El pelotón se fracturó en Níjar TSM
Ciclismo

Olivia Baril reina en la locura

La ciclista del Movistar Team se impuso en la tercera edición de la Women Cycling Pro

V. A.

Almería

Domingo, 28 de enero 2024, 18:40

No existe un lugar mejor para empezar el calendario ciclista profesional que Almería. La provincia se exhibió ayer como el escenario perfecto para acoger un ... evento de deporte al aire libre en plenos meses de invierno. Con el sol y el buen tiempo como protagonistas, la Women Cycling Pro cumplió su tercera edición con una jornada para el recuerdo. Las mejores del planeta rodaron sobre el asfalto de los más paradisíacos municipios almerienses y pusieron al mundo del ciclismo a mirar a la provincia desde bien entrada la mañana. El día de ayer fue de aquellos que dejan huella.

Publicidad

El agresivo y constante desnivel marcaron una prueba que dominaron durante muchos tramos los dos equipos más ilustres de la cita, el Human Powered Health, de Estados Unidos, y el Ceratizit-WNT, de Alemania. Sin embargo, la locura y la ferocidad que caracterizó al pelotón durante prácticamente toda la carrera decidió que el podio se repartiera entre las tres ciclistas que llegaron con más batería a la línea de meta. Entre ellas, Olivia Baril, del Movistar Team, que se consagró como una de las grandes promesas del panorama internacional tras imponerse en el tramo final a Ane Santesteban y Karolina Perekitko.

La carrera fue todo menos una tranquila travesía por el inigualable paisaje almeriense. Aquí no hubo espacio para la toma de contacto suave y pausada. Desde el primer minuto, el aire estuvo tan cargado de tensión que ya se empezó a intuir el posterior espectáculo de fuegos artificiales. La adrenalina estaba en el aire, y es que lo que les esperaba era una auténtica batalla de titanes sobre ruedas entre las ases del ciclismo femenino.

Ni dos kilómetros y ya teníamos el primer chispazo de poder. Noémie Abgrall, la joven francesa del UCI Stade Rochelais Charente-Maritime, se coló como un torbellino en la escena ciclista, dejando a todos sorprendidos. Su potencial era tan impresionante que hizo que las grandes figuras presentes en la Women Cycling Pro se quedaran con la boca abierta ante su ataque poco meditado y totalmente impulsivo.

Mientras las demás ciclistas seguían una progresión más lineal, Noémie desafiaba las leyes de la gravedad ciclista. A pesar del riesgo de ir en solitario durante kilómetros y kilómetros, la gala mejoró su reputación marcando una diferencia de 4:41 minutos con el resto del pelotón. Un espectáculo en solitario que hizo que propios e impropios se quitaran el sombrero.

Publicidad

Pero, como en toda buena historia de ambición, el final no podía ser un camino de rosas. La falta de gasolina de la francesa y las disputas internas del pelotón liderado por el UAE Development Team dieron un giro a la trama. En el Alto de Las Hortichuelas, la serpiente multicolor se rompió de nuevo. Ocho valientes corredoras se adelantaron, exigiendo al resto una dosis extra de velocidad. Fue un tira y afloja constante, con ataques inesperados y tensiones internas que redujeron el grupo de carrera de 140 ciclistas a 70 en el ecuador de la competición. Si en algún momento alguien pensó que perderse el inicio de la Women Cycling Pro era buena idea, no pudo estar más equivocado.

Con las principales escapadas ya neutralizadas, el pelotón siguió siendo una montaña rusa llena de inestabilidad y chispazos. La adrenalina se convirtió en un factor diferencial y cuando todos esperaban un tramo más tranquilo en el que las competidoras se guardaran batería de cara a los kilómetros finales y decisivos volvió a saltar la libre. En esta ocasión lo hacía con una vieja conocida a la cabeza. Arianna Fidanza, campeona de la anterior edición, quiso su dosis de protagonismo y estiró hasta fracturar definitivamente un pelotón que ya tenía poca cohesión.

Publicidad

La italiana marcó una frecuencia de pedaleo muy alta. Aprovechó los constantes desniveles, positivos y negativos, de los que gozaba la prueba para convertirse por momentos en la favorita para coronarse en el centro de Mojácar y revalidar su título. Sin embargo, hasta otras siete ciclistas se pusieron tras su rueda para configurar una nueva situación en cabeza de carrera. La escapada, que llegó a alcanzar el minuto de diferencia en su llegada a Garrucha, contó de nuevo con la combativa Noémie Abgrall, que no quería perderse esta nueva fiesta en el asfalto.

Mientras tanto, en el grupo perseguidor el dominio era de un Human Powered Health que hizo gala de su poderío y controló a la perfección los tiempos de carrera. En líneas generales, por su trabajo y por su plan de etapa demostraron ser el mejor equipo presente en la Women Cycling Pro, siendo totalmente decisivos en el punto álgido de la misma. De hecho, a menos de 10 kilómetros para la línea de meta lograron recuperar al grupo escapado. Todo estaba saliendo tal y como habían previsto, las americanas se prepararon para llegar a la recta final de la carrera con la sartén por el mango.

Publicidad

A pesar de una caída inesperada y otros dos intentos de ataque, la serpiente multicolor llegó al repecho final más unida y estirada que nunca, y las mejores corredoras se empezaron a posicionar en la delantera. El color rojo estadounidense plagó la zona privilegiada del pelotón en la que se coló también representación de los equipos españoles, el Movistar Team y el Laboral-Kutxa.

El guionista que escribió esta carrera se lució. El escenario de la batalla final no podía ser otro que no fuera la bellísima entrada a la localidad de Mojácar, que con sus calles estrechas y rústicas decidió que no íbamos a descubrir a la heroína de esta película hasta el final. Pese al dominio del Human Powered Health, las escapadas de Noémie Abgrall y los intentos de la vigente campeona, la victoria se iba a quedar en casa.

Publicidad

Con más de un 10% de desnivel y a menos de medio kilómetro para la línea de meta, Olivia Baril aprovechó la entrada al suelo adoquinado para distanciarse lo suficiente de cabeza de carrera y entrar en solitario a una línea de meta que la recibió con vitores. La canadiense del Movistar Team convirtió su sudor en oro y despertó sensaciones en su entrada a Mojácar. El público local festejó que las dos primeras clasificadas vistieran los colores de escuderías españolas. Al triunfo azulón se le sumó un segundo puesto de Ane Santesteban, del Laboral-Kutxa, que en ningún momento abandonó la cabeza del pelotón y guardó fuerzas para la emboscada final. El enclave, el devenir de la carrera y el clima brindaron una Women Cycling Pro para el recuerdo, que dejó el listón muy alto para la próxima edición de 2025.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad