Tablas con sabor agridulce en La Victoria

Un punto en la faltriquera que el Real Jaén debe hacer bueno en el Abdón Martínez Fariñas para subir un escalón en su lucha por eludir un descenso traumático por posibles arrastres y que el Torredonjimeno debe rentabilizar en el municipal Matías Prats con el CF Motril, rival directo por el play off de ascenso. Distintos objetivos, castigo y premio a lo destilado durante el curso.

El Real Jaén presentó un once con notables ausencias. Ni su máximo goleador, David Moreno, ni su bastión defensivo, Ezequiel. Víctor Armero era la referencia ofensiva, con Luna y Ezequiel en el eje de la defensa.

Montiel se marchó por su banda y el pase de la muerte al área lo remató Lara, con tan mala fortuna, que el esférico no se alojó en la jaula porque tropezó en un compañero. Camino del primer cuarto de hora el Real Jaén se había hecho con el control del duelo. También Moha lo intentó con un disparo que se perdió alto.

Sin embargo, fue el Torredonjimeno el primero en golpear. En el minuto 22 con una definición perfecta de David España con pierna derecha, en el área libre de marca tras un centro medido, con la justa rosca, de Adri Paz. El Real Jaén, en ataque, era una suerte de impulsos individuales, buscando fortuna, de sus peloteros. Un desconcierto desafinado que chirría en los oídos de los aficionados de la capital jienense.

Un conjunto blanco, antaño bloque de colmillo retorcido, es hoy un bloque con dientes de leche en la quinta categoría del fútbol nacional. Y comprando, cada fin de semana, boletos para sumar un nuevo descenso. En frente un Torredonjimeno bien gestionado y con un buen puñado de peloteros con clase que deberían haber estado este curso en las filas blancas. Por no hablar de un histórico como Manuel Chumilla, conocedor de la categoría y con capacidad innata para forjar grupos competitivos estrujando al máximo los presupuestos.

El Torredonjimeno, tras lograr la ventaja en el marcador, se dedicó a mover la pelota con inteligencia ajedrecística.

Adama ponía garra y carácter. Su empeño sirvió para fabricar una falta que, tras ejecutarla Óscar, puso en apuros a Samu. Los de Ferreras, más por orgullo que por fruto del buen fútbol, acabaron volcados sobre la portería tosiriana en la recta final del primer periodo. Y con tan poco, la afición local se animaba. Ayudó que el bloque tosiriano se fuera diluyendo.

En el 39 solo la Ley de Murphy puede explicar que el Real Jaén no empatara. Adama, libre de marca tras la mejor acción trenzada del ataque local, estrelló el esférico en el travesaño y el rechazo, con todo a su favor, lo mandó por encima de la portería. En el Real Jaén no hay dudas, si algo puede ir mal apuesten a que empeorará.

David España, desde la banda izquierda, realizó un centro medido que Antonio López, cabeceó sin precisión. Respondía el Torredonjimeno al agobio al que le estaba sometiendo el Real Jaén.

En el 43 llegó el empate. Merecido. Obra de Óscar Lozano culminando una acción bien desarrollada por los de la capital jienense por banda derecha, con centro de Julio de Dios.

El césped presentaba un buen aspecto, al menos desde la grada. Buen trabajo de los responsables de su mantenimiento a la hora de recuperarlo.

En la grada se echó de menos a los integrantes de Orgullo Lagarto. Su ausencia quedó marcada con una pancarta en la que se podía leer: «Menos caja y más cojones». Una posición adoptada por la decisión de declarar el choque como día del club y por la imposibilidad de aparcar en La Victoria debido a las obras de remodelación del parking.

El Real Jaén había logrado sobreponerse al golpe recibido, algo que en su situación no es nada desdeñable. El Torredonjimeno fue difuminándose, pagando un exceso de confianza. Todos los escenarios abiertos para el segundo periodo.

Hubo buenas sensaciones blancas y moradas en la reanudación. Samu despejó de puños un disparo, con mucha intención, de Óscar Lozano. El Real Jaén había salido con una marcha más ante un Torredonjimeno de pulso bajo.

Óscar Lozano, el jugador blanco con mayor proyección ofensiva, tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. Entró Adrián en el 59. Yahí el Real Jaén perdió a su referente ofensivo.

Vela y Juanlu se asociaron por la derecha y el centro medido, con pierna izquierda desde la frontal de Mario Martos, se perdió rozando el larguero. Pudo ser el uno a dos.

El Torredonjimeno perdonó el segundo en una acción en la que Romero, libre de marca en el segundo palo, no fue capaz de hacer lo que parecía fácil: empujarla al fondo de la red.

El partido estaba roto. El Real Jaén reclamó una mano en el área rival. Y el Torredonjimeno pudo golpear a la contra aprovechando la verticalidad eléctrica de Jorge Vela. Los blancos, con algo menos de gasolina en su depósito.

El Torredonjimeno seguía llamando al gol. Juanlu puso un centro medido y Antonio López remató demasiado cruzado con la testa. Minuto 84 y los de Chumilla volcados sobre la portería de Toni. Pero sin fortuna. Un empate agridulce, o no.