Indalarco, la diana de Almería
Con más de tres décadas, el club de tiro con arco más veterano de la provincia sigue formando campeones y defendiendo causas sociales, pesea las dificultades y la falta de recursos
El Club Indalarco de Almería sigue siendo el alma del tiro con arco en la provincia. Fundado en octubre de 1989, es el club más ... veterano de esta modalidad en tierras almerienses y, a día de hoy, mantiene intacta su vocación formativa, deportiva y social. Con más de 150 socios activos –una cifra más que notable para un deporte considerado minoritario–, su labor sigue siendo fundamental para impulsar la práctica del arco entre jóvenes, adultos y veteranos por más de tres décadas.
Indalarco es, sin duda, una escuela de valores y una cantera de talento. A lo largo de su historia ha construido un palmarés extraordinario, con títulos andaluces, nacionales e incluso éxitos en el ámbito internacional, en diferentes modalidades como arco olímpico, compuesto y tradicional, tanto en sala como en aire libre o tiro clout, en el que los arqueros disparan sus flechas hacia una bandera o círculo en el suelo, situado a una distancia considerable, cuyo objetivo es que las flechas caigan lo más cerca posible del centro de esa zona, que se marca con círculos concéntricos pintados en el suelo o delimitados con cuerdas. Desde las pistas de entrenamiento hasta los grandes campeonatos, ha estado presente por toda España y fuera de sus fronteras, siempre defendido con orgullo por quienes forman entre sus filas.
Organizar
Más allá de los logros competitivos, el club ha jugado un papel clave como organizador y anfitrión. Ha organizado campeonatos de Andalucía de aire libre y de campo y ha consolidado la celebración anual de una tirada de la Liga Andaluza de Bosque 3D, convirtiéndose en una referencia dentro del calendario autonómico. Su presencia también se ha hecho notar en iniciativas culturales, educativas y promocionales organizadas por la Junta de Andalucía y por diversos ayuntamientos de la provincia, con quienes colabora de manera habitual.
Indalarco también ha sabido vincular el deporte con la solidaridad. Prueba de ello es el proyecto 'Flechas Rosas contra el Cáncer de Mama', una iniciativa desarrollada en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer en Almería y que ya suma tres ediciones anuales. Una muestra más de que el club entiende el deporte como herramienta transformadora más allá del medallero.
Todo ese trabajo no sería posible sin el empuje de quienes lo sostienen. El presidente César Muñoz, al frente desde hace 15 años, ha sido uno de los grandes artífices de la continuidad y el crecimiento del club. A su lado, un equipo técnico implicado y comprometido con cada arquero que cruza la puerta de las instalaciones. Gracias a esa labor, las nuevas generaciones empiezan a dar pasos firmes. Ejemplo de ello es la arquera Paula Felices, que logró un meritorio cuarto puesto en el Campeonato de Andalucía de Sala 2024 en categoría infantil. Su aparición es símbolo de una base que no deja de renovarse.
Pero si hay un nombre propio que representa el momento de forma y la proyección del club, ese es el de Raphael Amar. Con sólo 17 años, este joven talento es, como se decía ayer en IDEAL, campeón de Andalucía en sub-18 y absoluta, ha batido el récord de España cadete con 704 puntos y colgarse la plata por equipos en el Europeo disputado en Rumanía en 2024. Este verano defenderá los colores de España en el Campeonato de Europa de Eslovenia y en el Mundial que se celebrará en Winnipeg. Su historia, forjada flecha a flecha con Indalarco, es el mejor ejemplo de lo que el club puede conseguir con recursos limitados pero ilusión infinita.
Dificultades
Sin embargo, no todo es fácil. La falta de instalaciones adecuadas, la carencia de patrocinadores y las limitaciones horarias –especialmente en agosto, cuando no pueden entrenar– son obstáculos constantes. Raphael Amar trabajará en Huelva para poder seguir tecnificándose sin esas trabas. Desde el club, esa marcha se vive con orgullo, pero también con cierta tristeza, al saber que el talento formado en casa necesita emigrar para seguir creciendo. Es, al mismo tiempo, una llamada de atención y una señal de alarma.
Aun así, Indalarco no se rinde. Mantiene su esencia y su compromiso con Almería, con el deporte y con su gente. Porque en cada flecha que vuela desde sus arcos va también el sueño de seguir creciendo, de llevar el nombre de la provincia más lejos que nunca y de seguir demostrando que, incluso desde el silencio, se puede construir una historia grande. Una historia con puntería, orgullo y corazón.
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