José Antonio Aznar volvió a ganar con un coche 'prestado'. Ideal
Automovilismo

José Antonio Aznar revive su victoria de 2017 en la Subida a Tamaimo

El piloto almeriense regresó a la mítica prueba tinerfeña con el objetivo de disfrutar del ambiente y de la competición sin presión deportiva, al volante del Porsche 997 Cup

R. I.

Almería

Martes, 2 de diciembre 2025, 23:09

La quincuagésima edición de la Subida a Tamaimo contó entre sus protagonistas con José Antonio Aznar, piloto del Automóvil Club de Almería. Para él, la ... participación no estaba marcada por la búsqueda del triunfo, sino por la posibilidad de volver a un escenario del que guarda un recuerdo imborrable, su victoria en 2017, una de las más importantes de su trayectoria, que resultó decisiva para alzarse con el título de Campeón de España de Montaña.

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Tras ocho años, Aznar regresó a Tamaimo gracias a su buen amigo Ángel Bello, quien le cedió uno de sus vehículos y puso a su disposición a todo su equipo. Al volante del Porsche 997 Cup del tinerfeño, una unidad en estado impecable, el almeriense no quiso forzar el ritmo, consciente de que el principal objetivo era disfrutar del fin de semana. Aun así, su adaptación al coche y a la subida fue notable y fue rebajando sus cronos de tres en tres segundos durante las tres primeras mangas. Completó la jornada con una subida final en la que ya no era necesario buscar el máximo rendimiento, cerrando su participación con una satisfacción plena por volver a competir en Tamaimo.

Más allá de los registros, lo que más destacó Aznar desde la multitudinaria ceremonia de salida del viernes fue el ambiente que se vivió. La Subida a Tamaimo siempre ha sido un referente dentro del Campeonato de España de Montaña y esta edición no fue la excepción. El sábado, la presencia de público en las rampas de la competición fue masiva, comparable a los mejores momentos de la historia de la prueba. Para Aznar, compartir con amigos y aficionados la emoción de la subida fue uno de los grandes alicientes de su regreso.

La relación con Ángel Bello y su equipo fue determinante para que esta participación fuera posible. Su generosidad permitió que Aznar volviera a sentirse piloto sin la presión de luchar por la victoria, disfrutando del coche y del trazado como en sus mejores momentos. Este reencuentro con la prueba tinerfeña sirvió para rememorar viejos éxitos y fortalecer vínculos con compañeros de competición y con los aficionados, que siguen siendo el alma de una cita histórica que con medio siglo de emociones.

José Antonio Aznar concluye así un fin de semana en el que los recuerdos y el disfrute se impusieron a la búsqueda de resultados. Para él, Tamaimo seguirá siendo siempre un lugar especial y la promesa de regresar está más viva que nunca. La quincuagésima edición de esta histórica prueba ha dejado claro que, más allá de los cronos y las victorias, la esencia de la competición reside en la pasión por el automovilismo y en la cercanía con quienes lo viven intensamente.

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