Mabe El Ejido renuncia a seguir jugando en Segunda División

Los dirigentes celestes valoraron todas las vicisitudes atravesadas durante los últimos meses y la incidencia que sobre la competición oficial estaban teniendo y pusieron también sobre la mesa las posibles consecuencias que pudieran derivarse de ello dependiendo de las decisiones adoptadas. Tras esta reflexión, el club «se ha visto abocado a tomar esta difícil y triste decisión», tal y como confirmó en un comunicado.

Pese a que el equipo cuenta con 15 licencias dadas de alta, la realidad es que partido tras partido solo se contaba con ocho jugadoras para los encuentros, cifra incluso menor en algunos partidos, por lo que el técnico, Miguel García, tenía escasas opciones para poder plantear los encuentros o tener una semana normalizada de entrenamientos. Esta situación, tal y como destacan desde la entidad, lejos de ir mejorando, iba empeorando cada vez más con la decisión de varias jugadoras de no seguir en el equipo por motivos laborales o personales. Desde la dirección del club lamentan el daño que pueda ocasionar a la competición la retirada de su equipo femenino una vez empezada la Liga, pero aseguran haber agotado todas las vías para intentar no llegar a «esta dolorosa decisión».

La temporada comenzó para Mabe El Ejido con muchas novedades, comenzando desde el banquillo con el cierre de ciclo de Nacho Mira, el técnico que consiguió el ascenso a la categoría de plata y con el que se disputó por primera vez la Copa de la Reina. Junto al técnico salieron varias de las jugadoras que habían venido formando el bloque de las últimas temporadas y que aceptaron ofertas procedentes de conjuntos malagueños y murcianos. Pese a los esfuerzos de la junta directiva por rearmar el equipo, las incorporaciones no han terminado de consolidarse y, sobre todo, no han podido atender a la exigencia de un equipo de la Segunda División.

La gota que colmó el vaso fue el encuentro disputado el pasado fin de semana ante el Chiloeches en el que el conjunto ejidense, con una rotación escasa, acabó siendo goleado por 0-13 en un partido que dejó patente que el estado anímico del equipo estaba muy bajo por las situaciones que viene padeciendo. Las celestes fueron un juguete a manos de su rival que ya al descanso ganaba 0-7 y que incluso repartió minutos en la segunda parte. Esta es la segunda retirada almeriense en Segunda División en los tres últimos años, ya que el Villa de Fines también renunció.