la Red de Museos de España, por su entidad y, sobre todo, por su singularidad, además de resolver con ello la cesión de piezas de titularidad estatal a un museo de titularidad autonómica.

Y fue esa visita la que aprovechó el arquitecto conservador de la Catedral para animarle a que visitara las obras que su ministerio realizaba entonces solo en dos de sus pabellones - el número 1, de una torre a otra, y el 3 - y conociera el mal estado del resto - quedaba aún más de la mitad - y el riesgo de derrumbe. «Aquí vamos a hacer todo lo posible para que se pueda terminar de una vez», recuerda Salmerón que dijo el entonces ministro. Y las obras comenzaron solo unos meses después, por vía de urgencia, en primavera de 2020, «coincidiendo con el comienzo de la pandemia y se hicieron a pesar de la pandemia», relata el arquitecto.

Se acabó el periódico poner y quitar andamios, que se llevaba gran parte del presupuesto, para arreglar uno o dos pabellones y volver a esperar otro «pasito» con la «amenaza de tener un problema serio». «Su decisión fue clave», añade Salmerón, pues sabía que Guirao había seguido de cerca muchas restauraciones en su paso por la Diputación de Almería, la Junta y el Ministerio.

Le conoció en su etapa en la administración autonómica, cuando redactaba el Plan de Bienes Culturales de Andalucía. «Ha sido un gestor en grado sumo, que nos animaba a todos, con una voracidad intelectual enorme, muy cercano a la visión de los artistas y, pese a ello, buscaba su lugar, tenía la inteligencia y la finura para saber cuál era su sitio», les describe Pedro Salmerón, que a pesar de conocer la enfermedad de José Guirao ha sentido el golpe helado de la noticia de su fallecimiento.

Por su parte, el catedrático Arturo Ruiz, al que le unía también una amistad de muchos años, ha valorado del José Guirao político «su extraordinaria calidad como gestor para enfocar los problemas siempre hacia las soluciones, demostrando una gran capacidad de gestión». Siendo ministro, le trasladó los problemas del Museo Ibero, en un encuentro en la Residencia de Estudiantes en Madrid, y tiempo después le respondió que la única solución que veía era la creación de un museo nacional, ya que no había en España uno monográfico dedicado a esta cultura y de esta entidad, y tampoco Andalucía tiene un museo en dicha red.