Los hosteleros, en una situación «límite» con facturas de electricidad que «superan al alquiler»

«Hay compañeros que tienen que hacer frente a cuatro mil euros de electricidad al mes, lo que hace inviable el negocio», añade. Además, critica la medida del Gobierno al tope del gas ya que «muchos de los hosteleros están en el mercado libre, por lo que esta medida les está afectando negativamente». Asimismo, recuerda que los horarios del sector requieren «un tratamiento específico para no ser penalizado». Desde el colectivo a nivel nacional cifran el coste medio de un local de restauración en una media de entre 3.000 y 6.000 euros, que varía en función del tamaño, la localización y los servicios que se realicen.

«Esta situación va a hundir a la mitad de los negocios porque por los recibos de electricidad se está llegando a pagar más que por el propio alquiler y ya hay empresarios que no pueden hacer frente a las facturas», insiste Calatayud. También el propio presidente de HostuJaén, Antonio Lechuga, confirma que la situación del sector «es muy complicada» ya que están inmersos en una tormenta perfecta donde se une la subida del coste de la energía, al incremento de los alimentos y «una tendencia de la ciudadanía a gastar menos ante la situación de incertidumbre». «La gente sigue saliendo, pero consume menos», explica.

¿Y en qué se traduce esta situación? Tanto Calatayud como Lechuga coinciden, «o se traslada en una subida de precios o muchos van a tener que cerrar». «Los empresarios no quieren elevarlos porque son conscientes de que la ciudadanía lo está pasando mal por lo que muchos han optado por reducir plantilla», apunta Calatayud. Asimismo, el presidente de HostuJaén señala que algunos compañeros «van a intentar aguantar hasta Navidad, pero de no ponerse solución a los precios, algunos no llegarán a la próxima temporada».

Desde HosturJaén admiten que encontrar una solución es complejo, pero piden medidas de apoyo. «Existen muchas diferencias entre las compañías eléctricas, por lo que pedimos que se haga una apuesta por el sector. En nuestro caso, hemos llegado a un acuerdo con una de las compañías para que se realicen descuentos a nuestros socios durante los próximos tres años», resume Ramón Calatayud. Por su parte, Lechuga insiste en que hay que bajar los precios. «Pagamos mucho más que hace tan solo un año por la luz, materias primas o plástico, elementos que son esenciales en nuestro día a día», añade.

De esta forma, también se unen a las iniciativas planteadas por Hostelería de España, que ha organizado un calendario de acciones. Entre ellas, solicitan la aprobación y puesta en marcha de bonos eléctricos, aplicando los remanentes de las ayudas covid al sector, valoradas en estos momentos en unos 3.000 millones de euros.

Además, piden una reclasificación por los cambios en su estructura de costes y disponer de un estatuto similar al de consumidor electro intensivo; revisar los sistemas de contratación y eliminación de penalizaciones; rebajar los impuestos eléctricos y los costes regulatorios, estableciendo suspensiones temporales y aplazamientos, u otorgar avales públicos para acceder a compras de suministros renovables a largo plazo por parte de grupos de usuarios, entre otros.