El leve pero activo movimiento de la torre de La Magdalena causa sorpresa
El arquitecto del Obispado dice que hay que tomar medidas, aunque «no hay riesgo de colapso», y que decidirán «la mejor solución»
«Buena pregunta», señala de entrada el arquitecto del Obispado de Jaén, Antonio de Toro Codes, sobre las grietas aparecidas en la iglesia de ... Santa María Magdalena, la más antigua ahora mismo en la capital. «No es normal, cuando la torre ha permanecido estable durante siglos, que ahora se mueva de forma repentina, y cuando no hay obras de envergadura en el entorno, ni excavaciones cercanas ni trabajos en edificios colindantes», explica antes de apuntar una posible hipótesis: «Cabe pensar en alguna alteración del nivel freático, que ha reblandecido el subsuelo y ha podido afectar a los asientos de cimentación».
Recuerda que enfrente está el manantial del Raudal de la Magdalena y que la zona es rica en aguas subterráneas. También señala que, según las catas practicadas, la cimentación de los muros del templo (gótico) es mayor que la de la torre (renacentista), que es más superficial, además de que esta tiene más peso por su estructura sólida y su mayor altura. El hecho es que al moverse ligeramente la torre aparecen las grietas en la nave.
El arquitecto añade que en el Obispado están pendientes de su evolución desde el principio, cuando eran «fisuras insignificantes» y que últimamente se han agrandado y «siguen activas», es decir, que han comprobado, por los testigos y fisurómetros colocados, que las grietas no se han detenido (otras, en cambio, se han cerrado, apunta).
Por lo que, si bien «no hay riesgo de colapso, se está haciendo el seguimiento con estudios y ensayos para decidir la solución mejor y la más favorable». «Estamos en la fase de tomar decisiones», apostilla Antonio de Toro. La iglesia fue restaurada entre finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado.
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