Corazón sin premio para el Pulpileño
El equipo rojinegro estuvo siempre en el partido, adelantándose en el 22, pero en la prórroga pagó un error que aprovechó la Sarriana para ganar
Antonio Cáceres
Domingo, 22 de junio 2025, 23:31
El Pulpileño rozó el cielo con los dedos, pero el destino, cruel y caprichoso, le negó la gloria en el último suspiro. En un duelo cargado de emoción, lucha y orgullo, cayeron con honor ante una Sarriana que supo resistir y golpear en los momentos clave. Spinman abrió la puerta de la esperanza en el 22 con un tanto que encendió a su equipo y a toda una afición que soñaba despierta, pero la respuesta gallega fue inmediata. Maxi empató en el 27 y enfrió el impulso rojinegro. El golpe más duro llegó pasada la hora de juego, cuando Keko culminó la remontada local y puso contra las cuerdas el sueño del ascenso.
SD Sarriana
Pirot, Maxi, Keko, Jacobo (Brais, m. 94), Boedo (Diego Rey, m. 91), Martín (Vileda, m. 91), Gegunde (Arona, m. 75), Piay, Susavila, Millán (Rai, m. 120) y Azael (Gutian, m. 111).
3
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2
At. Pulpileño
Cristian Arco, Gabi Ramos, Gastón (Luis Maestre, m. 46), Jordi, Antonio Jesús (Isma Segura, m. 64), Francis Moreno (Wilson, m. 91), Álvaro Cano (Gonzalo, m. 78), Cristo Martín, Dani Casado, Spinman (Moha, m. 105) y Pedro Ramírez.
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Goles 0-1, m. 22: Spiman. 1-1, m. 27. Maxi. 2-1, m. 60: Keko Vilariño. 2-2, m. 75:Luis Maestre. 3-2, m. 103: Azael.
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Árbitro González Bello, asturiano. Amonesto a los locales Keko, Piay y Azael (m. 91) y a Spinman, Dani Casado, Cristo Martín y Gonzalo, del Pulpileño. Expulsó a los locales Gegunde (m. 77) y Boedo (m. 99), por doble amonestación, las segundas tras haber sido cambiado.
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Incidencias Vuelta de la tercera eliminatoria de ascenso a 2ª RFEF, celebrado en A Rivela, con 3.300 espectadores.
Pero este equipo no se rinde. Con el corazón por delante y el alma en cada jugada, el Pulpileño resucitó en el 75 con una falta magistral de Luis Maestre, que llevó el partido a una prórroga que fue puro drama. El tiempo extra se convirtió en una batalla de voluntades, de piernas cansadas y corazones encendidos. Y en el 102, cuando todo podía pasar, fue Azael quien inclinó la balanza con el 3-2 definitivo. Un gol que dolió como una puñalada, pero que no borra la gesta de un equipo valiente, que luchó hasta el último aliento por un ascenso que mereció tanto como soñó.
Dominio local, gol visitante
El partido comenzó con la posesión de la Sarriana, pero con dificultades para circular por la presión alta de Pulpileño, que impedía jugar con comodidad. Aún sí, en el 7, un disparo de Susavila tuvo que ser despejado por la zaga pulpileña a córner. En el 10, fue Millán el que lo intentó, pero su disparo se marchó desviado.
El conjunto rojinegro trataba de coger aire tocando el balón cuando lo recuperaba para evitar correr corriendo detrás del cuero. La Sarriana recuperaba pronto y atacaba con peligro. En el 15, Cristian Arco impidió el gol en una doble acción de Santi y de Millán, al recoger el rechace, tras la parada del cancerbero pulpileño, que mandó el balón por la línea de fondo.
El partido era un monólogo, con la Sarriana dominando el balón ante un Pulpileño, que se manejaba bien en tareas defensivas. En ataque era imposible encontrar espacios. De todas formas, sí tenía acceso por la derecha y por ahí llegó un gol que puso a los rojinegros por delante al acabar la primera jugada de gol. Era el 22 y Spinman recibió un balón para disparar cruzado y batir a Pirot.
Obligación
El partido se puso franco para los de Paco Jurado y fue más presión para el equipo lucense. No cambió el decorado. El equipo gallego siguió controlando y atacando con todo. Por superioridad llegó el empate. Lo firmó el central Maxi, que encontró el espacio para batir a Cristian Arco y poner las tablas.
El Pulpileño debía estar atento a las pérdidas porque, en el 34, la cometió Gabi Ramos y Millán disparó alto, pero avisando del peligro en ese tipo de acciones. Y es que la Sarriana presionaba la salida de balón del cuadro almeriense, con presión media, provocando robos y obligando a ser muy vertical. De este modo, en el 40, la acción fue de Antonio Jesús, por la izquierda, con servicio para Cristo Martín que se sacó un 'zapatazo' que Pirot despejó a córner. En el 42, el disparo de Pedro Ramírez logró detenerlo Pirot, con el Pulpileño tomando aire al partido y acabando jugadas.
Cuesta arriba
Paco Jurado modificó su equipo dando entrada a Luis Maestre en lugar de Gastón, pero fue la Sarriana la que tuvo la primera ocasión de gol, en el 49, con una acción de control de balón y pase final para Azael que se sacó un disparo, desde la frontal, que detuvo Cristian Arco casi junto al palo izquierdo.
Se manejaba bien la Sarriana en ataque, pero lo hacía mejor el Pulpileño, que evitó, en el 54 y 56, con dos acciones de Millán. Éste y Azael comenzaban a tener demasiada libertad por la banda izquierda, lo que ponía en peligro la 'estabilidad' del marcador. Cristian Arco, en el 59, detuvo una gran acción entre Santi y Azael. El gol estaba por llegar y lo hizo en el 61, en un balón suelto que Keko Vilariño aprovechó para batir al meta pulpileño. Era la primera vez que el equipo de Paco Jurado estaba por debajo en el marcador en toda la fase de ascenso a Segunda RFEF.
Creer
El Pulpileño se vio obligado a rectificar, teniendo el balón ante una Sarriana que defendió el resultado metido en su parcela, replegado y sin dejar espacios. Jugó con posesión más larga ante un Pulpileño corriendo por conseguir el balón. Lo logró, en el 75, dando pie a una falta en la frontal que se encargó de lanzarla Luis Maestre, superando la barrera y batiendo a Pirot para volver a poner las tablas.
El partido se tornó con el Pulpileño imponiendo el ritmo, controlando ante una Sarriana con mucha prisa. No quería prórroga y Pedro Ramírez, en el 93, sacó de cabeza una acción que ya había superado a Cristian Arco, con Maxi preparado en el segundo palo. En el 95, a la contra, Wilson forzó el córner tras un disparo despejado por un defensor local.
En la prórroga, la Sarriana introdujo cambios. El partido fue más dinámico y cualquier error se pagaría caro. En el 102, una falta de Dani Casado dio pie al 3-2. Botada, el balón le cayó a Azael que, desde la frontal del área, logró batir a Cristian Arco.
En la prórroga la Sarriana jugó con el tiempo y el marcador, el Pulpileño con el corazón, lo que provocó fallos que hubiesen sentenciado al equipo rojinegro, pero no hubiese sido justo para un equipo que peleó para más.
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