Reacción sin premio para el BM Roquetas

Desde un inicio, Agustín Collado puso toda la carne en el asador y apostó de salida por una Gemma Sánchez que no pisaba el parqué de su casa desde hacía meses. Después de una complicada lesión y su posterior intervención quirúrgica, la almeriense volvió a demostrar que es uno de los dos pilares sobre los que se sustenta el proyecto del Costa de Almería. El otro, sin ningún género de dudas, es Marta Ontiveros, que empezó el partido marcando territorio y descorchando el marcador en la primera posesión con uno de sus lejanos misiles. Sin embargo, el gran arranque de las de casa quedó tan solo en espejismo.

El 2-0 en las dos primeras jugadas del encuentro fue tan solo una situación aislada. Las de la capital demostraron durante los primeros minutos su superioridad física, especialmente en la zona central del ataque, en la que Nadege Moronfolu anotó los cuatro primeros tantos de su equipo. Además, en el otro lado de la pista, las del Poniente no encontraron la forma de lastimar la compacta defensa del Ikasa Boadilla, que en 14 minutos tan solo recibió dos tantos. Roberto Plaza consiguió neutralizar, por el momento, los disparos lejanos que tanto caracterizan al Balonmano Roquetas y dominar las transiciones. En tal situación y con 4-7 en el electrónico Collado se vio obligado a parar el vendaval mediante un tiempo muerto.

El entrenador almeriense dio con la tecla en los ajustes, y si bien el equipo fue perdiendo durante el resto de la primera parte, las sensaciones mejoraron con creces. Las laterales empezaron a estirar a la defensa del Boadilla, que estuvo obligado a elegir entre tapar las internadas por banda o detener los lanzamientos lejanos de la máxima goleadora de la categoría. Fue aquí donde también cobraron especial importancia la recién recuperada Gemma Sánchez y Marta Rivas, que dejaron en el luminoso un más que trabajado 11-13 antes del paso por vestuarios.

Sin embargo, de poco sirvió el buen momento de las locales, que tras el descanso volvieron a ser atropelladas terrenalmente por sus rivales. La clase de Alba Yuste y la potencia de jugadoras como Fatima Ezzahraa distanciaron de nuevo a los dos conjuntos. El Ikasa se acomodó con un colchón que rondaba o alcazaba los cinco puntos, hasta que apareció la de siempre. Marta Ontiveros se volvió a poner el traje de súper heroína y convirtió el ataque del Costa de Almería en una apisonadora que fulminó en tres minutos la renta del Boadilla. Con una tendencia francamente positiva, las roqueteras se encaminaron lentamente a un final no apto para cardiacos.

Ontiveros clavó el primer puñal y puso a las suyas por delante. En la salida de un tiempo muerto Nadege Moronfolu empataría el encuentro y acto seguido volvió a responder Gemma Sánchez para poner el 24-23. Después de un par de buenas defensas, las de casa empezaban a saborear el triunfo, solo faltaba una buena defensa. Sin embargo, la suerte les privó de los dos puntos, ya que el Ikasa empató desde la pena máxima en su última jugada del enfrentamiento.