Unión Rugby Almería gana con el mono de trabajo en Majadahonda

La mayor distancia entre los unos y los otros estuvo en la melé, con clarísimo dominio de Unión Rugby Almería, algo que no se aprovechó tanto como era posible, si bien fue una de las claves. Hubo alguna duda en touche y algo de precipitación en general, con excesiva prisa en fases del juego que llamaban algo más a la calma, pero pese a ello se venció un partido que tenía que ganarse sí o sí, sin bonus ofensivo. Al menos no se dejó sumar el defensivo a un adversario siempre bien plantado y que jugó sus bazas, sobre todo tras el descanso. Hubo dos ensayos unionistas en la primera parte y otros dos madrileños en la segunda, declinando la balanza a favor cruzada el pie de Rivero.

con esta importantísima victoria URA se aúpa un puesto en la tabla, dejando por atrás a Majadahonda. La quinta plaza tiene mejor lectura de lo que a priori podría pensarse, ya que se está a un punto del segundo, Ingenieros Industriales, que debe recibir en su feudo a Jaén, tercero, el próximo fin de semana, el mismo en el que los cruzados van a disputar su choque más importante. El Juan Rojas presenciará la visita de un Liceo Francés que es cuarto, con los mismos 28 puntos que los unionistas y, si hay victoria, URA se irá de parón de Navidad bien tercero o bien, incluso, segundo, dependiendo de lo que suceda en El Cantizal entre rocemos y jienenses. Si se gana, 2023 empezará en Élite.

En cuanto al choque disputado en El Valle del Arcipreste de Majadahonda, los dos tuvieron mucho respeto al rival, vigilándose 'de cerca' y dibujando un escenario que se puede catalogar como muy táctico. A la primera melé, Unión Rugby Almería le puso las ruedas, avanzando muchísimos metros desde la medular, con golpe que volvió a jugar el paquete almeriense al empuje. A la segunda, con tiro franco para Rivero, se eligió palos y llegó pronto el 0-3. Cierto es que la respuesta local fue rápida y certera, con su estrella Rui acertando entra palos un golpe almeriense para volver a establecer una nueva igualada (3-3), en apenas siete minutos de encuentro.

El dominio pasó a ser de modo claro para un URA que quería abrir brecha y que tuvo en la melé su mejor herramienta. Se había presionado bien en la jugada del empate y, pese a ello, se produjo una pérdida para touche que Majadahonda ejecutó muy bien. A continuación se buscó hacer valer esa superioridad en melé, sin el acierto oportuno, si bien a raíz de una touche en diez contraria, posesión y un buen trabajo acumulando fases, llegó una nueva en cinco metros que era medio ensayo. De hecho, la presión sí surtió efecto y se decretó ensayo de castigo para poder tomar ventaja de nuevo. Tocó después hilar un buen desempeño defensivo, sin los locales cerca de ensayo nunca.

La sensación de peligro claro no se tuvo en ningún momento, mientras que sí se daba en el otro lado del campo. Tan es así que, a partir de otra touche y en la última jugada antes del descanso se tiró de paciencia, se movió bien el oval y se encontró el hueco a base de trabajo colectivo para finalmente entrar junto a palos. De transformación fácil, el marcador se detuvo en 3-17 al ganarse el túnel de vestuarios. El duelo estaba bien controlado, las ideas se tenían claras, pero el de delante era un buen equipo que nada más salir con la patada inicial metió a URA en su propia 22, presión con fruto al poco de reincidido el encuentro. Las patadas profundas de los majariegos hicieron daño.

Tras salvar una primera opción local, no se pudo en una segunda un tanto extraña, en jugada 'sucia', sin que se pudiera poner cordura al juego, con escapada por el ala de la izquierda para recibir el primer try a los dos minutos. Mantuvo la compostura el XV almeriense, que se aferró al pie de Rivera para poner de nuevo tierra de por medio en un golpe centrado que el apertura no perdonó (10-20). Era el minuto 44, respuesta que se produjo de manera rápida para mantener controlado a un rival al alza en ánimo y en fuerzas. En ese sentido, sentaron bien los cambios a Majadahonda, mientras que URA tuvo que lamentar la lesión de hombro de Damián Jurado en su vuelta a los terrenos.

había salido desde el banquillo y pudo estar muy poco sobre el terreno de juego, con la incógnita del alcance de su dolencia. La lucha estaba servida, mucha igualdad en el centro del campo, batalla tras batalla en medio de imprecisiones y errores no forzados, y se perdió la ocasión de sentenciar, precisamente por las dudas, en una melé que se jugó a tres metros de la raya de marca madrileña. Se estaba jugando con fuego al no poder depositar el oval y poner fin a la euforia de un Majadahonda que se vino arriba a través de una arrancada de su estrella Rui. Se erró en touche, y precisamente a los majariegos sí les salió una para cambiar de derecha a izquierda y ensayar de nuevo.

Rui no estuvo acertado en la transformación y el marcador se quedó en un 15-20 un tanto inquietante, restando un cuarto de hora en el que sí se jugaron bien las bazas y en el que se supo manejar la situación para finalizar en campo contrario. Majadahonda se quedó lejos de la 22 almeriense, se jugó una touche a maul derribado y tarjeta, en el cuerpo a cuerpo hubo una escapada de Chema y por fin el triunfo se certificó en un golpe transformado por Rivero que, además, privó del bonus defensivo a los locales.