Agustín Casado reconoce que «un Mundial es único» y quiere «darlo todo» por España

El jugador carbonero, antes de iniciar la primera fase de los entrenamientos en Valencia, señaló que «lo primero que afronto con ganas es la preparación, hay una lista de 21 jugadores del máximo nivel que pueden ir, así que hay que dar el máximo con ilusión por hacerlo bien».

El jugador almeriense añadió que «un Mundial es único, quiero estar y dar todo por los Hispanos, ojalá tenga esa suerte». Agustín Casado cree que la receta para poder hacer las cosas bien en Polonia y Suecia es «la misma que se ha llevado a cabo otras veces, ir paso a paso, jugando bien y creciendo como grupo, sabemos que tenemos grandes jugadores y un staff técnico espectacular, hay confianza plena, pero no debemos ir más allá del primer partido contra Montenegro».

Sobre sus primeros meses en Alemania, el de Carboneras reconoce que «todo cambio es complicado, al principio lo fue, pero la adaptación ha ido bien y ahora todo está siendo mucho más fácil», y señaló que «en la Bundesliga la igualdad es tremenda, cada partido es una batalla, es muy dura a nivel físico, pero la estructura en general y el aprendizaje son brutales».

Casado está considerado como una de las mayores irrupciones en el panorama internacional en este 2022. El central de Carboneras consiguió llamar la atención de todos los focos gracias a un sobresaliente Campeonato de Europa, donde se colgó la medalla de plata, y obtuvo la oportunidad de fichar, en primera instancia, por el MT Melsugen y probar esta temporada la experiencia de la todopoderosa Bundesliga; y posteriormente por el 'gigante' Telekom Veszprém, presentado para la 2023-2024 junto a otra estrella rutilante como Ludovic Fabregas.

El almeriense se ha consolidado en la élite, que sus inicios no fueron nada sencillos. Pese a que llegó al Bada Huesca tras jugar en la selección promesas, no terminó de tener demasiadas oportunidades en el conjunto oscense y fue tras bajar de nuevo un peldaño cuando terminó de explotar con el Balonmano Nava. De este modesto club, a un Ciudad de Logroño que fue su trampolín ya definitivo.