Velefique amenaza con sentenciar la Škoda Titan Desert Almería
Zubeldia gana la etapa, pero 'Luisle' se hace con el Škoda Challenge y es el nuevo líder; Fischer gana la etapa y es la más rápida de la cronoescalada
Un puerto mítico, un gigante que se levanta con sus mil metros de desnivel en apenas veinte kilómetros, un escenario que impone respeto incluso a ... los ciclistas más curtidos. El Alto de Velefique volvió a dictar sentencia en la Škoda Titan Desert Almería, confirmando su condición de juez implacable de la carrera. Allí, donde el aire se vuelve fino y el calor almeriense golpea con crudeza, se vivió la etapa reina de esta edición, aquella que siempre queda grabada en la memoria de los corredores y que suele marcar la diferencia en la clasificación general.
El trazado de la jornada escondía, además, un desafío añadido, el Škoda Challenge, ese tramo cronometrado que otorga un minuto de bonificación al más rápido y que se convirtió en un factor estratégico tan decisivo como las propias piernas. Un botín demasiado jugoso para dejarlo escapar, sobre todo cuando la clasificación general llegaba apretada al puerto, con apenas cuatro segundos de distancia entre Luis Ángel Maté y Luis León Sánchez. Cada pedalada, cada curva y cada metro de desnivel eran oro puro.
Sin cambios
El grupo de elegidos volvió a ser el mismo que ha llevado el peso de la carrera desde el primer día de esta nueva edición de la Škoda Titan Desert Almería. Nombres que resuenan con fuerza en el ciclismo español y que saben lo que es competir en la élite como Maté, 'Luisle', Haimar Zubeldia, Jorge Lamiel y Pablo Guerrero. Fue en Senés, el pequeño pueblo encaramado en la sierra, donde comenzó la verdadera batalla. Allí arrancaba la cronoescalada, el momento en el que el puerto separa a los valientes de los supervivientes.
Luis León, viejo zorro de mil batallas, jugó con la experiencia. Soltó unos segundos en la aproximación para medir, para observar, para atacar con inteligencia. Sabía que en un puerto así no sólo se sube con fuerza, también con cabeza. Su estrategia fue clara, ésta no fue otra que dejarse ver, apretar cuando más duele y buscar el mejor tiempo en el tramo cronometrado. La Titan Desert, como tantas veces ha demostrado, no se gana sólo con el corazón, también con la sangre fría.
En los kilómetros finales, después de coronar Velefique y lanzarse a tumba abierta hacia el circuito de Almería, la pelea quedó reducida a tres viejos conocidos del pelotón WorldTour. Haimar, Maté y 'Luisle', compañeros en otras épocas, rivales en esta ocasión, entraron juntos en los metros decisivos. Fue el usurbildarra quien tuvo el golpe de riñón más certero para firmar su primera victoria en la prueba. Una conquista simbólica como es la de imponerse en la etapa reina, la que más pesa, la que más duele y la que casi siempre decide el desenlace de la general.
Otra exhibición
Mientras tanto, en la categoría femenina no hay margen para la duda. Natalia Fischer está dejando una huella imborrable en su debut en la Titan Desert Almería. Tres etapas, tres victorias, un dominio abrumador que se traduce en una ventaja superior a la hora respecto a Pilar Fernández. La esteponera afrontaba por primera vez el temido Velefique y lo hizo con la naturalidad de quien pedalea en su terreno. Se llevó también el Škoda Challenge, ampliando aún más un colchón que ya parece definitivo.
La campeona andaluza mostró otra vez su capacidad para marcar su propio ritmo, para subir con firmeza y bajar con cautela, consciente de que la carretera no perdona a quien arriesga más de la cuenta. Incluso confesó haber disfrutado de la ascensión y del vertiginoso descenso. «La subida y la bajada son preciosas. Las he disfrutado mucho». Un testimonio que, más allá de los resultados, deja entrever la serenidad con la que está afrontando un reto de semejante exigencia. Ni el calor abrasador ni el desgaste acumulado hicieron mella en su determinación. Fischer corre en otra dimensión.
Con todo prácticamente decidido, la Titan se prepara para su jornada final. Una etapa especial, distinta, con un componente simbólico que va más allá de lo deportivo. El pelotón se adentrará en las instalaciones de la Legión, en el Campo de Maniobras del Tercio Don Juan de Austria en Viator, un escenario inédito que abrirá sus puertas para mostrar senderos y pistas a los ciclistas. Será la despedida perfecta, con un perfil amable en su arranque, una rambla en descenso que invita a rodar y un terreno más exigente en la zona militar antes de enfilar el tramo final hacia el mar.
El desenlace aguarda en El Toyo, junto a la orilla, donde la Titan Desert Almería pondrá punto final a una edición que ya tiene sus héroes. Velefique habló, con la dureza y la grandeza que le caracterizan y todo apunta a que sus palabras sonarán como sentencia. La montaña dictó justicia y los nombres de los vencedores quedarán inscritos en una carrera que, año tras año, demuestra que el desierto y la sierra almeriense son el escenario perfecto para escribir epopeyas ciclistas.
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